viernes, 27 de diciembre de 2024

Merkel, FMI, los ultras y el gran dilema griego

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“Los norteamericanos siempre acaban haciendo lo correcto, después de haber intentado todo lo demás”, solía decir Winston Churchill en los años 50. Ahora la ironía se aplica a la canciller Angela Merkel y al acéfalo Fondo Monetario Internacional.

<p>Lo que menos quisiera la jefa del gobierno germano ser&iacute;a repetir la par&aacute;bola, pero en la crisis de endeudamiento soberano que vive la Eurozona. No s&oacute;lo Grecia &ndash;el caso extremo-, sino tambi&eacute;n Portugal, Irlanda y, eventualmente, Espa&ntilde;a e Italia.<br />
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Los problemas no paran ah&iacute;. Desde hace meses, la propia Uni&oacute;n Europea es un caldo de cultivo para la extrema derecha populista y xen&oacute;foba. Alemania denota los primeros signos de contagio, asociados a triunfos electorales en Finlandia, Holanda, Eslovaquia, B&eacute;lgica, Francia, Hungr&iacute;a, Dinamarca, Austria y Suecia. Por supuesto, un vuelco de ese tipo en Berl&iacute;n tendr&iacute;a un sabor distinto, m&aacute;s peligroso.<br />
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Hace un a&ntilde;o, Merkel misma defin&iacute;a la crisis de deuda soberana en la &ldquo;periferia&rdquo; de la Eurozona como &ldquo;una batalla entre la pol&iacute;tica y el mercado, donde debiera imponerse la primera&rdquo;. Hoy se entera de que buena parte de US$ 77.000 millones (unos &euro; 55.000 millones) en derivados de seguros sobre la deuda griega est&aacute; en manos de Landesbanken. Vale decir, no en bancos privados sino estaduales o mixtos.<br />
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No termina all&iacute; el asunto. Sucede que las instituciones financieras m&aacute;s expuestas a un colapso de Atenas son francesas y sus paquetes incluyen acciones del estado. Esto pesar&aacute; en la campa&ntilde;a electoral, dado que el presidente Nicolas Sarkozy busca reelegirse y su rival directa, Marina Le Pen, tiene serias posibilidades de ganarle, ya con el &ldquo;sexualdem&oacute;crata&rdquo; Dominique Strauss-Kahn fuera de carrera.<br />
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Nuevamente, Alemania no puede sumarse al segundo rescate heleno (&euro; 60.000 millones en 2012/4) porque no se lo permite su frente interno. No sin motivos atendibles, la coalici&oacute;n de gobierno &ndash;democristianos, demoliberales- insiste en que el salvamento griego y otros en carpeta incluyan bonistas, o sea acreedores privados. <br />
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