Malvinas, puja por petróleo
Londres hizo saber que no negociará la soberanía. La cancillería argentina respondió que no tolerará acciones unilaterales por parte de los isleños.
El trasfondo económico del conflicto por Malvinas afloró en Londres, donde el gobierno inglés dejó sentado que no negociaría la soberanía de las islas y la secretaria de Recursos Naturales de los kelpers–Phyllis Rendal– exhortó ,en una reunión, a que nuevas empresas petroleras se unan a las que ya exploran las aguas del archipiélago. Esta decisión coloca al litigio en su punto original de controversia; la embajadora argentina –Susana Ruiz Cerrutti– representante especial del Canciller Rodríguez Giavarini, afirmó que el país no tolerará actos de naturaleza unilateral por parte de los isleños.
El vicecanciller británico –John Battle– rechazó el reclamo formulado por el ministro de Relaciones Exteriores de Buenos Aires ante el Consejo de Descolonización de las Naciones Unidas, organismo que exhortara a las partes a negociar la disputa por la soberanía. Battle garantizó a los habitantes de las Malvinas que el Reino Unido mantendrá su guarnición militar para dar claros signos de mantener la ocupación de esos territorios.
El conflicto por la posesión de las islas se prolongaba por carriles diplomáticos desde la creación de las Naciones Unidas hasta que la crisis de la OPEP, en 1973, con el consiguiente vertiginoso aumento del precio del petróleo, otorgó valor comercial a los depósitos submarinos que se habían mantenido en reserva . En esos años comenzaron a difundirse versiones procedentes del Servicio Geológico de los Estados Unidos y de distintas fuentes británicas sobre eventuales estimaciones del potencial en hidrocarburos de la Cuenca Austral Submarina de la Argentina. Aplicando las nuevas tecnologías prospectivas, entre ellas le exploración satelital, esas estimaciones variaban entre 80 mil millones y 200 mil millones de barriles de petróleo y gas equivalente en calorías.
A los precios de la fecha significan 6 billones (millón de millones) de dólares, una cifra de enorme importancia. Una parte considerable de esas presuntas reservas, corresponderían a la actual zona de exclusión de 200 millas que rige por imposición inglesa en torno del archipiélago. Ayer se difundió ,en Londres, que el Instituto Geológico Británico y la compañía Shell indican que la plataforma orgánica de las aguas de las islas han formado probablemente 60 mil millones de barriles de petróleo en la cuenca del norte.
Toda estimación en minería está supeditada a la verificación por métodos extractivos. Las perspectivas indicadas solamente tendrán confirmación si se efectúan nuevas perforaciones y éstas logran ser exitosas. En otro orden de cosas, existe una actitud de cooperación entre las partes para combatir la depredación de los recursos pesqueros por parte de flotas ajenas al continente. Todo tiende a indicar que la Argentina y Gran Bretaña están tomando posiciones para llegar, en definitiva, a una negociación sobre la explotación del potencial energético de la región.
El trasfondo económico del conflicto por Malvinas afloró en Londres, donde el gobierno inglés dejó sentado que no negociaría la soberanía de las islas y la secretaria de Recursos Naturales de los kelpers–Phyllis Rendal– exhortó ,en una reunión, a que nuevas empresas petroleras se unan a las que ya exploran las aguas del archipiélago. Esta decisión coloca al litigio en su punto original de controversia; la embajadora argentina –Susana Ruiz Cerrutti– representante especial del Canciller Rodríguez Giavarini, afirmó que el país no tolerará actos de naturaleza unilateral por parte de los isleños.
El vicecanciller británico –John Battle– rechazó el reclamo formulado por el ministro de Relaciones Exteriores de Buenos Aires ante el Consejo de Descolonización de las Naciones Unidas, organismo que exhortara a las partes a negociar la disputa por la soberanía. Battle garantizó a los habitantes de las Malvinas que el Reino Unido mantendrá su guarnición militar para dar claros signos de mantener la ocupación de esos territorios.
El conflicto por la posesión de las islas se prolongaba por carriles diplomáticos desde la creación de las Naciones Unidas hasta que la crisis de la OPEP, en 1973, con el consiguiente vertiginoso aumento del precio del petróleo, otorgó valor comercial a los depósitos submarinos que se habían mantenido en reserva . En esos años comenzaron a difundirse versiones procedentes del Servicio Geológico de los Estados Unidos y de distintas fuentes británicas sobre eventuales estimaciones del potencial en hidrocarburos de la Cuenca Austral Submarina de la Argentina. Aplicando las nuevas tecnologías prospectivas, entre ellas le exploración satelital, esas estimaciones variaban entre 80 mil millones y 200 mil millones de barriles de petróleo y gas equivalente en calorías.
A los precios de la fecha significan 6 billones (millón de millones) de dólares, una cifra de enorme importancia. Una parte considerable de esas presuntas reservas, corresponderían a la actual zona de exclusión de 200 millas que rige por imposición inglesa en torno del archipiélago. Ayer se difundió ,en Londres, que el Instituto Geológico Británico y la compañía Shell indican que la plataforma orgánica de las aguas de las islas han formado probablemente 60 mil millones de barriles de petróleo en la cuenca del norte.
Toda estimación en minería está supeditada a la verificación por métodos extractivos. Las perspectivas indicadas solamente tendrán confirmación si se efectúan nuevas perforaciones y éstas logran ser exitosas. En otro orden de cosas, existe una actitud de cooperación entre las partes para combatir la depredación de los recursos pesqueros por parte de flotas ajenas al continente. Todo tiende a indicar que la Argentina y Gran Bretaña están tomando posiciones para llegar, en definitiva, a una negociación sobre la explotación del potencial energético de la región.
