Menos angustia por aftosa

La decisión de Estados Unidos y Canadá de permitir el ingreso sin restricciones de los embarque de carne enfriada ,anterior al 15 de julio, bajó la tensión en el gobierno y los productores.

19 agosto, 2000

En el marco de la fiesta cívica con que el país honró el jueves a José de San Martín, noticias procedentes del hemisferio norte contribuyeron a reforzar el buen ánimo presidencial. Los Estados Unidos y Canadá permitían el ingreso de 75 contenedores con carne argentina ,despachados antes de que se decretara la emergencia sanitaria, provocada por la aparición de brotes de aftosa en el nordeste del país.

Los sectores exportadores, además de los funcionarios involucrados en el tratamiento del problema, sintieron que –por primera vez desde la aparición de la enfermedad–se descomprimía parcialmente la angustiosa presión que estaban sufriendo. Antonio Berhongaray confirmó la información ante el Congreso donde expresó que debía ser interpretada como un gesto de ambos países en apoyo a los esfuerzos realizados por la Argentina para erradicar la epidemia.

El presidente de la República se reunió con los gobernadores y representantes de provincias relacionadas con el problema, y ratificó que no hay epidemia de aftosa en la Argentina y que las drásticas medidas adoptadas tuvieron como objetivo evitar la aparición de nuevos brotes y generar confianza por la seriedad y calidad científica de nuestras autoridades sanitarias y políticas Recibió total e irrestricto respaldo de los presentes.

A todo esto, Paraguay –que había autodeclarado a su territorio libre de aftosa sin vacunación– dio rápidamente marcha atrás, dispuso la emergencia sanitaria y la vacunación en las zonas linderas con la Argentina, mientras el presidente del Servicio Nacional de Salud Animal de país, Vicente Acuña, abonó una teoría del Presidente Luis González Macchi sosteniendo que la infección se originó del lado argentino de la frontera. Tesis desvirtuada por los análisis hechos por SENASA que demostraría la presencia de una cepa del virus (A 24) propia del Paraguay.

En resumen, la argentina debió cancelar exportaciones de carne fresca a Uruguay, Taiwán y, de manera parcial a Chile, que sólo vetó envío procedentes de dos frigoríficos de Entre Ríos. El Brasil prohibe el ingreso de animales en pie por las fronteras del litoral y anunció que no adoptará otras restricciones debido a que apoya la manera en que ha procedido la Argentina .

En el marco de la fiesta cívica con que el país honró el jueves a José de San Martín, noticias procedentes del hemisferio norte contribuyeron a reforzar el buen ánimo presidencial. Los Estados Unidos y Canadá permitían el ingreso de 75 contenedores con carne argentina ,despachados antes de que se decretara la emergencia sanitaria, provocada por la aparición de brotes de aftosa en el nordeste del país.

Los sectores exportadores, además de los funcionarios involucrados en el tratamiento del problema, sintieron que –por primera vez desde la aparición de la enfermedad–se descomprimía parcialmente la angustiosa presión que estaban sufriendo. Antonio Berhongaray confirmó la información ante el Congreso donde expresó que debía ser interpretada como un gesto de ambos países en apoyo a los esfuerzos realizados por la Argentina para erradicar la epidemia.

El presidente de la República se reunió con los gobernadores y representantes de provincias relacionadas con el problema, y ratificó que no hay epidemia de aftosa en la Argentina y que las drásticas medidas adoptadas tuvieron como objetivo evitar la aparición de nuevos brotes y generar confianza por la seriedad y calidad científica de nuestras autoridades sanitarias y políticas Recibió total e irrestricto respaldo de los presentes.

A todo esto, Paraguay –que había autodeclarado a su territorio libre de aftosa sin vacunación– dio rápidamente marcha atrás, dispuso la emergencia sanitaria y la vacunación en las zonas linderas con la Argentina, mientras el presidente del Servicio Nacional de Salud Animal de país, Vicente Acuña, abonó una teoría del Presidente Luis González Macchi sosteniendo que la infección se originó del lado argentino de la frontera. Tesis desvirtuada por los análisis hechos por SENASA que demostraría la presencia de una cepa del virus (A 24) propia del Paraguay.

En resumen, la argentina debió cancelar exportaciones de carne fresca a Uruguay, Taiwán y, de manera parcial a Chile, que sólo vetó envío procedentes de dos frigoríficos de Entre Ríos. El Brasil prohibe el ingreso de animales en pie por las fronteras del litoral y anunció que no adoptará otras restricciones debido a que apoya la manera en que ha procedido la Argentina .

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