<p>Con más de 10.500.000 habitantes, el estado del sudoeste germano marcha tercero en población y superficie. En esta oportunidad, a la coalición se le vino abajo el partido demoliberal (FDP en alemán). Pero la victoria de los verdes resulta, sin duda, del desastre nuclear japonés y el papel dominante de las usinas atómicas en Alemania.<br />
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En efecto, los ambientalistas obtienen la primera gobernación de un estado grande. Curiosamente, los democristianos de Merkel (CDU) siguen como partido más votado, aun cediendo 5% (queda en 23%). Pero el desplome del FDP, a 5,3%, contrasta con el alza de los verdes, de 11,7% en 2006 a 24,2%.<br />
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Naturalmente, el problema de la canciller se da en escala nacional, pues su frente pierde escaños en el parlamento federal, Bundesrat. En esta especie de senado están los representantes de los gobiernos provinciales (länder) y en ese plano se dirimirá la hoy tambaleante relación CDU-FDP.<br />
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Por su parte, el oficialismo francés atraviesa su propia crisis. Los comicios locales -101 departamentos- impusieron a la izquierda y, simultáneamente, le dieron más bancas al Front National, o sea el bloque ultraderechista y xenófobo de Marine Le Pen, especie de Sarah Palin francesa. Parece irónico que la alianza pro Sarkozy se llame todavía Union pour un Mouvement Populaire (UMP).<br />
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Tal como quedó el mapa político, dentro de un año –coinciden varios sondeos- pasarán la primera vuelta Le Pen y un candidato socialista. Podría ser Dominique Strauss-Kahn, Martine Aubry o François Hollande. Entretanto, la UMP queda tercera y su única carta por hoy es Ségolène Royal. En lo tocante al todavía primer ministro François Fillon, su relación con Sarkozy se deteriora a ojos vista. <br />
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Mal domingo para Angela Merkel y Nicolas Sarkozy
Después de 58 años, inclusive el tiempo de la división, los democristianos pierden Baden-Wurttenberg. Al presidente francés le fue peor: lo venció la izquierda en comicios locales. La otra triunfadora fue Marine Le Pen, hija del xenófobo Jean-Marie.