Lor Kirchner llamaron a Scioli para negociar con el campo una tregua

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Scioli fue llamado para una gestión oficiosa. El gobierno reaccionó al ver peligrar su base electoral. El primero en recibir el repudio cívico había sido el entrerriano Urribarri. Sorprendió la masiva solidaridad urbana.

Fue convocado ayer de urgencia el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, que estaba en el exterior y se abstenía de opinar del paro agropecuario por considerarlo un tema del gobierno nacional.

Pasó raudamente por la Casa Rosada y luego se puso a hacer llamados a dirigentes agropecuarios de la provincia para hacer una mediación oficiosa que permita levantar el lockout del campo, que ayer cumplió dos semanas y va ensanchando la base de protesta a las ciudades del interior y hasta a la misma Capital Federal.

Fue el ex presidente Néstor Kirchner quien decidió apelar al gobernador bonaerense, ya que está en juego el capital político del propio matrimonio presidencial en lo que suceda en el mayor distrito electoral del país.

Scioli intentará persuadir a los productores de deponer las medidas de fuerza antes del fin de semana. En un primer avance, trascendió que el mandatario escuchó la misma respuesta que sus colegas: primero el gobierno deberá dar marcha atrás con las retenciones.

El gobernador de Entre Ríos, Sergio Uribarri, fue ayer el primero de los mandatarios que había cerrado filas en torno del Frente para la Victoria en recibir en el edificio gris de Paraná el repudio de unas 12 cuadras de manifestantes que cubrieron el centro cívico, a la vez que expresaron su rechazo a la decisión al Ejecutivo Nacional de no dar marcha atrás con la suba de las retenciones.

El mandatario entrerriano no se hizo ver por la sede gubernamental y siguió las alternativas de la protesta en su contra desde Buenos Aires.

El recorrido de la marcha comenzó en el túnel subfluvial. Los vecinos salían a las puertas de sus casas a aplaudir “a estos pequeños productores”.

Bajo la consigna “el campo está de pie”, una multitud los esperaba en las puertas de la Casa de Gobierno con diferentes carteles: “Que se vaya Cristina”, “Argentina se levanta con el campo”, “Yo apoyo al campo”, “Estamos con el campo”, rezaban los carteles, a los que se sumó una cantidad importante de banderas argentinas y de Entre Ríos.

Las estimaciones indican que se congregaron más de 12.000 personas, con batucadas y pancartas, integrando a productores agropecuarios de diferentes puntos de la provincia y de vecinos que fueron solidarios con el reclamo.

Los dirigentes agrarios exigieron al gobernador Sergio Urribarri que tome una postura respecto al conflicto del campo, aunque éste no estaba para escucharlos.

Los productores agitaban banderas e iniciaban los cánticos que luego eran seguidos por la multitud: “Es para Cristina que lo mira por TV”, “Urribarri, compadre, el pueblo está que arde”, “Este es el campo, Urribarri dónde está”, e incluso se oyó el grito que caracterizó aquella trágica jornada de diciembre de 2001: “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”.

La multitud avanzó hacia la Casa Gris pasadas las 19:00, donde se apostaron en la puerta 6 de los 15 tractores que hubo en la marcha, ya que no había custodia especial para esa acción. Luego, los ruralistas cantaron el Himno Nacional y en asamblea definieron nuevas medidas, entre ellas, la continuidad del paro.

Hablaron el vicepresidente de la delegación Entre Ríos de la Federación Agraria Argentina, Alfredo Bel; el presidente de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer), Jorge Chemes; y el presidente de la Federación Entrerrianas de Cooperativas, Gonzalo Álvarez Maldonado y Luis Miguel Etchevehere, por la Sociedad Rural.

Más tarde, un representante por localidad ingresó a la Casa de Gobierno local para hablar con el vicegobernador, José Laurrito.

En tanto, unos 150 chacareros permanecían en el acceso al túnel Subfluvial Uranga-Silvestre Begnis interrumpiendo el tránsito.

Tensa jornada

El día después del discurso de Cristina de Kirchner amaneció con nuevas adhesiones y más cortes de ruta.

Los cortes se hicieron muy fuertes es Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos.
En Córdoba los productores rurales concretaron un tractorazo en la ciudad y se acercaron a Las Tejas. El gobernador Juan Schiaretti acordó a luchar por el diálogo, pero no se animó demasiado a contrariar a los Kirchner.

En Junín hubo un fuerte choque entre camioneros, ya que los patrones se volcaron al apoyo de los productores tras el discurso presidencial, pero la policía logró disuadir el enfrentamiento con los choferes.

