Mientras cede la demanda en varias economías, la recesión acecha en Estados Unidos
Otos países sufren problemas financieros, pero la economía norteamericana gesta una recesión. O sea, el peligro de que ceda la demanda, los precios caigan y el desempleo dure meses o años. La industria, en el piso desde 1982: 38,9 puntos.
3 noviembre, 2008
Técnicamente, cuando ese fenómeno llega a tres trimestres, hay deflación. Si ésta deriva de un crac financiero como el de 1929/32 o el iniciado en agosto de 2007, puede surgir una depresión como la de 1933/8. Una persistente contracción de precios también ocasionó en Japón una “década perdida”; en verdad, tres lustros (1990/2005). Algunos ultrapesimistas, por ejemplo Robert Barbera, ven en eso un antecedente de lo que podría suceder en EE.UU.
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Por cierto, la debilidad de otras economías relevantes reduce la demanda y los precios de hidrocarburos, granos, cobre y otros productos primarios. Pero este proceso recién empieza y sólo la vivienda ha alcanzado el paroxismo. No obstante, ya se notan bajas en muebles, ropa de cama, electrodomésticos, herramientas y ferretería. </p>
<p>Hace apenas meses, Washington afrontaba un problema inverso: estancamiento con alza de precios (estanflación), pues las cotizaciones de materias primas –esencialmente hidrocarburos, alimentos y metales críticos- contagiaban la economía. El julio los crudos marcaron récords absolutos (US$147,25/50) y el índice de precios minoristas era 5,6% superior al de un año antes y su ritmo era el más alto desde 1991. En septiembre, la inflación se contraía a 4,9% anual. </p>
<p>Observando tan notable reversión en tan escaso lapso, surgía otra inquietud: que esta volatilidad marque el comienzo de algo peor. Vale decir, un lento, largo deterioro, caracterizado por familias y empresas dejando de comprar –no sólo en EE.UU.- por falta de liquidez. Aunque se lo estime improbable, eso puede acabar en menor producción, más despidos y ulterior descenso de la demanda. </p>
<p>El riesgo reside en las dificultades de aplicar curas. Un gobierno puede ahogar la inflación elevando tipos de interés y, por ende, reduciendo la demanda de bienes y servicios. Pero, como lo descubrió Japón, eso paraliza una economía líder por muchos años… aunque las tasas de interés toquen cero (ó 0,3% anual, como ahora). Ante escasa demanda y precios en caída, las empresas son renuentes a invertir, aunque el crédito no les cueste nada. </p>
<p>La mayoría de analistas –inclusive Barbera y Nouriel Roubini- estima que Washington tiene instrumentos suficientes para eludir el agujero negro que atrapó a Japón. Cabe recordar que EE.UU. atravesó un “pánico deflacionario” en 2003, pero la Reserva Federal lo neutralizó con una amplia rebaja de tipos referenciales. Lástima que eso infló una letal burbuja inmobiliaria. Hoy, la RF repite aquel exiguo 1% anual en la tasa básica. </p>
<p>“Fabricando bastante moneda, es posible crear inflación”, señala Kenneth Rogoff, ex FMI. Pero, aun con la emisión sin respaldo que implica un rescate para malos banquero por US$ 694.000 millones, aumenta el peligro de una recesión internacionaliza. “Han dejado que una crisis financiera occidental –observa el analista- se convierta en pánico generalizado. Pero el peligro es que, en vez de algunos años malos, esto se convierta en una década perdida”. Como en Japón. </p>
<p>Este clima y dos malas noticias dejaban neutra a Wall Street. Por un lado, la construcción perdió 0,3% en septiembre. Por el otro, la industria marcó 38,9 puntos en octubre -mínimo en veintiséis años- y eso se sabe horas antes del martes 4. </p>