Mejora la imagen del gobierno
En la Casa Rosada se manejan cifras de encuestas que indican mayor confianza de la población en el Gobierno. Trasciende que De la Rúa rearma su equipo para preparar la campaña política para octubre.
Distintos medios de comunicación dieron cuenta al comienzo de la semana de que percibía en la Casa Rosada una sensación de alivio respecto de las próximas elecciones de renovación parlamentaria, al abrigo de las buenas noticias que marca la coyuntura financiera.
El clima fue detectado en la reunión de gabinete que presidió Crystian Colombo , en la que se analizó los resultados de algunas encuestas de opinión, en las que se trasluce una incipiente, aunque prometedora tendencia a mejorar los índices de confianza en la gestión oficial, sin que alcancen aún los existentes al comenzar la gestión de la coalición aliancista.
El presidente de la Nación, de acuerdo a las versiones recogidas en fuentes oficiales, ha instruido expresamente a sus colaboradores para que oculten cualquier expectativa electoralista en el orden inmediato, aunque se manejan datos de que el aumento del índice de confianza de 19 % al 29% en el último mes actúa como estímulo para quienes piensan en la proximidad del mes de octubre.
Más todavía, se asegura que el hijo del primer mandatario, Antonio de la Rúa, recibió directivas paternas para reunir nuevamente al equipo que organizó la campaña presidencial de 1999.
No serían ajenas a este cambio de clima en las alturas del poder político las especulaciones sobre eventuales candidaturas; se da por supuesta la de Raúl Alfonsín al Senado, por la provincia de Buenos Aires, y se trazan conjeturas acerca de la de Carlos Alvarez – a pesar de sus reiteradas negativas – a la de la ciudad capital.
Entre los especialistas que volcaron su opinión a la prensa, Rosendo Fraga apuntó que la imagen positiva del Presidente es la consecuencia lógica de que la situación general mejoró en relación con su peor momento, registrado en noviembre pasado.
Estima, sin embargo, que la problemática política no pasa por un cambio de imagen, sino que está anclada en la realidad y que la sociedad aún no parece percibir con claridad cambios substanciales; su atención está dirigida de manera particular al estímulo del consumo y a la baja del índice de desempleo, dos temas que atañen directamente al futuro individual de los ciudadanos.
Distintos medios de comunicación dieron cuenta al comienzo de la semana de que percibía en la Casa Rosada una sensación de alivio respecto de las próximas elecciones de renovación parlamentaria, al abrigo de las buenas noticias que marca la coyuntura financiera.
El clima fue detectado en la reunión de gabinete que presidió Crystian Colombo , en la que se analizó los resultados de algunas encuestas de opinión, en las que se trasluce una incipiente, aunque prometedora tendencia a mejorar los índices de confianza en la gestión oficial, sin que alcancen aún los existentes al comenzar la gestión de la coalición aliancista.
El presidente de la Nación, de acuerdo a las versiones recogidas en fuentes oficiales, ha instruido expresamente a sus colaboradores para que oculten cualquier expectativa electoralista en el orden inmediato, aunque se manejan datos de que el aumento del índice de confianza de 19 % al 29% en el último mes actúa como estímulo para quienes piensan en la proximidad del mes de octubre.
Más todavía, se asegura que el hijo del primer mandatario, Antonio de la Rúa, recibió directivas paternas para reunir nuevamente al equipo que organizó la campaña presidencial de 1999.
No serían ajenas a este cambio de clima en las alturas del poder político las especulaciones sobre eventuales candidaturas; se da por supuesta la de Raúl Alfonsín al Senado, por la provincia de Buenos Aires, y se trazan conjeturas acerca de la de Carlos Alvarez – a pesar de sus reiteradas negativas – a la de la ciudad capital.
Entre los especialistas que volcaron su opinión a la prensa, Rosendo Fraga apuntó que la imagen positiva del Presidente es la consecuencia lógica de que la situación general mejoró en relación con su peor momento, registrado en noviembre pasado.
Estima, sin embargo, que la problemática política no pasa por un cambio de imagen, sino que está anclada en la realidad y que la sociedad aún no parece percibir con claridad cambios substanciales; su atención está dirigida de manera particular al estímulo del consumo y a la baja del índice de desempleo, dos temas que atañen directamente al futuro individual de los ciudadanos.
