Luz de Brasil, gas boliviano, gasoil uruguayo y fueloil venezolano, a costo incierto

Que muy probablemente falte gas en el invierno no significa que escasee la energía, que no haya calefacción en los hogares, o que las industrias tengan que detener la producción. La combinación de fuentes locales y regionales cubrirá la demanda.

27 febrero, 2008

La explicación más gráfica del cuadro de situación
energético a la vista la brindó Gerardo Rabinovich, prosecretario
del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi (IAE):”En invierno
los hogares consumen 50 % y es por ello que todos los esfuerzos se ponen en atenuar
la demanda. El promedio anual es de 30%, otro 30% es para la generación
de energía eléctrica y los hogares utilizan 20%”.

La canasta energética dejó de ser nacional para ser administrada
desde el sistema interconectado de la región. Así lo aclaró
la presidenta Cristina Kirchner tras reunirse con sus pares brasileño,
Lula da Silva, y boliviano, Evo Morales.

También el portafolios de la energía ha ido modificando sus canales
de expendio a medida que hubo que cubrir baches en la provisión de alguna
de las alternativas, por ejemplo, el gas, el gasoil y la electricidad el año
pasado.
Así, este invierno se estima que la demanda de gas ascenderá a 140
millones de m3/d y Bolivia sólo asegura un máximo de 5 millones
de m3/d. En este momento se recibe menos del mínimo pautado de 4,5 millones
de m3/d (entre 2 y 3 millones de m3/d).

Y aparece otro dato significativo en esa dirección: aunque Bolivia entregara
el máximo estipulado en el contrato de 2006, este sería de 7,7 millones
de m3/d, cantidad que no sería un aporte decisivo, ya que es sólo
un poco más de la mitad de la demanda requerida.

Eso sí, retorna a las usinas el vetusto fueloil importado desde Venezuela
para complicar la vida a los técnicos, que debieron hacer malabares con
los equipos para procesar ese combustible pesado y de mala calidad, que la tecnología
moderna fuera reemplazando por gas y electricidad generada en las cuencas hídricas.

En cuanto se proyectan las necesidades para la temporada invernal surgen los pronósticos
agoreros que enojan a la presidenta: las líneas de puntos de cada variable
de oferta y demanda indicarían que se está a las puertas de una
crisis energética en la cúspide de la actividad.

El año pasado, se consolidó una tendencia, esbozada en el anterior,
a que los grandes usuarios compren sus propios generadores para independizarse
de los vaivenes climáticos que alteran la producción de las represas,
aunque los técnicos debieron exprimir el ingenio para armar el mix con
la electricidad de la red y el combustible para abastecer a los equipos que adquirieron.

Una arista de esa mezcla es el resultado en los costos, ya que la autogeneración
es significativamente más cara que la electricidad del sistema interconectado.
Además, el uso de fueloil provoca mayores gastos de mantenimiento y limpieza,
lo mismo que causa más desperdicio.

La prioridad del gobierno nacional es el abastecimiento de luz y gas en los hogares,
sobre todo del conglomerado urbano. Ya está el sindicato de los encargados
de edificios, que lidera el “albertista” Víctor Santa María,
lanzado a censar los equipos de aire acondicionado en los departamentos de la
Capital con el propósito de chequear si la asignación de electricidad
que les tocaría, según un cálculo hecho por el Ministerio
de Planificación, es suficiente o requiere de un refuerzo de generadores
que los consorcios deberían comprar.

El año pasado se vendieron 1.300.000 aparatos de aire acondicionado, que
las autoridades piensan que podrían aprovecharse en el invierno para emitir
calor y aliviar así el consumo de gas.

Cambio

La presidenta tiene en parte razón cuando se enoja porque los medios publican
oscuros presagios energéticos para el invierno. Tras el encuentro con Lula
y Morales, quedó claro que las industrias de San Pablo necesitan gas y
Bolivia privilegia la entrega, pese a que le escasea para cumplir con Argentina,
y éste a su vez con Chile. Brasil compensa esa merma a su socio principal
del Mercosur enviándole el equivalente en electricidad y emplazan una comisión
para “administrar el sistema interconectado de la región, que exige
tres principios básicos: racionalidad, solidaridad e inversión”.

