Mercosur: negociación contra reloj
Los cancilleres y ministros de Economía de la Argentina, Brasil y Paraguay trataban esta noche de convencer a sus pares uruguayos para que aceptaran el acuerdo automotor.
(EFE).- Los cancilleres y ministros de Economía de los países del Mercosur seguían negociando hoy (jueves 29) contra reloj el acuerdo automotor, en medio de la resistencia de Uruguay a unirse y el deseo de los otros socios de que ello no impida su aplicación.
Los altos funcionarios celebraron una primera reunión y próximamente lo harán con sus homólogos de Chile y Bolivia, países asociados comercialmente al bloque, para definir los puntos que presentarán mañana, viernes, en la cumbre presidencial del Mercosur ampliado.
El canciller uruguayo, Didier Opertti, dijo hoy que las discusiones de Uruguay con el resto de los socios del Mercosur sobre el acuerdo automotor que impulsan la Argentina y Brasil “están muy complicadas” y que todavía los países se encuentran en “pleno proceso de negociación”.
Opertti añadió que de esta reunión ministerial saldrán cuatro resoluciones que se entregarán a los presidentes del Mercosur ampliado, basadas en asuntos que fueron tratados en los últimos días por el Grupo Mercado Común (GMC), instancia técnica del bloque.
El titular argentino de Economía, José Luis Machinea, manifestó que “hay buenas expectativas” de que Uruguay termine aceptando los términos del acuerdo.
Con anterioridad a la reunión ministerial, Machinea había señalado que el asunto “estaba casi cerrado” y que “llegado el caso” de que Uruguay siguiera estando disconforme, el acuerdo para regular el régimen automotor transitorio hasta 2006 saldría igualmente.
El canciller brasileño, Luiz Felipe Lampreia, expresó su deseo de que Uruguay se sume al tratado, mientras el ministro de Industria y Comercio de Paraguay, Euclides Acevedo, indicó que “si no se acuerda ahora, se seguirá negociando; no es un problema de uno contra tres”.
El acuerdo regulará el comercio de automóviles dentro del Mercosur hasta su liberalización completa, prevista para el 1 de enero de 2006.
El sector automotor es el único, junto con el del azúcar, que goza de un régimen especial dentro del bloque.
El acuerdo establece pautas específicas en cuanto a aranceles y normas de origen para cada renglón industrial, como un arancel externo para los vehículos de fuera del bloque que será de 35% para la Argentina y Brasil y de 23% para los otros dos socios.
El titular paraguayo de Industria y Comercio insistió hoy en que para su país es “inaceptable” el arancel de 35% que acordaron la Argentina y Brasil, ya que, expresó, “terminaríamos subsidiando a industrias y a nosotros no nos corresponde”.
También descartó que Paraguay deje de importar automóviles usados, lo que pretende el resto de los países del Mercosur.
El canciller paraguayo, Juan Esteban Aguirre, señaló al comienzo de la reunión que su país estaba “muy satisfecho de hasta donde había llegado” en las negociaciones del acuerdo, que, según dijeron funcionarios argentinos, ha sido aceptado por las autoridades paraguayas.
La cumbre presidencial de mañana tiene como objetivo ratificar el relanzamiento del Mercosur, acordado durante la presidencia temporal argentina, después del estancamiento del bloque por las diferencias comerciales que se produjeron entre Brasil y este país a raíz de la devaluación del real en 1999.
El ministro argentino de Relaciones Exteriores, Adalberto Rodríguez Giavarini, consideró que la unión aduanera es el eje central de la política exterior de las naciones del bloque.
Los asistentes a la reunión de los jefes de Estado del Mercosur ampliado han sido consultados sobre la eventual incorporación de Chile al bloque, proceso que debe ser “paulatino” y por “etapas”, según la canciller de ese país, Soledad Alvear.
Antes de incorporarse a la reunión, Rodríguez Giavarini expresó su esperanza de que las conversaciones permitan avanzar hacia una incorporación plena de Chile, trabada porque este país tiene unos aranceles externos menores a los del bloque regional.
