Luego de una semana de intensas negociaciones y audiencias públicas y a puerta cerrada en el Congreso estadounidense, la Casa Blanca volvió a intentar involucrar a la opinión pública norteamericana en el debate parlamentario sobre un posible ataque militar contra el gobierno sirio de Bashar Al Assad.
El Comité de Inteligencia del Senado, controlado por el oficialismo, publicó en su página web una serie de videos en los que se ve a un grupo de niños sufriendo convulsiones tras un supuesto ataque con gas sarín en las afueras de Damasco el 21 de agosto pasado, informó la agencia de noticias EFE.
Pese a que los investigadores de la ONU aún no determinaron quién lanzó ese devastador ataque, el gobierno sirio o las milicias opositoras, la Casa Blanca sostiene que tiene evidencias que fue ordenado por el propio presidente Al Assad y, por eso, reclama un ataque militar contra Damasco.
De acuerdo con el Senado estadounidense, la autenticidad de los videos difundidos fue confirmada por los servicios de inteligencia norteamericanos.
“Las imágenes servirán para sensibilizar al pueblo estadounidense de que esto no es simplemente un intervención, que es un ataque militar para detener este tipo de atrocidades”, explicó el ex embajador norteamericano ante la ONU, Bill Richardson, en diálogo con la cadena de noticias estadounidense CNN.
Se estima que el pleno del Senado votará a mediados de esta semana la autorización para un ataque militar contra Siria, mientras el debate recién comenzó en la Cámara Baja, dominada por la oposición republicana.
La campaña de la Casa Blanca para convencer a su Congreso tiene dos planos: el nacional, que se dirime en el Capitolio y entre la opinión pública norteamericana, y el internacional, a través de la búsqueda de apoyos bilaterales en el mundo.
Por eso apenas un día después de reunirse con los cancilleres de la Unión Europea en Lituania y no obtener apoyos concretos para un posible ataque contra Siria por fuera de la ONU, Kerry se sentó con la Liga Arabe y anunció que “todos coinciden en el uso deplorable de armas químicas por parte de Al Assad”.
Después de la reunión a puerta cerrada, Kerry brindó una conferencia de prensa conjunta con su par qatarí, Khaled al-Attiyah, en la embajada estadounidense en París, informó la cadena de noticias qatarí Al Jazeera.
“Discutimos las medidas posibles y necesarias que pueden ser tomadas”, explicó el funcionario estadounidense, quien sólo adelantó “algunos países firmaron de inmediato el acuerdo del G20”.
El llamado acuerdo del G20 fue en realidad sólo firmado por diez de los 20 miembros: Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Australia, Canadá, Corea del Sur, Japón, Italia, Turquía y Arabia Saudita.
Argentina fue uno de los países que se negó a adherir a la posición de Washington.
España, invitada permanente de esta cumbre de las potencias y los países emergentes, también firmó el texto que reclama una “fuerte respuesta internacional” contra el gobierno sirio, a quien responsabiliza por el uso de armas químicas contra su población civil.
Pese a que Kerry aseguró que “todos entienden que las decisiones tienen que tomarse en las próximas 24 horas”, el gobierno francés, principal aliado en los planes bélicos de la Casa Blanca, descartó un ataque inminente.
El canciller francés Laurent Fabius adelantó que el presidente Francois Hollande recién anunciará su decisión “una vez que tenga todos los elementos en mano”, lo que podría tomar “unos diez días”, informó EFE.
Actualmente el gobierno socialista francés espera la decisión del Congreso estadounidense.
Como reiteró Fabius luego de reunirse con Kerry, si el presidente Barack Obama “decidiera no intervenir, Francia no intervendría sola” en Siria.