Por Alejandra Luzardo (*)
Un súper-pegamento que imita la mecánica de las extremidades de los geckos; un producto que irradia luz no contaminante a partir de las bacterias que viven en simbiosis con los calamares; aplicaciones de realidad virtual que permiten enseñar danzas tradicionales, caligrafía y arte… Estas son algunas muestras de que las innovaciones provenientes de las industrias creativas y culturales (ICC) son capaces de transformar radicalmente mercados tradicionales como el de la música y el cine, entre otros.
Para comprender mejor este nuevo escenario y estudiar sus proyecciones a futuro, desde el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y en asociación con el Institute for the Future (IFTF), nos propusimos investigar en profundidad cómo los sectores creativos nos van a proveer esas innovaciones que podrían transformar las industrias más tradicionales, e incluso cómo éstas podrían modificar sus modelos y sus procesos para volverse más productivas e inclusivas.
El resultado de ese trabajo conjunto ha sido el informe “El futuro de la economía naranja: Fórmulas creativas para mejorar vidas en América Latina y el Caribe”, que invita a explorar los futuros panoramas de nuestras ICC, activar su potencial aún no explotado y facilitar que más emprendedores gesten soluciones innovadoras.
¿Qué pasaría si pudiéramos aprovechar este nuevo escenario para construir un ecosistema más favorable de comunidades creativas y mejorar vidas? ¿Cómo evolucionará este panorama a lo largo de los próximos diez años, a medida que los instrumentos de la producción creativa y el consumo se democraticen cada vez más? ¿Cómo podrían las comunidades de nuestra región modificar su manera de pensar y aprovechar la economía creativa y cultural para propiciar un desarrollo verdaderamente sostenible? En el estudio se encontrará respuestas a estos interrogantes.
El propósito no ha sido formular predicciones exactas, sino estimular un diálogo en torno a nuevas ideas sobre lo que podemos y deberíamos hacer para aprovechar mejor el talento y la creatividad de nuestras comunidades. Estamos convencidos de que las tendencias que hemos identificado detonarán más preguntas, y hasta quizás muchos piensen que nuestros pronósticos son irreales, tan “irreales” como lo fueron Uber, Spotify y Amazon en su momento…
Por ello nos parece muy importante abrir cuanto antes un debate franco acerca de la urgencia de desaprender lo que hoy conocemos, y volver a aprender y repensar cómo podría ser el futuro de estas industrias, y qué debemos hacer para potenciarlas.
Ãmbitos de innovación
Para llevar a cabo nuestro estudio, primero identificamos los principales motores de cambio que configurarán la economía creativa y cultural en todo el mundo en la próxima década –Narrativas, Geografías, Tecnologías, Finanzas y Trabajo–, y luego, sobre esta base, definimos 10 ámbitos de innovación en los que, si se toman las decisiones adecuadas, se podrá aprovechar esta nueva economía creativa y cultural del futuro para alcanzar un desarrollo sostenible en América latina y el Caribe:
- 1.Cooperativismo de plataformas: las cooperativas de negocios y de empleo proporcionan la gestión, el apoyo administrativo y los servicios profesionales que los creativos autónomos necesitan para ganarse la vida.
- 2.Los artistas, los primeros en responder: las comunidades se valen de las artes como un componente adicional esencial de la respuesta multidisciplinaria de emergencia ante los desastres naturales.
- 3.Empoderamiento de las mujeres en tecnología: se alienta a las niñas, adolescentes y adultas a que consideren el diseño y el desarrollo de videojuegos como una industria amigable, y se las apoya para que formen parte de ella.
- 4.Culturas y tradiciones amplificadas: las tecnologías emergentes, como la realidad virtual y la realidad aumentada, capturan los conocimientos tradicionales y comprometen a las nuevas generaciones en la producción creativa y cultural.
- 5.Nubes y mercados creativos regionales: los nuevos mercados regionales de productos culturales ayudan a los creativos a construir un modo de vida y a los países a crear marcas, dinamizando el intercambio cultural y económico.
- 6.Financiamiento pro-creatividad: los gobiernos encuentran maneras de disminuir el riesgo de la economía creativa y cultural mediante una combinación de sistemas de financiamiento, canales de inversión y redes de protección social.
- 7.Inspiración en la naturaleza: rl biomimetismo y la biología sintética se combinan para posibilitar un conjunto de productos y servicios innovadores –basados en la biología– que disminuyen el daño humano al medioambiente.
- 8.Autentificación mediante cadena de bloques (blockchain): las tecnologías de libro mayor distribuido democratizan la propiedad intelectual y dan a los creativos la seguridad de que se los reconozca y se les pague por los productos que desarrollen.
- 9.Reparto del ingreso proveniente de las redes sociales: las redes sociales atraen a los creadores de contenidos con modelos de reparto del ingreso, inaugurando nuevas fórmulas para que los creativos digitales puedan cobrar por su trabajo.
- 10.Cuantificación del impacto creativo: las nuevas técnicas de recopilación y análisis de datos permiten hacer un mapeo de alta fidelidad de los beneficios de las ICC y brindan otra perspectiva acerca de cómo incrementar su valor.
En el informe se encontrarán ejemplos tangibles de emprendimientos en los que se articulan eficientemente los motores de cambio con los ámbitos de innovación, dando lugar a soluciones ingeniosas y sorprendentes. Las medidas adoptadas actualmente para cultivar, amplificar y empoderar el trabajo de los innovadores culturales podrán rendir sus beneficios, asegurándonos un futuro más incluyente y sostenible para todos, si los gobiernos, las empresas y las comunidades deciden arriesgarse a actuar apartándose de las vías ya transitadas, incursionando en nuevos rumbos creativos.
(*) Cofundadora de Demand Solutions y Estratega de Innovación, Economías Creativas y Emprendimiento del BID.