En Santiago del Estero, gobernada por un radical K, el corte de ruta incomunicó al norte y fue prolongado durante las 24 horas como respuesta al discurso de la primera mandataria.

Hermes Binner, en cambio, no sólo recibió a los productores de su provincia, sino que trasladó al gobierno nacional la exhortación a dialogar con las entidades sobre las retenciones.

El gobernador santafesino se ganó con esa actitud el encono de la Casa Rosada, que en un principio lo contaba a favor de medida.

Desabastecimiento

El paro del campo ya empezó a tener graves consecuencias en la falta de alimentos, aunque en principio se ha hecho notar en los precios mayoristas de los productos frescos.

La falta de mercadería en los comercios y subas de precios de hasta el 50% caracterizaron las recorridas por los supermercados y almacenes.

Tras el cacerolazo de anteanoche en Plaza de Mayo, durante el miércoles hubo cadenas de mails y mensajes de texto por teléfono celular (SMS) convocando a un cacerolazo y a un bocinazo y apagón en condena a la política de agresiones que impulsa el gobierno de los Kirchner a través de los piqueteros oficialistas. Por eso anoche se registraron concentraciones espontáneas en esquinas de la Capital Federal.

Exigían haciéndose eco del reclamo del campo que se retrotraigan las retenciones al 10 de marzo y se inicie un diálogo fecundo entre las partes. D´Elía, precisamente, convocó para hoy a los simpatizantes kirchneristas a movilizarse en todo el país para apoyar a la presidenta Cristina de Kirchner, además de la organización de un acto en la misma dirección por parte de intendentes bonaerenses en Parque Norte, pedido públicamente por el ex presidente.

Hay expectativa entre los productores acantonados en las rutas por escuchar lo que se dirá en la concentración que llevará a cabo el Frente para la Victoria, lo cual podría exacerbar aún más los ánimos. Ya la jornada se presenta complicada cuando los micros que llevarán a Parque Norte a los militantes que irán a brindar su apoyo al gobierno crucen por los piquetes de productores.

El Episcopado ofreció hoy formalmente una “gestión de buenos oficios” en el conflicto entre el Gobierno y los productores agropecuarios, que ya va por su 14° día de paro. La iniciativa surgió de parte de la Pastoral Social que encabeza el obispo Jorge Casaretto, luego de un encuentro con la cúpula del Episcopado, que lidera Jorge Bergoglio.

Fue convocado ayer de urgencia el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, que estaba en el exterior y se abstenía de opinar del paro agropecuario por considerarlo un tema del gobierno nacional.

Pasó raudamente por la Casa Rosada y luego se puso a hacer llamados a dirigentes agropecuarios de la provincia para hacer una mediación oficiosa que permita levantar el lockout del campo, que ayer cumplió dos semanas y va ensanchando la base de protesta a las ciudades del interior y hasta a la misma Capital Federal.

Fue el ex presidente Néstor Kirchner quien decidió apelar al gobernador bonaerense, ya que está en juego el capital político del propio matrimonio presidencial en lo que suceda en el mayor distrito electoral del país.

Scioli intentará persuadir a los productores de deponer las medidas de fuerza antes del fin de semana. En un primer avance, trascendió que el mandatario escuchó la misma respuesta que sus colegas: primero el gobierno deberá dar marcha atrás con las retenciones.

El gobernador de Entre Ríos, Sergio Uribarri, fue ayer el primero de los mandatarios que había cerrado filas en torno del Frente para la Victoria en recibir en el edificio gris de Paraná el repudio de unas 12 cuadras de manifestantes que cubrieron el centro cívico, a la vez que expresaron su rechazo a la decisión al Ejecutivo Nacional de no dar marcha atrás con la suba de las retenciones.

El mandatario entrerriano no se hizo ver por la sede gubernamental y siguió las alternativas de la protesta en su contra desde Buenos Aires.

El recorrido de la marcha comenzó en el túnel subfluvial. Los vecinos salían a las puertas de sus casas a aplaudir “a estos pequeños productores”.

Bajo la consigna “el campo está de pie”, una multitud los esperaba en las puertas de la Casa de Gobierno con diferentes carteles: “Que se vaya Cristina”, “Argentina se levanta con el campo”, “Yo apoyo al campo”, “Estamos con el campo”, rezaban los carteles, a los que se sumó una cantidad importante de banderas argentinas y de Entre Ríos.

Las estimaciones indican que se congregaron más de 12.000 personas, con batucadas y pancartas, integrando a productores agropecuarios de diferentes puntos de la provincia y de vecinos que fueron solidarios con el reclamo.