El canciller brasileño manifestó a la prensa que “todavía no se empezó a hablar sobre bases precisas” y que para lograr la incorporación plena de ese país “es necesario llevar adelante discusiones operativas”.
(EFE).- Los cancilleres y ministros de Economía de los países del Mercosur seguían negociando hoy (jueves 29) contra reloj el acuerdo automotor, en medio de la resistencia de Uruguay a unirse y el deseo de los otros socios de que ello no impida su aplicación.
Los altos funcionarios celebraron una primera reunión y próximamente lo harán con sus homólogos de Chile y Bolivia, países asociados comercialmente al bloque, para definir los puntos que presentarán mañana, viernes, en la cumbre presidencial del Mercosur ampliado.
El canciller uruguayo, Didier Opertti, dijo hoy que las discusiones de Uruguay con el resto de los socios del Mercosur sobre el acuerdo automotor que impulsan la Argentina y Brasil “están muy complicadas” y que todavía los países se encuentran en “pleno proceso de negociación”.
Opertti añadió que de esta reunión ministerial saldrán cuatro resoluciones que se entregarán a los presidentes del Mercosur ampliado, basadas en asuntos que fueron tratados en los últimos días por el Grupo Mercado Común (GMC), instancia técnica del bloque.
El titular argentino de Economía, José Luis Machinea, manifestó que “hay buenas expectativas” de que Uruguay termine aceptando los términos del acuerdo.
Con anterioridad a la reunión ministerial, Machinea había señalado que el asunto “estaba casi cerrado” y que “llegado el caso” de que Uruguay siguiera estando disconforme, el acuerdo para regular el régimen automotor transitorio hasta 2006 saldría igualmente.
El canciller brasileño, Luiz Felipe Lampreia, expresó su deseo de que Uruguay se sume al tratado, mientras el ministro de Industria y Comercio de Paraguay, Euclides Acevedo, indicó que “si no se acuerda ahora, se seguirá negociando; no es un problema de uno contra tres”.
El acuerdo regulará el comercio de automóviles dentro del Mercosur hasta su liberalización completa, prevista para el 1 de enero de 2006.
El sector automotor es el único, junto con el del azúcar, que goza de un régimen especial dentro del bloque.
El acuerdo establece pautas específicas en cuanto a aranceles y normas de origen para cada renglón industrial, como un arancel externo para los vehículos de fuera del bloque que será de 35% para la Argentina y Brasil y de 23% para los otros dos socios.
El titular paraguayo de Industria y Comercio insistió hoy en que para su país es “inaceptable” el arancel de 35% que acordaron la Argentina y Brasil, ya que, expresó, “terminaríamos subsidiando a industrias y a nosotros no nos corresponde”.
También descartó que Paraguay deje de importar automóviles usados, lo que pretende el resto de los países del Mercosur.
El canciller paraguayo, Juan Esteban Aguirre, señaló al comienzo de la reunión que su país estaba “muy satisfecho de hasta donde había llegado” en las negociaciones del acuerdo, que, según dijeron funcionarios argentinos, ha sido aceptado por las autoridades paraguayas.
La cumbre presidencial de mañana tiene como objetivo ratificar el relanzamiento del Mercosur, acordado durante la presidencia temporal argentina, después del estancamiento del bloque por las diferencias comerciales que se produjeron entre Brasil y este país a raíz de la devaluación del real en 1999.
El ministro argentino de Relaciones Exteriores, Adalberto Rodríguez Giavarini, consideró que la unión aduanera es el eje central de la política exterior de las naciones del bloque.
Los asistentes a la reunión de los jefes de Estado del Mercosur ampliado han sido consultados sobre la eventual incorporación de Chile al bloque, proceso que debe ser “paulatino” y por “etapas”, según la canciller de ese país, Soledad Alvear.
Antes de incorporarse a la reunión, Rodríguez Giavarini expresó su esperanza de que las conversaciones permitan avanzar hacia una incorporación plena de Chile, trabada porque este país tiene unos aranceles externos menores a los del bloque regional.
El canciller brasileño manifestó a la prensa que “todavía no se empezó a hablar sobre bases precisas” y que para lograr la incorporación plena de ese país “es necesario llevar adelante discusiones operativas”.
