Medio Oriente: nuevos enfrentamientos
Cuatro muertos en un atentado suicida en Israel. En revancha, un grupo de radicales lincha a un palestino en un mercado de Netanya.
Cuatro personas resultaron muertas y cerca de medio centenar heridas por un atentado suicida perpetrado ayer (domingo 4) en la ciudad de Netanya, una treintena de kilómetros al norte de Tel Aviv.
La explosión de una bomba, presumiblemente efectuada por un radical palestino, se produce en vísperas del Eid al Adha (Fiesta del Sacrificio), una de las celebraciones más importantes del calendario islámico, y mientras el nuevo jefe del Gobierno israelí, el ultraconservador Ariel Sharon, trata de cerrar sus alianzas con la extrema derecha radical tras haberlo hecho con los laboristas.
En medio del torbellino, un grupo de radicales judíos decidió tomarse la venganza por su mano y desencadenó una verdadera caza al árabe en el centro de la ciudad.
En un mercado cercano, un obrero palestino de la construcción fue linchado, casi hasta la muerte.
´Todo árabe que venga esta mañana al mercado no saldrá vivo´, había exclamado un exaltado ante la prensa, apuntando con el dedo en dirección de la ciudad autónoma de Tulkarem, a apenas 20 kilómetros de allí, el punto palestino más cercano, de donde se presume que salen los comandos radicales que atacan en el corazón de Israel.
El ministro de Seguridad Interior, Shlomo Ben Ami, conmocionado y dolorido por la reacción de la gente, pidió públicamente calma: ´Hay que luchar contra los terroristas sin convertirse en terroristas´.
Cuatro personas resultaron muertas y cerca de medio centenar heridas por un atentado suicida perpetrado ayer (domingo 4) en la ciudad de Netanya, una treintena de kilómetros al norte de Tel Aviv.
La explosión de una bomba, presumiblemente efectuada por un radical palestino, se produce en vísperas del Eid al Adha (Fiesta del Sacrificio), una de las celebraciones más importantes del calendario islámico, y mientras el nuevo jefe del Gobierno israelí, el ultraconservador Ariel Sharon, trata de cerrar sus alianzas con la extrema derecha radical tras haberlo hecho con los laboristas.
En medio del torbellino, un grupo de radicales judíos decidió tomarse la venganza por su mano y desencadenó una verdadera caza al árabe en el centro de la ciudad.
En un mercado cercano, un obrero palestino de la construcción fue linchado, casi hasta la muerte.
´Todo árabe que venga esta mañana al mercado no saldrá vivo´, había exclamado un exaltado ante la prensa, apuntando con el dedo en dirección de la ciudad autónoma de Tulkarem, a apenas 20 kilómetros de allí, el punto palestino más cercano, de donde se presume que salen los comandos radicales que atacan en el corazón de Israel.
El ministro de Seguridad Interior, Shlomo Ben Ami, conmocionado y dolorido por la reacción de la gente, pidió públicamente calma: ´Hay que luchar contra los terroristas sin convertirse en terroristas´.