En esa mesa, Cristina Kirchner considera indispensable que esté Venezuela,
cuyo fueloil ya está cubriendo gran parte de la demanda local. Venezuela
“es necesario en la ecuación energética latinoamericana para
hacer sustentable al crecimiento”. Y agregó: “Es por eso que
bregamos tanto por que se apruebe el ingreso de Venezuela” al sistema regional.

Se programó el armado de una comisión que evaluará la necesidad
de cada país ante la demanda de gas.
Brasil prometió conceder una porción del gas que recibe de Bolivia,
pero bajo la forma de 200 megawatts de energía eléctrica, que equivaldrían
al millón de m3 diarios (m3/d) del hidrocarburo solicitado por la mandataria.

Dentro de las mutaciones que aguardan para satisfacer la demanda nacional de energía,
Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico)
informó al subsecretario de Energía Eléctrica, Luis Beuret,
que aumentará el consumo de gasoil para las centrales eléctricas
que funcionan con gas: en vez de usar 1,8 toneladas de fueloil se precisarán
hasta 2, y en lugar de 600.000 m3 de gasoil se necesitarán hasta 1,4 millones.
De hecho, esto significa que no se cuentan las dos nuevas centrales que se anunciaron
entrarían en funcionamiento: Belgrano, en Campana, y San Martín,
en Timbúes (Santa Fe).

Cammesa además avisó que se deberá importar gasoil con las
exenciones impositivas vigentes a tal efecto. A Pdvsa se le comprarán 350.000
m3/d.

Según fuentes del sector, Cammesa tendría una deuda acumulada de
US$ 4 mil millones en los últimos cuatro años por subsidiar el combustible
utilizado por las generadoras eléctricas. De esta suma, cerca de US$1.700
millones de la deuda se contrajeron el 2007.

Una traba de difícil solución es que el precio que cobran las termogeneradoras
argentinas por la electricidad está estrictamente regulado, por lo que
no pueden pagar por combustibles líquidos cuando el suministro de gas natural
se reduce.

Al tener limitado el traslado del mayor costo a las distribuidoras o al consumidor
final, Cammesa entrega combustibles líquidos a las generadoras, que continúan
cobrando a las distribuidoras como si estuvieran utilizando gas natural para la
generación.

Embalses vacíos

La sequía es la principal causa de que los lechos de los ríos que
integran la cuenca del Limay que nutre al El Chocón estén a la vista
y en muchos casos pueda cruzarse de una orilla a la otra a pie.
Pero hubo otro factor que agravó esa escasez de agua y fue la decisión
del gobierno nacional de embalsarla en Piedra del Aguila para disponerla como
reserva en caso de emergencia, lo cual no afectó al riego del valle porque
la fruta está en plena cosecha.

La represa de El Chocón estaba a sólo 2 centímetros del nivel
mínimo extraordinario (cota 367 metros sobre el nivel del mar). De modo
que, mientras El Chocón está en sus niveles peligrosamente mínimos,
las represas de Alicurá y Piedra del Aguila están en máximos.

El diario Río Negro publicó que por ahora el gobierno de Cristina
Fernández de Kirchner elude los efectos de la crisis energética
en su faceta más eléctrica sin echar mano a las centrales hidráulicas
que construyó Hidronor en los ríos Limay y Neuquén, a las
que se había apelado en el 2005 y el 2006.

La decisión de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista
Eléctrico SA, que ahora conduce el ministro de Planificación, Julio
de Vido, fue llenar de a poco el embalse de Piedra del Águila en el tramo
superior del Limay, mediante un procedimiento que, como contrapartida, deja pasar
el recurso con cuentagotas.

De Vido mismo admitió que “se acumula agua en los tramos superiores
en detrimento de El Chocón, porque el recurso se utilizará en invierno
cuando no haya tanto gas para generar energía”.

El agua que se utiliza para generar energía en Alicurá y Piedra
del Aguila, puede volver a emplearse aguas abajo del Limay, cuando pasa por la
presa de Pichi Picún Leufú y finalmente en El Chocón. Es
lo que se hizo en la crisis del invierno del año pasado, cuando prácticamente
se llevó a Alicurá y Piedra del Aguila a cotas mínimas extraordinarias,
para reutilizar el agua en Pichi Picún Leufú y El Chocón.
Ahora buena parte del deshielo se quedó en Piedra del Aguila y hubo que
vaciar El Chocón para asegurar los caudales mínimos en los ríos
Limay y Negro. Pero si la Secretaría de Energía quiere que se mantenga
en producción El Chocón tendrá que dejar pasar parte de lo
que tienen almacenado en Piedra del Aguila.

