Con el reciente acuerdo global para detener el avance del cambio climático en ciernes, un estudio de Oxfam revela que los que más contribuyen al incremento global de temperatura y al cambio climático son la cúpula de los más privilegiados, el 10% más rico del planeta. “Sorprendentemente, nuestras estimaciones sugieren que la mitad más pobre de de la población mundial – alrededor de 3.500 millones de personas – son responsables de apenas alrededor del 10% del total de las emisiones globales atribuidas al consumo individual, y esas personas viven mayoritariamente en los países más vulnerables al cambio climático. Alrededor del 50% de estas emisiones, por su parte, se pueden atribuir al 10% más rico de la gente en todo el mundo, que tienen una huella de carbono 11 veces mayor que la mitad más pobre de la población, y hasta 60 veces mayor que el 10% más pobre. La huella de carbono del 1% más ricos en todo el mundo podría ser 175 veces mayor que la del 10% más pobre.” explica el informe.
Los efectos dañinos del cambio climático también están distribuidos desigualmente en todo el mundo. Mientras que el impacto del cambio climático será global, las naciones más pobres (y menos contaminantes) del mundo se verán más afectadas que las naciones desarrolladas. “Las mujeres que viven en estas regiones, que son a menudo dependientes de medios de vida sensibles al clima, serán las más afectados.” destaca el estudio de Oxfam. El informe también pone de relieve que los desastres naturales relacionados con el cambio climático, como las sequías, las inundaciones o las olas de calor, afectan mucho más a las poblaciones pobres. Por último, el estudio señala que el estilo de vida de los ciudadanos de los países emergentes, incluso dentro del G-20, tienen mucho menos impacto en las emisiones de gases de efecto invernadero como el carbono que sus contrapartes en los países ricos de la OECD.
Oxfam instó a los actores del reciente acuerdo de París a tomar esto en consideración. “La cumbre de París es sólo una parte de un paquete de medidas necesarias para enfrentar las crisis interrelacionadas de la desigualdad económica y el cambio climático” y alerta sobre la necesidad de enfrentar ambas problemáticas al mismo tiempo. A su vez, explica que el interés por las fuentes de energía convencionales no disminuyó. Entre las conferencias de Copenhague y París sobre el clima, el número de multimillonarios con intereses en actividades que involucran combustibles fósiles ha aumentado de 54 en 2010 a 88 en 2015. Sus fortunas personales combinado crecieron en torno al 50% pasando de 200 mil millones de dólares a más de 300 mil millones de dólares.