Los esfuerzos diplomáticos se incrementaron hoy (viernes 13) para que israelíes y palestinos vuelvan a la mesa de negociaciones, aunque dos de los principales mediadores en el conflicto, Estados Unidos y Egipto, reconocieron que aún no se dan las condiciones necesarias para una cumbre.
La Unión Europea abogó para que el líder palestino, Yaser Arafat, y el primer ministro israelí, Ehud Barak, se reúnan mañana, sábado, en el balneario egipcio de Sharm el Sheij, “o en otra parte”, para reanudar el diálogo “con toda urgencia” y evitar el “peligro real de estallido general” en Medio Oriente.
Los líderes europeos, “traumatizados” por los acontecimientos en Medio Oriente, harán “lo máximo” posible para facilitar el cese de la violencia y la reanudación del diálogo, dijo el presidente francés y de turno de la UE, Jacques Chirac, en una rueda de prensa en Biarritz, donde los 15 iniciaron hoy un Consejo Europeo informal.
Sin embargo, Estados Unidos –que decidió hoy cerrar sus embajadas y consulados en Oriente Medio, y en ocho naciones africanas y en Pakistán, tras el ataque sufrido ayer, jueves, contra uno de sus buques de guerra en Yemen– consideró que todavía no se dan las condiciones necesarias para celebrar una cumbre.
Según Jake Siewert, portavoz de la Casa Blanca, Estados Unidos “cree que una cumbre es una opción posible para avanzar en el proceso de reducir la violencia, pero todavía no se han producido las condiciones necesarias” para una reunión así.
Esta opinión fue compartida por el ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Amro Musa, quien consideró que no existe una atmósfera adecuada para celebrar una cumbre, ya que “aún no se dan las condiciones” para ese encuentro.
Aunque Musa, que hoy viajó a Riad para reunirse con representantes saudíes y sirios, no concretó cuáles eran esas condiciones, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, ha insistido en los últimos días en que un paso previo indispensable es que Israel detenga la campaña militar contra los palestinos.
Arafat condiciona su participación en la cumbre a que Israel acepte una “investigación internacional” de sus operaciones de represión contra los nacionalistas palestinos alzados en Jerusalén, Cisjordania y la franja de Gaza, así como a que levante el cerco militar que impuso el jueves a los territorios palestinos.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) expresó en una conversación telefónica al presidente del Gobierno español, José María Aznar, su “buena disposición” para asistir a una eventual cumbre.
Por su parte, Barak exige que el líder palestino ordene el cese de las hostilidades contra Israel a cambio de su asistencia al encuentro.
Además, Israel sólo acepta una comisión de investigación sobre la sangrienta crisis si cuenta con representantes de Estados Unidos y Noruega, a lo que se opone Arafat, que pide la participación de la UE.
A la espera de la celebración o no del encuentro entre los líderes palestino e israelí, persiste la tensión en la zona.
Por la mañana, la oración del mediodía del viernes, día sagrado de los musulmanes, congregó a miles de fieles en las mezquitas de las ciudades de Gaza y Cisjordania, y en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, donde, tras finalizar, manifestantes palestinos provocaron algunos incidentes con la Policía y soldados israelíes.
Unos 50 palestinos resultaron heridos en los enfrentamientos, en los que los manifestantes lanzaron piedras a las que los soldados respondieron con balas de acero recubiertas de caucho.
En Ramala hubo tiroteos entre soldados y grupos de palestinos armados, mientras que tanques israelíes abrieron fuego contra algunos objetivos concretos.
Por otra parte, tras el atentado registrado ayer en un buque militar de Estados Unidos, hoy ocurrieron nuevas explosiones, esta vez en la embajada británica en Sana, que causó importantes daños materiales, pero no víctimas.
Asimismo, un grupo yemení llamado “El Ejército de Mahoma” se atribuyó hoy la autoría de ambos atentados en Yemen.
“El Ejército de Mahoma se compromete a llevar a cabo secuestros y nuevos atentados contra las embajadas británicas y estadounidenses en todo el mundo”, dijo el líder integrista.
En la Argentina, Gobierno Nacional confirmó hoy que existe una situación de “alerta” en el país, por lo que dispuso de medidas “extraordinarias” para proteger posibles objetivos israelitas y árabes y evitar represalias terroristas, aunque el representante diplomático de Palestina en el país, el embajador Suhail Akel, descartó rotundamente la posibilidad de nuevos atentados.
En otro orden de cosas, los mercados bursátiles internacionales lograron, en su mayoría, superar las pérdidas de la víspera, cuando habían registrado fortísimas pérdidas, afectados por la crítica situación en Medio Oriente (ver Hoy en Mercados y finanzas).
