Los zigzagueos de la política exterior
BUENOS AIRES, abr 16 (DyN).- La diplomacia es un terreno pantanoso, que el matrimonio Kirchner ha soportado sin reparos. La política del "compre nacional" ha calado tan hondo en el kirchnerismo que el mundo ha pasado a convertirse un lugar incómodo para estos nuevos militantes del anti-imperialismo. Por Humberto Toledo (*)
17 abril, 2009
<p>El capítulo que se aproxima ahora – comienza un nuevo encuentro de la diplomacia continental en Trinidad y Tobago- será el primero en la región para el presidente de los Estados Unidos, Barak Obama y, como suele ocurrir en estas cumbres, todos estarán pendientes de aquello "que ofrecerá Washington". <br />
No es errado suponer que el presidente Obama, como el conjunto de las poderosas fuerzas políticas y económicas de los EE.UU., aquello que se conoce como "el poder" americano, han elegido como socios al sur del Río Grande a México, Colombia y Brasil. El resto de los países acompañarán, en algunos casos, y en otros se empeñan en no acompañar, como son los casos de Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Paraguay. ¿La Argentina? En la tercera posición, ni con unos ni con otros, aunque es manifiesta la amistad política del matrimonio que gobierna con quienes que se oponen de manera pública y directa a Washington.<br />
Es cierto que el kirchenrismo no se ha preocupado por el sistema de relaciones internacionales de la Argentina, como prometió la Presidenta en la campaña electoral de 2007, pero también debe señalarse que el resto de los partidos políticos, los afines y los opositores, no demuestran ni certeza, claridad o interés en el mismo terreno.<br />
La falta de una visión internacional no es nueva en el sistema de partidos políticos del país. En épocas apenas cercanas, el radicalismo se jactaba de su rechazo del mundo, hasta que Raúl Alfonsin decidió empujar al partido al conglomerado de la izquierda moderada, la social democracia internacional.<br />
El peronismo ha sido más consecuente con la política internacional, probablemente por la línea histórica trazada por el fundador del Movimiento, el general Juan Domingo Perón. Pero tampoco encontró un rumbo uniforme, a tal punto que el PJ se ha encontrado en distintas etapas históricas tanto alineado con la socialdemocracia europea -como consecuencia del impulso de los sindicatos industriales peronistas- como con la democracia cristiana, especialmente la alemana, a través de la Fundación Adenauer.<br />
Y por si faltara algún contacto, también mantiene un enlace con la coordinadora de partidos políticos de América latina de ideas variadas, que van desde la moderación hasta la izquierda revoltosa, con el común objetivo de oponerse a los EE.UU. y mirar con simpatía a Fidel Castro.<br />
A tal punto ignoran los Kirchner el mundo, que no han tomado nota del escaso espacio que reservaron para el ministerio de Relaciones Exteriores del país, con un ministro que acepta recortes en su tarea -se sabe que el canciller Jorge Taiana no puede intervenir políticamente en Venezuela, Bolivia o Uruguay como debería- y que a la vez no puede impedir deslices inexplicables desde el punto de vista institucional, por caso llegar a Londres con la Presidenta para la reunión del G-20 con la embajada vacía por jubilación, seis meses atrás, del titular de la representación, Federico Mirré. El representante diplomático argentino que acompañará a Cristina en la reunión de Puerto España será el titular de la delegación del país ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Rodolfo Gil, un hombre radicado en Washington designado por Eduardo Duhalde y a quien el kirchnerismo ha mantenido en el cargo más por indiferencia que por respaldo.<br />
La Presidenta -como también Néstor Kirchner- se ha mostrado ilusionada con integrar un grupo de presidentes que aceptan la categoría de progresistas, desde Tabaré Vázquez de Uruguay, Lula da Silva de Brasil y Michelle Bachelet de Chile.<br />
Sin embargo, la izquierda progresista que gobierna en la mayoría de los países de América latina acepta las reglas de juego del mercado en términos económicos y no ejerce hostilidad hacia los Estados Unidos. El presidente Lula, por ejemplo, ofició de anfitrión especial del ex presidente George W.Bush en Brasilia, luego de los agravios que sufrió el titular de la Casa Blanca por parte de las huestes kirchneristas que integraba Diego Maradona, en ocasión de la última Cumbre de las Américas, en Mar del Plata, en noviembre de 2005, en una clara muestra de desagravio. Ahora, en Trinidad y Tobago estará presente Cristina Fernández pero, ante tantos zigzagueos, nadie conoce qué postura expondrá como representante argentina. No es extraño en un gobierno que desconoce las reglas de juego del tablero mundial.</p>
<p>(*) HUMBERTO TOLEDO es periodista y embajador y fue vocero de la Presidencia de la Nación. </p>
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