La explicación más gráfica del cuadro de situación
energético a la vista la brindó Gerardo Rabinovich, prosecretario
del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi (IAE):”En invierno
los hogares consumen 50 % y es por ello que todos los esfuerzos se ponen en atenuar
la demanda. El promedio anual es de 30%, otro 30% es para la generación
de energía eléctrica y los hogares utilizan 20%”.

La canasta energética dejó de ser nacional para ser administrada
desde el sistema interconectado de la región. Así lo aclaró
la presidenta Cristina Kirchner tras reunirse con sus pares brasileño,
Lula da Silva, y boliviano, Evo Morales.

También el portafolios de la energía ha ido modificando sus canales
de expendio a medida que hubo que cubrir baches en la provisión de alguna
de las alternativas, por ejemplo, el gas, el gasoil y la electricidad el año
pasado.
Así, este invierno se estima que la demanda de gas ascenderá a 140
millones de m3/d y Bolivia sólo asegura un máximo de 5 millones
de m3/d. En este momento se recibe menos del mínimo pautado de 4,5 millones
de m3/d (entre 2 y 3 millones de m3/d).

Y aparece otro dato significativo en esa dirección: aunque Bolivia entregara
el máximo estipulado en el contrato de 2006, este sería de 7,7 millones
de m3/d, cantidad que no sería un aporte decisivo, ya que es sólo
un poco más de la mitad de la demanda requerida.

Eso sí, retorna a las usinas el vetusto fueloil importado desde Venezuela
para complicar la vida a los técnicos, que debieron hacer malabares con
los equipos para procesar ese combustible pesado y de mala calidad, que la tecnología
moderna fuera reemplazando por gas y electricidad generada en las cuencas hídricas.

En cuanto se proyectan las necesidades para la temporada invernal surgen los pronósticos
agoreros que enojan a la presidenta: las líneas de puntos de cada variable
de oferta y demanda indicarían que se está a las puertas de una
crisis energética en la cúspide de la actividad.

El año pasado, se consolidó una tendencia, esbozada en el anterior,
a que los grandes usuarios compren sus propios generadores para independizarse
de los vaivenes climáticos que alteran la producción de las represas,
aunque los técnicos debieron exprimir el ingenio para armar el mix con
la electricidad de la red y el combustible para abastecer a los equipos que adquirieron.

Una arista de esa mezcla es el resultado en los costos, ya que la autogeneración
es significativamente más cara que la electricidad del sistema interconectado.
Además, el uso de fueloil provoca mayores gastos de mantenimiento y limpieza,
lo mismo que causa más desperdicio.

La prioridad del gobierno nacional es el abastecimiento de luz y gas en los hogares,
sobre todo del conglomerado urbano. Ya está el sindicato de los encargados
de edificios, que lidera el “albertista” Víctor Santa María,
lanzado a censar los equipos de aire acondicionado en los departamentos de la
Capital con el propósito de chequear si la asignación de electricidad
que les tocaría, según un cálculo hecho por el Ministerio
de Planificación, es suficiente o requiere de un refuerzo de generadores
que los consorcios deberían comprar.

El año pasado se vendieron 1.300.000 aparatos de aire acondicionado, que
las autoridades piensan que podrían aprovecharse en el invierno para emitir
calor y aliviar así el consumo de gas.

Cambio

La presidenta tiene en parte razón cuando se enoja porque los medios publican
oscuros presagios energéticos para el invierno. Tras el encuentro con Lula
y Morales, quedó claro que las industrias de San Pablo necesitan gas y
Bolivia privilegia la entrega, pese a que le escasea para cumplir con Argentina,
y éste a su vez con Chile. Brasil compensa esa merma a su socio principal
del Mercosur enviándole el equivalente en electricidad y emplazan una comisión
para “administrar el sistema interconectado de la región, que exige
tres principios básicos: racionalidad, solidaridad e inversión”.

En esa mesa, Cristina Kirchner considera indispensable que esté Venezuela,
cuyo fueloil ya está cubriendo gran parte de la demanda local. Venezuela
“es necesario en la ecuación energética latinoamericana para
hacer sustentable al crecimiento”. Y agregó: “Es por eso que
bregamos tanto por que se apruebe el ingreso de Venezuela” al sistema regional.

