Lula visita Argentina con la relación comercial en rojo

Luego de dos años de superávit, el déficit con Brasil alcanzó los US$ 2.250 millones en 2022 y se volvió al rojo habitual -la regla desde 2004-, que se mantendrá durante este año, estimó ABECEB en el marco de la visita que el presidente Lula Da Silva realiza a la Argentina.

23 enero, 2023

De todas formas, el déficit de 2022 fue menor al de los años anteriores (2004-2018) cuando promediaba los US$ 3.500 millones anuales.

El rojo fue consecuencia de importaciones que crecieron muy por encima de las exportaciones. En detalle: mientras que las importaciones totalizaron los US$15.358 millones y crecieron un 29,3% i.a., las exportaciones llegaron a US$ 13.104 millones (+9,7% i.a.).

El podio de las importaciones en 2022

Los primeros dos lugares fueron ocupados por bienes de la industria automotriz: “Partes y accesorios para vehículos automotores” y “Vehículos de pasajeros”. Ambos productos presentaron crecimientos en términos interanuales (+43,2% el primero y +19,2% el segundo), y representaron poco más del 20% de las importaciones totales desde Brasil.

“Mineral de hierro y concentrados” son el tercer producto más importado desde Brasil en 2022 -aunque cabe destacar que cayó 17,6% i.a.-. Su importación es importante ya que la Argentina no produce localmente mineral de hierro; y este es un insumo necesario para la elaboración de tubos de acero sin costura en el país, así como para la industria automotriz.

El podio lo cierran las importaciones de “Papel y cartón” -claves para el embalaje nacional de productos alimenticios- y “Motores de pistón y sus partes”. La importación de ambos ítems creció en relación con 2021 (+33,0% y 53,0%, respectivamente).

El podio de las exportaciones

Al igual que en el caso de las importaciones, los dos bienes más exportados fueron de la industria automotriz: “Vehículos a motor para el transporte de mercancías y usos especiales” y “Vehículos de pasajeros”. Ambos productos crecieron en términos interanuales (+7,4% el primero y +37,6% el segundo), y representaron poco más de 1/3 de las exportaciones argentina hacia Brasil.

En tercer lugar, aparece la exportación de “Trigo y centeno, sin moler”, que explicó el 12,3% de los envíos totales hacia el país vecino.

El podio lo cierran las exportaciones de “Motores de pistón y sus partes” y “Propano y butano licuados”. La compra de ambos ítems creció en relación con 2021 (+25,3% y +51,0%, respectivamente).

¿Qué esperamos de la gestión de Lula?

El retorno de Lula a la presidencia ha incrementado las expectativas de un 2023 en el que podría profundizarse la relación bilateral con Brasil. Si bien es cierto que Lula buscaría una mayor integración regional en América del Sur y esto podría darle algún impulso adicional al comercio bilateral, hay que ser cautos en cuanto la posibilidad de que haya cambios sustanciales en el flujo comercial con el Brasil. ¿Por qué?

  • Los principales obstáculos para la integración entre los vecinos son los siguientes: la volatilidad y las políticas macroeconómicas incompatibles en ambos países, la baja competitividad sistémica, excepto en sectores de alimentos, y en algunos nichos industriales y de servicios; y el escaso financiamiento para proyectos de integración regional.

 

  • En materia institucional: la falta de rumbo del Mercosur (ni zona de libre comercio, ni unión aduanera); barreras no arancelarias y excesiva burocracia intra-zona; escasos acuerdos más allá de lo estrictamente arancelario (servicios, inversión, compras públicas, propiedad intelectual, normas técnicas y laborales).

 

  • Los obstáculos sectoriales son: el mayor tamaño relativo de las empresas brasileñas; problemas de infraestructura en ambos países, y estructura logística enfocada en el comercio extrazona; la ausencia de fomento a nichos más competitivos o con mayor necesidad de inversión (Software, Biotecnología, Energía, Infraestructura); y la experiencia de políticas de integración productiva con escasos resultados. Otras trabas más específicas son los regímenes nacionales de promoción (Automotriz, Maquinaria, BK, Electrónica de consumo); las diferencias regulatorias (Farmacia, Alimentos), y las barreras fitosanitarias

En suma, si bien la predisposición de Lula en avanzar hacia una mayor integración regional podría dar cierto impulso al comercio bilateral -o traducirse en el avance de algunos temas pendientes como el uso de monedas locales para el comercio-, lo cierto es que no se esperan cambios sustanciales en la relación comercial con Brasil.

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