Moodys confirma la nota de la Argentina

La agencia estadounidense ratificó la calificación de riesgo soberano en el nivel B2 para la deuda en moneda extranjera y de B3 para los depósitos bancarios en la misma divisa, con perspectivas negativas.

4 junio, 2001

(EFE).- La agencia estadounidense Moodys confirmó hoy (lunes 4) la calificación de riesgo soberano de la Argentina en el nivel B2 para la deuda en moneda extranjera y de B3 para los depósitos bancarios en la misma divisa.

La calificación B2, la décimo quinta entre las 21 categorías utilizadas por Moodys, estaba en estudio para una posible rebaja desde el pasado 28 de marzo, cuando la agencia rebajó la calificación de riesgo de Argentina.

Las calificaciones de riesgo confirmadas hoy tienen perspectivas (en inglés outlook) negativas.

La agencia señaló en un comunicado que la calificación de B2 refleja la presencia de condiciones económicas y financieras de riesgo pese al exitoso canje de deuda de US$ 29.500 millones que se llevó a cabo este fin de semana.

“El canje de deuda debe entregar un alivio financiero temporal al bajar las necesidades de refinanciación del gobierno y reducir las salidas de efectivo para el pago de intereses”, señaló la agencia.

“Sin embargo, Moodys destaca que, incluso después de tomar en consideración los ahorros en el servicio de deuda, los requerimientos de financiación del gobierno continuarán relativamente altos en términos nominales, como queda demostrado con los cálculos de pagos por capital inicial del orden de más US$ 9.000 millones anuales entre 2002 y 2005”, agregó la agencia.

Asimismo, Moodys destacó que la mayor dependencia del gobierno en las instituciones financieras locales implica que mayores compromisos por parte de estas instituciones en un futuro cercano serán más difíciles de conseguir, dado el aumento de su exposición crediticia a los títulos del gobierno.

“Incluso si el gobierno introduce mayores cambios en las regulaciones monetarias y bancarias a fin de facilitar el aumento de la financiación de parte de instituciones locales, este recurso podría resultar perjudicial, por cuanto podría minar los prospectos de crecimiento al hacer más difícil la financiación del sector privado”, agregó Moodys.

La agencia explicó que las perspectivas negativas de la calificación de riesgo de la Argentina toman en cuenta las expectativas de que recuperar buenas tasas de crecimiento es una meta difícil.

“Dado el actual sistema cambiario, los prospectos de crecimiento están fuertemente influidos por la habilidad de Argentina de acceder a nuevas fuentes de financiación externa en los años venideros”, aseguró Moodys.

“Aunque la información preliminar parece indicar una posible reactivación de la activación económica, desde el punto de vista de Moodys el crecimiento sostenido en un período extenso de tiempo es lo que se necesita para asegurar un mejoramiento constante en el frente fiscal”, señalo la agencia.

Las perspectivas negativas de la calificación toman en cuenta también la posibilidad de que acontecimientos negativos puedan conducir rápidamente a un mayor deterioro de la calidad de crédito.

Entre estos acontecimientos negativos Moodys destaca los posibles golpes externos así como la posibilidad de que se erosione el apoyo político al programa del gobierno a medida que se acerquen las elecciones.

(EFE).- La agencia estadounidense Moodys confirmó hoy (lunes 4) la calificación de riesgo soberano de la Argentina en el nivel B2 para la deuda en moneda extranjera y de B3 para los depósitos bancarios en la misma divisa.

La calificación B2, la décimo quinta entre las 21 categorías utilizadas por Moodys, estaba en estudio para una posible rebaja desde el pasado 28 de marzo, cuando la agencia rebajó la calificación de riesgo de Argentina.

Las calificaciones de riesgo confirmadas hoy tienen perspectivas (en inglés outlook) negativas.

La agencia señaló en un comunicado que la calificación de B2 refleja la presencia de condiciones económicas y financieras de riesgo pese al exitoso canje de deuda de US$ 29.500 millones que se llevó a cabo este fin de semana.

“El canje de deuda debe entregar un alivio financiero temporal al bajar las necesidades de refinanciación del gobierno y reducir las salidas de efectivo para el pago de intereses”, señaló la agencia.

“Sin embargo, Moodys destaca que, incluso después de tomar en consideración los ahorros en el servicio de deuda, los requerimientos de financiación del gobierno continuarán relativamente altos en términos nominales, como queda demostrado con los cálculos de pagos por capital inicial del orden de más US$ 9.000 millones anuales entre 2002 y 2005”, agregó la agencia.

Asimismo, Moodys destacó que la mayor dependencia del gobierno en las instituciones financieras locales implica que mayores compromisos por parte de estas instituciones en un futuro cercano serán más difíciles de conseguir, dado el aumento de su exposición crediticia a los títulos del gobierno.

“Incluso si el gobierno introduce mayores cambios en las regulaciones monetarias y bancarias a fin de facilitar el aumento de la financiación de parte de instituciones locales, este recurso podría resultar perjudicial, por cuanto podría minar los prospectos de crecimiento al hacer más difícil la financiación del sector privado”, agregó Moodys.

La agencia explicó que las perspectivas negativas de la calificación de riesgo de la Argentina toman en cuenta las expectativas de que recuperar buenas tasas de crecimiento es una meta difícil.

“Dado el actual sistema cambiario, los prospectos de crecimiento están fuertemente influidos por la habilidad de Argentina de acceder a nuevas fuentes de financiación externa en los años venideros”, aseguró Moodys.

“Aunque la información preliminar parece indicar una posible reactivación de la activación económica, desde el punto de vista de Moodys el crecimiento sostenido en un período extenso de tiempo es lo que se necesita para asegurar un mejoramiento constante en el frente fiscal”, señalo la agencia.

Las perspectivas negativas de la calificación toman en cuenta también la posibilidad de que acontecimientos negativos puedan conducir rápidamente a un mayor deterioro de la calidad de crédito.

Entre estos acontecimientos negativos Moodys destaca los posibles golpes externos así como la posibilidad de que se erosione el apoyo político al programa del gobierno a medida que se acerquen las elecciones.

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