Los desafíos del año del Bicentenario
Cómo expresar en pocas líneas los desafíos a los que estaremos expuestos en nuestra Argentina durante el año próximo. Quizás sea mejor comenzar con el mundo, que parece tener un panorama más o menos claro, de suave recuperación no exenta de algunos tropiezos, ya que la crisis financiera puede aún esconder algunas bombitas que no explotaron. De todos modos no creo que esto vaya a afectar a nuestro país.
23 diciembre, 2009
<p>Más cerca, el MERCOSUR parece más claro, con Brasil en punta, recibiendo el impulso interno y externo, consolidándose como una de las economías a la que todos miran como líder, en esta etapa del mundo, donde el crecimiento mundial está más correlacionado con países como Brasil y China, que con las economías centrales, más maduras o con problemas estructurales pendientes.<br />
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Con estas cosas pasando en el mundo, pareciera lo más probable que en Argentina tengamos un año razonablemente estable, con crecimiento, inflación alta pero tolerable, e incluso algún mejoramiento del empleo.<br />
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A veces nos preguntamos porqué que nuestro país no sigue la dinámica de Brasil, y la respuesta es largamente compartida: gobiernos con prioridades que no son esenciales para la gente, desconectados de la sociedad, sin visión de largo plazo.<br />
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Y no es la economía, con todos los frenos, desajustes, intervencionismos, etc. lo que más preocupa. Es el estado ausente: que no reconoce los problemas de la gente como seguridad, educación, salud, y alimentación para los sectores más desfavorecidos. En cambio de ello se embarca en cuestiones que hacen a la propia política, como ley de medios, organización electoral, etc., que poco importan y poco ayudan a mejorar a los sectores productivos de la economía. También se entromete en cuestiones ajenas a sus deberes básicos, como el mercado del papel o las compañías aéreas, y desatiende o desmaneja las cuestiones esenciales, que darían la credibilidad necesaria para un mejor aprovechamiento de las oportunidades que la Argentina tiene en el año del Bicentenario. <br />
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Habitualmente en nuestro estudio trabajamos en cuestiones de estrategia, y utilizando esta metodología, el gobierno parece tener una estrategia cuyo único objetivo es auto preservarse, y ha sido bastante exitosa hasta ahora, pero a costa del bienestar de la población general.<br />
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Los resultados de esta estrategia, son totalmente consistentes con la estrategia misma, y por lo tanto es de pensar que insistirán y por lo tanto las oportunidades si no perdidas, serán parcialmente aprovechadas. <br />
Mientras tanto en nuestra vida más personal, familiar, empresaria, hemos aprendido a navegar en este contexto, casi nos hemos resignado a vivir de esta manera, cuestión altamente riesgosa en el largo plazo, pero que en el corto es un mecanismo de defensa que nos permiten seguir andando.<br />
En nuestro rol de individuos, padres, gerentes o empleados, estos hechos constituyen los datos no controlables y en función de ello y nuestros objetivos debemos diseñar nuestra propia estrategia para los próximos años.<br />
O sea planifiquemos nuestra vida personal y profesional, en un mercado que crece relativamente poco, con incertidumbre, poco acceso al crédito, y desafíos externos en materia de seguridad.<br />
Recapitulando, 2010 parece no tener grandes crisis ni enormes obstáculos a superar, el gran desafío es evitar que esta situación nos adormezca y perdamos la capacidad para luchar e innovar, para conseguir el bienestar de nuestras familias, para desarrollar los lugares donde trabajamos y para contribuir al desarrollo de la sociedad toda.<br />
Como individuos también tenemos la alternativa de comprometernos con promover el cambio de contexto, pero este es tema para otro momento.<br />
Luis Cudmani<br />
OBC<br />
Memo Digital<br />
Diciembre 2009<br />
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