Minassian ve confianza en la Argentina
Formuló declaraciones en Nueva York. Afirma que comenzó la recuperación, pero no deja de señalar críticas sobre cómo se manejó la crisis política en Buenos Aires.
Causó positiva impresión en los observadores locales la entrevista concedida por Teresa Ter Minassian en Nueva York a un periodista de BAE; la directora del FMI afirmó que la Argentina recuperó terreno en el plano financiero internacional, advierte que la confianza retorna al país, comienza la recuperación de la economía y que el Gobierno cumple en gran medida los compromisos asumidos con el FMI.
Minassian había viajado el viernes 19 desde Washington a Nueva York para apoyar al ministro José Luis Machinea en la presentación de su programa económico-financiero antes los inversores locales.
De todas maneras, no dejó de manifestar sus quejas ante la delegación argentina, en privado, por la difusión parcial del documento del organismo internacional sobre la situación del país y, muy en particular, por las expresiones crítica de algunos miembros del gabinete de De la Rúa.
Aclaró que habían trascendido aspectos parciales del informe, que será dado a conocer completo en los próximos días mediante el website del FMI.
La funcionaria internacional reconoció ser autora de la calificación de “lamentable” aplicada a la actitud de algunos dirigentes argentinos; estima que la clase política debe asumir que es hora de aceptar plenamente las responsabilidades que le competen, ya que de no hacerlo con amplitud puede generarse riesgo para el éxito del programa económico.
La demora que sufren los proyecto enviados por el Poder Ejecutivo al Congreso y las dificultades para reducir los déficits provinciales son los temas que causan mayor preocupación en las esferas directivas del Fondo Monetario Internacional, según la entrevistada.
Una de las causas primordiales del desajuste económico y financiero experimentado en 2000 en la Argentina es, a juicio de los directores del FMI, la crisis política que se generó abruptamente en el país, que difundió la imagen de una grave fisura en las filas de la coalición oficial.
La sensación de incertidumbre creada afectó mucho a la economía, declaró Minassian.
Causó positiva impresión en los observadores locales la entrevista concedida por Teresa Ter Minassian en Nueva York a un periodista de BAE; la directora del FMI afirmó que la Argentina recuperó terreno en el plano financiero internacional, advierte que la confianza retorna al país, comienza la recuperación de la economía y que el Gobierno cumple en gran medida los compromisos asumidos con el FMI.
Minassian había viajado el viernes 19 desde Washington a Nueva York para apoyar al ministro José Luis Machinea en la presentación de su programa económico-financiero antes los inversores locales.
De todas maneras, no dejó de manifestar sus quejas ante la delegación argentina, en privado, por la difusión parcial del documento del organismo internacional sobre la situación del país y, muy en particular, por las expresiones crítica de algunos miembros del gabinete de De la Rúa.
Aclaró que habían trascendido aspectos parciales del informe, que será dado a conocer completo en los próximos días mediante el website del FMI.
La funcionaria internacional reconoció ser autora de la calificación de “lamentable” aplicada a la actitud de algunos dirigentes argentinos; estima que la clase política debe asumir que es hora de aceptar plenamente las responsabilidades que le competen, ya que de no hacerlo con amplitud puede generarse riesgo para el éxito del programa económico.
La demora que sufren los proyecto enviados por el Poder Ejecutivo al Congreso y las dificultades para reducir los déficits provinciales son los temas que causan mayor preocupación en las esferas directivas del Fondo Monetario Internacional, según la entrevistada.
Una de las causas primordiales del desajuste económico y financiero experimentado en 2000 en la Argentina es, a juicio de los directores del FMI, la crisis política que se generó abruptamente en el país, que difundió la imagen de una grave fisura en las filas de la coalición oficial.
La sensación de incertidumbre creada afectó mucho a la economía, declaró Minassian.
