Moreau critica a Santibáñez
Suma sus críticas a las expresadas por Alfonsín : Pretenden la destrucción del Estado.
La prensa recogió en la víspera severas críticas del presidente de la UCR de la provincia de Buenos Aires que coinciden con las apreciaciones vertidas horas antes por Raúl Alfonsín contra el sistema financiero internacional.
Leopoldo Moreau, tan frontal como el jefe del radicalismo, lanzó una voz de alerta contra la presión que ejercen sobre el gobierno nacional grupos de poder vinculados con los centros que dominan el proceso de globalización del planeta.
Eligió Radio Ciudad para afirmar, sin eufemismos, que el gobierno debe asumir el desafío de advertir a los grupos de poder que no existe espacio posible para continuar con la concentración de la riqueza y la destrucción del aparato productivo del país en aras de una globalización financiera.
No fue demasiado sutil en la elección de sus expresiones; “Ahora pretenden —dijo en esa oportunidad – como le impusieron a Menem, la destrucción del Estado, imponerle al gobierno de la Alianza la destrucción de la red de seguridad social y entonces presionan para abrir a la libre competencia el sistema de obra social prepaga”.
Ratificó públicamente que fue el único legislador que se negó a votar la Ley de Convertibilidad Fiscal, tan solicitada por el equipo económico nacional para lograr el equilibrio entre ingresos y egresos.
Pero el vehemente político radical no se detuvo ahí. Ante una pregunta, respondió que existe en el gobierno quienes asumen el papel de vocero de las pretensiones externas y no vaciló en decir que “algunos dicen que es De Santibáñez. “No sé, no lo conozco”, añadió para restar impacto a sus dichos.
Es curioso que Fernando de la Rúa pareciera encontrar más apoyo y solidaridad de sus aliados del Frepaso que de las filas ortodoxas de su partido. Acababa de tener una desagradable sorpresa con el intempestivo anuncio de Melchor Posse sobre los aumentos prometidos en las retribuciones de algunas categorías de jubilados, en medio del reajuste generalizado que intentaba el Ejecutivo.
La prensa recogió en la víspera severas críticas del presidente de la UCR de la provincia de Buenos Aires que coinciden con las apreciaciones vertidas horas antes por Raúl Alfonsín contra el sistema financiero internacional.
Leopoldo Moreau, tan frontal como el jefe del radicalismo, lanzó una voz de alerta contra la presión que ejercen sobre el gobierno nacional grupos de poder vinculados con los centros que dominan el proceso de globalización del planeta.
Eligió Radio Ciudad para afirmar, sin eufemismos, que el gobierno debe asumir el desafío de advertir a los grupos de poder que no existe espacio posible para continuar con la concentración de la riqueza y la destrucción del aparato productivo del país en aras de una globalización financiera.
No fue demasiado sutil en la elección de sus expresiones; “Ahora pretenden —dijo en esa oportunidad – como le impusieron a Menem, la destrucción del Estado, imponerle al gobierno de la Alianza la destrucción de la red de seguridad social y entonces presionan para abrir a la libre competencia el sistema de obra social prepaga”.
Ratificó públicamente que fue el único legislador que se negó a votar la Ley de Convertibilidad Fiscal, tan solicitada por el equipo económico nacional para lograr el equilibrio entre ingresos y egresos.
Pero el vehemente político radical no se detuvo ahí. Ante una pregunta, respondió que existe en el gobierno quienes asumen el papel de vocero de las pretensiones externas y no vaciló en decir que “algunos dicen que es De Santibáñez. “No sé, no lo conozco”, añadió para restar impacto a sus dichos.
Es curioso que Fernando de la Rúa pareciera encontrar más apoyo y solidaridad de sus aliados del Frepaso que de las filas ortodoxas de su partido. Acababa de tener una desagradable sorpresa con el intempestivo anuncio de Melchor Posse sobre los aumentos prometidos en las retribuciones de algunas categorías de jubilados, en medio del reajuste generalizado que intentaba el Ejecutivo.