Los dirigentes agrarios exigieron al gobernador Sergio Urribarri que tome una postura respecto al conflicto del campo, aunque éste no estaba para escucharlos.

Los productores agitaban banderas e iniciaban los cánticos que luego eran seguidos por la multitud: “Es para Cristina que lo mira por TV”, “Urribarri, compadre, el pueblo está que arde”, “Este es el campo, Urribarri dónde está”, e incluso se oyó el grito que caracterizó aquella trágica jornada de diciembre de 2001: “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”.

La multitud avanzó hacia la Casa Gris pasadas las 19:00, donde se apostaron en la puerta 6 de los 15 tractores que hubo en la marcha, ya que no había custodia especial para esa acción. Luego, los ruralistas cantaron el Himno Nacional y en asamblea definieron nuevas medidas, entre ellas, la continuidad del paro.

Hablaron el vicepresidente de la delegación Entre Ríos de la Federación Agraria Argentina, Alfredo Bel; el presidente de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer), Jorge Chemes; y el presidente de la Federación Entrerrianas de Cooperativas, Gonzalo Álvarez Maldonado y Luis Miguel Etchevehere, por la Sociedad Rural.

Más tarde, un representante por localidad ingresó a la Casa de Gobierno local para hablar con el vicegobernador, José Laurrito.

En tanto, unos 150 chacareros permanecían en el acceso al túnel Subfluvial Uranga-Silvestre Begnis interrumpiendo el tránsito.

Tensa jornada

El día después del discurso de Cristina de Kirchner amaneció con nuevas adhesiones y más cortes de ruta.

Los cortes se hicieron muy fuertes es Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos.
En Córdoba los productores rurales concretaron un tractorazo en la ciudad y se acercaron a Las Tejas. El gobernador Juan Schiaretti acordó a luchar por el diálogo, pero no se animó demasiado a contrariar a los Kirchner.

En Junín hubo un fuerte choque entre camioneros, ya que los patrones se volcaron al apoyo de los productores tras el discurso presidencial, pero la policía logró disuadir el enfrentamiento con los choferes.

En Santiago del Estero, gobernada por un radical K, el corte de ruta incomunicó al norte y fue prolongado durante las 24 horas como respuesta al discurso de la primera mandataria.

Hermes Binner, en cambio, no sólo recibió a los productores de su provincia, sino que trasladó al gobierno nacional la exhortación a dialogar con las entidades sobre las retenciones.

El gobernador santafesino se ganó con esa actitud el encono de la Casa Rosada, que en un principio lo contaba a favor de medida.

Desabastecimiento

El paro del campo ya empezó a tener graves consecuencias en la falta de alimentos, aunque en principio se ha hecho notar en los precios mayoristas de los productos frescos.

La falta de mercadería en los comercios y subas de precios de hasta el 50% caracterizaron las recorridas por los supermercados y almacenes.

Tras el cacerolazo de anteanoche en Plaza de Mayo, durante el miércoles hubo cadenas de mails y mensajes de texto por teléfono celular (SMS) convocando a un cacerolazo y a un bocinazo y apagón en condena a la política de agresiones que impulsa el gobierno de los Kirchner a través de los piqueteros oficialistas. Por eso anoche se registraron concentraciones espontáneas en esquinas de la Capital Federal.

Exigían haciéndose eco del reclamo del campo que se retrotraigan las retenciones al 10 de marzo y se inicie un diálogo fecundo entre las partes. D´Elía, precisamente, convocó para hoy a los simpatizantes kirchneristas a movilizarse en todo el país para apoyar a la presidenta Cristina de Kirchner, además de la organización de un acto en la misma dirección por parte de intendentes bonaerenses en Parque Norte, pedido públicamente por el ex presidente.

Hay expectativa entre los productores acantonados en las rutas por escuchar lo que se dirá en la concentración que llevará a cabo el Frente para la Victoria, lo cual podría exacerbar aún más los ánimos. Ya la jornada se presenta complicada cuando los micros que llevarán a Parque Norte a los militantes que irán a brindar su apoyo al gobierno crucen por los piquetes de productores.

El Episcopado ofreció hoy formalmente una “gestión de buenos oficios” en el conflicto entre el Gobierno y los productores agropecuarios, que ya va por su 14° día de paro. La iniciativa surgió de parte de la Pastoral Social que encabeza el obispo Jorge Casaretto, luego de un encuentro con la cúpula del Episcopado, que lidera Jorge Bergoglio.

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