Y llegaron las legislativas en Estados Unidos. Es la primera gran prueba de Donald Trump y el mundo contiene el aliento. El país puede renovar su confianza en él o retirársela. Los demócratas aspiran a recuperar algo del poder legislativo. Para eso dependen, en gran medida, de la concurrencia a votar. A juzgar por las cifras de los estados que han permitido el voto temprano, parece que eso lo están logrando. Más gente se ha presentado a depositar su voto que en muchas de las elecciones de medio término anteriores. Nancy Pelosi hasta se animó a vaticinar que su partido ganará el control de la Casa de Representantes
Ese resultado tendría implicancias profundas para la capacidad del Presidente de ir adelante con su agenda política y para el congrol demócrata de su administración.
Uno de los grupos más importantes en esta votación son los millennials. En ellos confían los demócratas y por eso uno de los grandes temas de la campaña ha sido el de pedirles que asistan a votar.
Una generación de más de 75 millones, los millennials en Estados Unidos están a punto de superar a los Baby Boomers para convertirse en el grupo más grande y más poderoso del país, según muchos expertos y analistas.
Según William H. Frey, catedrático del Metropolitan Institute, los millennials – personas que llegaron a la edad adulta en el siglo 21 – comprenden 25% del total de la población de Estados Unidos, 30% de los estadounidenses en edad de votar y casi dos quintos de la población en edad de trabajar.
Los analistas políticos dicen que los votantes jóvenes podrían ir en masa a votar por su oposición a Trump. Las encuestas muestran que casi 60% de los jóvenes entre 18 y 29 años desaprueban el manejo político de Trump, es la mayor tasa de desaprobación de cualquier grupo etario. Sin embargo, a pesar de esos números, todavía no se sabe con claridad cuántos de ellos van a ir a votar porque las encuestas también muestran que a los jóvenes no los mueve mucho ni la política ni ninguno de los dos partidos.
La incertidumbre sobre la participación de los millennials, en lo que muchos llaman la elección más trascendental de toda una generación, inquieta a los dos partidos. Pero los demócratas son los que más llevan las de ganar si votan muchos jóvenes y si, en general, la participación supera las expectativas.