Los esfuerzos diplomáticos se incrementaron hoy (viernes 13) para que israelíes y palestinos vuelvan a la mesa de negociaciones, aunque dos de los principales mediadores en el conflicto, Estados Unidos y Egipto, reconocieron que aún no se dan las condiciones necesarias para una cumbre.
La Unión Europea abogó para que el líder palestino, Yaser Arafat, y el primer ministro israelí, Ehud Barak, se reúnan mañana, sábado, en el balneario egipcio de Sharm el Sheij, “o en otra parte”, para reanudar el diálogo “con toda urgencia” y evitar el “peligro real de estallido general” en Medio Oriente.
Los líderes europeos, “traumatizados” por los acontecimientos en Medio Oriente, harán “lo máximo” posible para facilitar el cese de la violencia y la reanudación del diálogo, dijo el presidente francés y de turno de la UE, Jacques Chirac, en una rueda de prensa en Biarritz, donde los 15 iniciaron hoy un Consejo Europeo informal.
Sin embargo, Estados Unidos –que decidió hoy cerrar sus embajadas y consulados en Oriente Medio, y en ocho naciones africanas y en Pakistán, tras el ataque sufrido ayer, jueves, contra uno de sus buques de guerra en Yemen– consideró que todavía no se dan las condiciones necesarias para celebrar una cumbre.
Según Jake Siewert, portavoz de la Casa Blanca, Estados Unidos “cree que una cumbre es una opción posible para avanzar en el proceso de reducir la violencia, pero todavía no se han producido las condiciones necesarias” para una reunión así.
Esta opinión fue compartida por el ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Amro Musa, quien consideró que no existe una atmósfera adecuada para celebrar una cumbre, ya que “aún no se dan las condiciones” para ese encuentro.
Aunque Musa, que hoy viajó a Riad para reunirse con representantes saudíes y sirios, no concretó cuáles eran esas condiciones, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, ha insistido en los últimos días en que un paso previo indispensable es que Israel detenga la campaña militar contra los palestinos.
Arafat condiciona su participación en la cumbre a que Israel acepte una “investigación internacional” de sus operaciones de represión contra los nacionalistas palestinos alzados en Jerusalén, Cisjordania y la franja de Gaza, así como a que levante el cerco militar que impuso el jueves a los territorios palestinos.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) expresó en una conversación telefónica al presidente del Gobierno español, José María Aznar, su “buena disposición” para asistir a una eventual cumbre.
Por su parte, Barak exige que el líder palestino ordene el cese de las hostilidades contra Israel a cambio de su asistencia al encuentro.
Además, Israel sólo acepta una comisión de investigación sobre la sangrienta crisis si cuenta con representantes de Estados Unidos y Noruega, a lo que se opone Arafat, que pide la participación de la UE.
A la espera de la celebración o no del encuentro entre los líderes palestino e israelí, persiste la tensión en la zona.
Por la mañana, la oración del mediodía del viernes, día sagrado de los musulmanes, congregó a miles de fieles en las mezquitas de las ciudades de Gaza y Cisjordania, y en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, donde, tras finalizar, manifestantes palestinos provocaron algunos incidentes con la Policía y soldados israelíes.
Unos 50 palestinos resultaron heridos en los enfrentamientos, en los que los manifestantes lanzaron piedras a las que los soldados respondieron con balas de acero recubiertas de caucho.
En Ramala hubo tiroteos entre soldados y grupos de palestinos armados, mientras que tanques israelíes abrieron fuego contra algunos objetivos concretos.
Por otra parte, tras el atentado registrado ayer en un buque militar de Estados Unidos, hoy ocurrieron nuevas explosiones, esta vez en la embajada británica en Sana, que causó importantes daños materiales, pero no víctimas.
Asimismo, un grupo yemení llamado “El Ejército de Mahoma” se atribuyó hoy la autoría de ambos atentados en Yemen.
“El Ejército de Mahoma se compromete a llevar a cabo secuestros y nuevos atentados contra las embajadas británicas y estadounidenses en todo el mundo”, dijo el líder integrista.
En la Argentina, Gobierno Nacional confirmó hoy que existe una situación de “alerta” en el país, por lo que dispuso de medidas “extraordinarias” para proteger posibles objetivos israelitas y árabes y evitar represalias terroristas, aunque el representante diplomático de Palestina en el país, el embajador Suhail Akel, descartó rotundamente la posibilidad de nuevos atentados.
En otro orden de cosas, los mercados bursátiles internacionales lograron, en su mayoría, superar las pérdidas de la víspera, cuando habían registrado fortísimas pérdidas, afectados por la crítica situación en Medio Oriente (ver Hoy en Mercados y finanzas).