Se programó el armado de una comisión que evaluará la necesidad
de cada país ante la demanda de gas.
Brasil prometió conceder una porción del gas que recibe de Bolivia,
pero bajo la forma de 200 megawatts de energía eléctrica, que equivaldrían
al millón de m3 diarios (m3/d) del hidrocarburo solicitado por la mandataria.

Dentro de las mutaciones que aguardan para satisfacer la demanda nacional de energía,
Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico)
informó al subsecretario de Energía Eléctrica, Luis Beuret,
que aumentará el consumo de gasoil para las centrales eléctricas
que funcionan con gas: en vez de usar 1,8 toneladas de fueloil se precisarán
hasta 2, y en lugar de 600.000 m3 de gasoil se necesitarán hasta 1,4 millones.
De hecho, esto significa que no se cuentan las dos nuevas centrales que se anunciaron
entrarían en funcionamiento: Belgrano, en Campana, y San Martín,
en Timbúes (Santa Fe).

Cammesa además avisó que se deberá importar gasoil con las
exenciones impositivas vigentes a tal efecto. A Pdvsa se le comprarán 350.000
m3/d.

Según fuentes del sector, Cammesa tendría una deuda acumulada de
US$ 4 mil millones en los últimos cuatro años por subsidiar el combustible
utilizado por las generadoras eléctricas. De esta suma, cerca de US$1.700
millones de la deuda se contrajeron el 2007.

Una traba de difícil solución es que el precio que cobran las termogeneradoras
argentinas por la electricidad está estrictamente regulado, por lo que
no pueden pagar por combustibles líquidos cuando el suministro de gas natural
se reduce.

Al tener limitado el traslado del mayor costo a las distribuidoras o al consumidor
final, Cammesa entrega combustibles líquidos a las generadoras, que continúan
cobrando a las distribuidoras como si estuvieran utilizando gas natural para la
generación.

Embalses vacíos

La sequía es la principal causa de que los lechos de los ríos que
integran la cuenca del Limay que nutre al El Chocón estén a la vista
y en muchos casos pueda cruzarse de una orilla a la otra a pie.
Pero hubo otro factor que agravó esa escasez de agua y fue la decisión
del gobierno nacional de embalsarla en Piedra del Aguila para disponerla como
reserva en caso de emergencia, lo cual no afectó al riego del valle porque
la fruta está en plena cosecha.

La represa de El Chocón estaba a sólo 2 centímetros del nivel
mínimo extraordinario (cota 367 metros sobre el nivel del mar). De modo
que, mientras El Chocón está en sus niveles peligrosamente mínimos,
las represas de Alicurá y Piedra del Aguila están en máximos.

El diario Río Negro publicó que por ahora el gobierno de Cristina
Fernández de Kirchner elude los efectos de la crisis energética
en su faceta más eléctrica sin echar mano a las centrales hidráulicas
que construyó Hidronor en los ríos Limay y Neuquén, a las
que se había apelado en el 2005 y el 2006.

La decisión de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista
Eléctrico SA, que ahora conduce el ministro de Planificación, Julio
de Vido, fue llenar de a poco el embalse de Piedra del Águila en el tramo
superior del Limay, mediante un procedimiento que, como contrapartida, deja pasar
el recurso con cuentagotas.

De Vido mismo admitió que “se acumula agua en los tramos superiores
en detrimento de El Chocón, porque el recurso se utilizará en invierno
cuando no haya tanto gas para generar energía”.

El agua que se utiliza para generar energía en Alicurá y Piedra
del Aguila, puede volver a emplearse aguas abajo del Limay, cuando pasa por la
presa de Pichi Picún Leufú y finalmente en El Chocón. Es
lo que se hizo en la crisis del invierno del año pasado, cuando prácticamente
se llevó a Alicurá y Piedra del Aguila a cotas mínimas extraordinarias,
para reutilizar el agua en Pichi Picún Leufú y El Chocón.
Ahora buena parte del deshielo se quedó en Piedra del Aguila y hubo que
vaciar El Chocón para asegurar los caudales mínimos en los ríos
Limay y Negro. Pero si la Secretaría de Energía quiere que se mantenga
en producción El Chocón tendrá que dejar pasar parte de lo
que tienen almacenado en Piedra del Aguila.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades