La ronda Dohá (de la OMC) de negociaciones multilaterales comerciales fracasó debido a una profunda división entre los miembros de la OMC sobre cómo conseguir ‘desarrollo’. Los motivos, en apretada síntesis, fueron que mientras la UE y los EEUU argumentaban que la apertura de mercados era la mejor forma de conseguir la seguridad alimentaria, India, China y los demás países en desarrollo defendían mecanismos de protección y no aceptaron consagrar otras preocupaciones sólo por fomentar el comercio.
Los países ricos sostienen que el comercio internacional es un factor importante para el desarrollo de los países pobres y su integración a la economía global. Esos ideales los llevaron a promover una cantidad de acuerdos comerciales bilaterales, multilaterales y regionales para regular precios, arancele, niveles de exportación y métodos de producción. La idea matriz es que esos acuerdos traen desarrollo sustentable e integración económica. Del otro lado, desde los países en desarrollo, sostienen que los países ricos mantienen protecciones a sus propios productos mientras sus competidores abren sus mercados… Estas diferencias básicas fueron las que dieron muerte a la Ronda Dohá y tienden a obstaculizar cualquier otro acuerdo multilateral.
Los acuerdos comerciales son difíciles
En los últimos días de abril dos comisiones del Senado de Estados unidos debía debatir la implementación de medidas del Trade Facilitation and Trade Enforcement Act de 2015. Pero lo que estaba en la base de las negociaciones era en realidad el futuro del Trans-Pacific Partnership (TPP, una asociación que uniría a 12 naciones del sudeste asiático con Estados Unidos y países latinoamericanos del Pacífico. El TTP incluye a Estados Unidos y Japón pero no incluye a China. El enviar al Congreso leyes para la consideración de acuerdos comerciales, como el TPA es visto por los legisladores como un paso preliminar para la aprobación del TPP: Sin esas reglas que limitan las modificaciones que podría hacer el Congreso al acuerdo, será imposible lograr la finalización del TPP:
Acuerdos como el TPP son muy controversiales en Estados Unidos. También son difíciles de negociar. Las conversaciones por el TPP comenzaron en 2005, La Ronda Dohá de comercio multilateral en la Organización Mundial del Comercio comenzó en 2001 y no llegó nunca a buen puerto.
Los acuerdos comerciales siempre fueron difíciles y controversiales, pero el entorno actual es más complicado. Mientras la globalización se ve como un factor que determina el estancamiento del ingreso de los trabajadores, los acuerdos comerciales se ven como el mecanismo de la globalización y por lo tanto, la causa de las preocupaciones. Esas preocupaciones son por el simple hecho que los acuerdos comerciales ya no son sobre comercio: son sobre armonización económica,
Es importante reconocer que acuerdos como el Trans-Pacific Partnership no son necesariamente sobre “libre comercio”. Son sobre un conjunto de reglas. Algunas de ellas, como la de reducir aranceles, conducen a un comercio más libre; mientras que otras, como ampliar la protección de patentes, son más proteccionistas.
Algunos de los 36 países que participan en las conversaciones por el TPP mantienen altas barreras a la importación de productos. Pero bajarlas es solo una parte del propósito de Estados Unidos, según el CEA (Council of Economic Advisors). Con el TPP, dice el organismo, Washington se propone “imponer protecciones al trabajo y políticas verdes”. Pero también busca hacer cumplir en los países miembros los derechos de propiedad intelectual. Tanto el TPP como el TTIP (Transatlantic Trade and Investment Partnership) son esfuerzos por moldear las reglas del comercio internacional. El éxito de las negociaciones dependerá de si el gobierno norteamericano obtiene mandato del Congreso.