El presidente que inaugurará el miércoles 20 de enero su periodo de gobierno concentrará su discurso de apertura en un mensaje de unidad y la necesidad de implementar rápidamente políticas que hagan frente a las graves crisis que afronta el país, según declaraciones de su jefe de personal. Ron Klain dijo durante el fin de semana que las primeras acciones del nuevo presidente serán enfocarse en responder a la pandemia y la recuperación económica, la crisis del clima y el problema de la desigualdad racial. Dijo que además el presidente dejará sin efecto la prohibición de ingreso musulmanes que instaló Trump hace dos años y propondrá una ley para brindar un camino hacia la ciudadanía a los 11 millones de inmigrantes que viven ilegalmente en el país. Washington está preparando la ceremonia de inauguración menos ortodoxa en la historia moderna de Estados Unidos; con Donald Trump afrontando un juicio político en el senado y la pandemia que obliga a reducir el acontecimiento.
Mientras Biden se prepara para entrar en la Casa Blanca Washington ha aumentado en forma impresionante la seguridad para impedir que se produzca el tipo de violencia que ocurrió cuando una turba trumpista asaltó el Capitolio el 6 de enero. El Pentágonó aprobó el desplieque de 25.000 tropas de la Guardia Nacional para trabajar con la Policía del Capitolio, el FBI y el Servicio Secreto. Muchos edificios en el centro de Washington tienen sus entradas tapiadas y el Bulevar Nacional (National Mall), que va del Congreso al Lincoln Memorial, está cerrado.
Las capitales de todos los estados también se están preparando para reprimir posibles actos de violencia en los próximos días luego de las advertencias del FBI. En Michigan, donde el año pasado los trumpistas se complotaron para secuestrar a la gobernadora demócrata Gretchen Whitmer, la Guardia Nacional ya desplegó vehículos blindados frente a la casa de gobierno para contender las anunciadas protestas en la capital.