En 2022 los subsidios a la energía totalizaron U$S 12.335 millones, un valor 12% superior al registrado en 2021. A la vez, dado el crecimiento de la economía en dólares, se redujo su incidencia en el PIB en aproximadamente 0,4%
Nicolas Arceo, Director de la consultora Economía & Energía, explicó que “este valor se ubica por debajo de las previsiones que se realizaron a mediados de este año, cuando proyectamos un crecimiento más significativo del monto total de los subsidios a la energía durante el año 2022”.
En el último informe realizado por E&E figura que la diferencia entre la proyección de mediados de 2022 y los subsidios efectivamente registrados responde a diversos factores.
En primer término, por el atraso en el devengamiento de subsidios tanto los dirigidos a CAMMESA como al pago del Plan Gas.Ar. En el caso de los subsidios correspondientes a ENARSA el monto obtenido resultó U$S 680 millones menor que el estimado en el mes de julio.
Dicha diferencia se origina en una reducción en los costos de importación, producto centralmente de la disminución de volúmenes y precios por el gas natural adquirido en Bolivia. A su vez, entre los meses de agosto y noviembre no se realizaron transferencias a dicha compañía, lo que hace suponer una menor disponibilidad de caja respecto a la situación imperante a comienzos de 2022.
En segundo lugar, se verificó una mejora en la hidraulicidad superior a la prevista y una mayor importación de energía eléctrica desde Brasil, factores que permitieron disminuir el costo monómico de generación.
Por último, se verificó durante el segundo semestre del 2022 un aumento de la demanda de productos energéticos inferior a la prevista.
“El aumento de los subsidios devengados durante 2022 se debe casi exclusivamente a las mayores erogaciones que el Tesoro Nacional debió realizar a CAMMESA a lo largo del año (+1.532 millones de dólares), incrementando su participación en los subsidios totales en 5 puntos porcentuales. Este crecimiento obedeció a un mayor costo de generación con relación a 2021 y, a su vez, que el grado de cobertura del precio estacional sobre el costo de generación se mantuvo en niveles similares a los del año previo” señaló Arceo.
Además, durante el año 2022 se redujeron los subsidios devengados a la producción de gas natural en aproximadamente U$S 641 millones. A la vez, que las transferencias de recursos a ENARSA registraron un aumento de sólo el 20% respecto a 2021, en un contexto de sensible aumento de los precios internacionales.
El informe de E&E destacó que la reducción en el costo monómico de generación, respecto al proyectado a mediados de 2022, obedeció centralmente a una mejora en la hidraúlicidad durante segundo semestre del año superior a la proyectada por CAMMESA.
En opinión de Arceo, “este proceso redujo el requerimiento térmico y, por lo tanto, la utilización de combustibles importados. Por otra parte, la menor demanda de energía eléctrica y la mayor importación de energía desde Brasil, respecto a lo proyectado, permitieron disminuir aún más el costo monómico de generación a pesar del aumento en las erogaciones al sector de generación”.
Por lo tanto, la diferencia en los subsidios proyectados en julio de 2022 respecto a los efectivamente erogados durante el pasado año, obedece a una disminución en el costo monómico de generación que explica aproximadamente el 53% de la diferencia.
Por otra parte, el atraso en el pago de la transacción por parte de CAMMESA implicó una disminución de aproximadamente U$S 900 millones en los subsidios al sector eléctrico, explicando aproximadamente el 47% de la diferencia entre los subsidios estimados y los efectivamente devengados durante 2022.