Los senadores protagonizaron un debate sobre los alcances de la crisis

La camara alta debate sobre los alcances de la crisis, las protestas sociales y las acusaciones planteadas en contra de la dirigencia política y los partidos.

21 febrero, 2002

Los integrantes del Senado
protagonizaron hoy un extenso debate sobre los alcances de la
crisis, las protestas sociales y las acusaciones planteadas en
contra de la dirigencia política y los partidos.

La discusión, que tuvo su origen en el tratamiento de un
proyecto de apoyo al diálogo social que impulsan el Gobierno y la
Iglesia, dejó al descubierto las distintas visiones respecto de la
grave situación que enfrenta la Argentina y ante las críticas y
actos de repudio que soportan los políticos.

Uno de los discursos más vehementes fue pronunciado por el ex
presidente Raúl Alfonsín, quien aseguró no estar enojado con los
que reclaman por sus fondos, pero aclaró: “no los igualo con
quienes no tienen para
“Estoy en contra de los abusos, estoy en favor de la ley, en
favor de las instituciones y de la democracia, que no sólo tiene
que defenderse sino que también tiene que atacar, atacar con la
ley”, afirmó Alfonsín.

El senador radical aseguró que reconocía el derecho de la gente
a protestar y dijo que “de ninguna manera” estaba en contra de la
participación, del derecho a reunión, de expresión y de libertad
de prensa.

“Me enojo con lo que está pasando porque no tiene nada que ver
con la democracia”, puntualizó Alfonsín, al tiempo que afirmó que
“la gente sufre una política económica que yo no llevé adelante y
a la que me he opuesto tenazmente”.

Alfonsín indicó que “quienes hablan de la nueva política, yo
les digo que ojalá volviéramos a la vieja política, la de
(Hipólito) Yrigoyen, (Juan Domingo) Perón y (Ricardo) Balbín y no
la que pretenden los que quieren dolarizar”.

Por su parte, la justicialista Cristina Fernández de Kirchner
rechazó algunos de los términos de Alfonsín, pero centralmente se
dedicó a criticar al gobierno de Eduardo Duhalde.

“La salida es convocar a elecciones anticipadas”, dijo la
legisladora, al tiempo que aseguró que “en muchos lados del país
esto no se ve como una gobierno de todo el país sino como una
acuerdo de dirigentes de la provincia de Buenos Aires”.

Kirchner aseguró que la devaluación “no hizo más que acelerar
la crisis” e indicó que “cada dirigente argentino tiene que
hacerse un autoexamen sobre lo que dijo y los que pometió”.
La senadora por Santa Cruz agregó que la actual administración
duhaldista “tiene que decir de qué se trata el proyecto de país
que quiere”.

A su turno, el peronista Eduardo Menem aseguró que el problema
“está en una crisis de representatividad” de la dirigencia
política.
“En todos lados se habla de darle mayor representatividad y
prestigio a la democracia”, apuntó Menem, al tiempo que dijo que
el principio de que el pueblo no delibera ni gobierna sino a
través de sus representantes “necesita de una actualización”.
El justicialista Jorge Busti, en tanto, realizó una abierta
defensa del gobierno de Duhalde, y dijo que “asumió el país en una
crisis terminal”.

“El plan de Duhalde es un país más competitivo”, señaló Busti,
a la vez que se pronunció en favor de responder con más libertad y
más participación “a los gritos autoritarios”.

Los integrantes del Senado
protagonizaron hoy un extenso debate sobre los alcances de la
crisis, las protestas sociales y las acusaciones planteadas en
contra de la dirigencia política y los partidos.

La discusión, que tuvo su origen en el tratamiento de un
proyecto de apoyo al diálogo social que impulsan el Gobierno y la
Iglesia, dejó al descubierto las distintas visiones respecto de la
grave situación que enfrenta la Argentina y ante las críticas y
actos de repudio que soportan los políticos.

Uno de los discursos más vehementes fue pronunciado por el ex
presidente Raúl Alfonsín, quien aseguró no estar enojado con los
que reclaman por sus fondos, pero aclaró: “no los igualo con
quienes no tienen para
“Estoy en contra de los abusos, estoy en favor de la ley, en
favor de las instituciones y de la democracia, que no sólo tiene
que defenderse sino que también tiene que atacar, atacar con la
ley”, afirmó Alfonsín.

El senador radical aseguró que reconocía el derecho de la gente
a protestar y dijo que “de ninguna manera” estaba en contra de la
participación, del derecho a reunión, de expresión y de libertad
de prensa.

“Me enojo con lo que está pasando porque no tiene nada que ver
con la democracia”, puntualizó Alfonsín, al tiempo que afirmó que
“la gente sufre una política económica que yo no llevé adelante y
a la que me he opuesto tenazmente”.

Alfonsín indicó que “quienes hablan de la nueva política, yo
les digo que ojalá volviéramos a la vieja política, la de
(Hipólito) Yrigoyen, (Juan Domingo) Perón y (Ricardo) Balbín y no
la que pretenden los que quieren dolarizar”.

Por su parte, la justicialista Cristina Fernández de Kirchner
rechazó algunos de los términos de Alfonsín, pero centralmente se
dedicó a criticar al gobierno de Eduardo Duhalde.

“La salida es convocar a elecciones anticipadas”, dijo la
legisladora, al tiempo que aseguró que “en muchos lados del país
esto no se ve como una gobierno de todo el país sino como una
acuerdo de dirigentes de la provincia de Buenos Aires”.

Kirchner aseguró que la devaluación “no hizo más que acelerar
la crisis” e indicó que “cada dirigente argentino tiene que
hacerse un autoexamen sobre lo que dijo y los que pometió”.
La senadora por Santa Cruz agregó que la actual administración
duhaldista “tiene que decir de qué se trata el proyecto de país
que quiere”.

A su turno, el peronista Eduardo Menem aseguró que el problema
“está en una crisis de representatividad” de la dirigencia
política.
“En todos lados se habla de darle mayor representatividad y
prestigio a la democracia”, apuntó Menem, al tiempo que dijo que
el principio de que el pueblo no delibera ni gobierna sino a
través de sus representantes “necesita de una actualización”.
El justicialista Jorge Busti, en tanto, realizó una abierta
defensa del gobierno de Duhalde, y dijo que “asumió el país en una
crisis terminal”.

“El plan de Duhalde es un país más competitivo”, señaló Busti,
a la vez que se pronunció en favor de responder con más libertad y
más participación “a los gritos autoritarios”.

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