Generará monzones en La India y sequías en el sudeste asiático. Desde 1997 grandes sectores del mundo han recibido los azotes de El Niño.
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El paso de un extremo al otro se ve influido por una estrecha relación entre la temperatura de la superficie del mar y los vientos. Cuando existe un régimen de vientos alisios fuertes desde el Este, las temperaturas ecuatoriales se enfrían y comienza la fase fría o La Niña. Cuando la intensidad de los alisios disminuye, las temperaturas superficiales del mar aumentan y comienza la fase cálida, El Niño.
Cualquiera de ambas condiciones se expande y persisten sobre las regiones tropicales por varios meses y causan cambios notables en las temperaturas globales, y especialmente en los regímenes de lluvias a nivel global. Dichos cambios se suceden alternativamente en períodos que varían de los cinco a los siete años y se tienen registros de su existencia desde épocas prehispánicas.
Para 2016 existen grandes posibilidades de que el fenómeno climático actual se transforme en La Niña, que tiende a traer lluvias al Sudeste asiático y Australia y sequías a Estados Unidos.
Los tres Niños más fuertes (1972, 1982 y 1997)= todos se transformaron luego en La Niña.
La devastadora sequía que soportó hace tres Años Estados Unidos y que destruyó granos y oleaginosas ocurrió en medio de un año de La Niña. Según la Administración atmosférica y oceánica nacional de Estados Unidos. 2012 fue el tercer año de La Niña más cálido registrado hasta la fecha.
Esto podría ser buena noticia para los especuladores alcistas de commodities, pues muchas materias primas agrícolas casi no sintieron los efectos de El Niño provocados por el calentamiento del océano pacífico tropical y por lo tanto hay altos niveles de inventario en casi todos los commodities.
Esto podría ser buena noticia para los especuladores alcistas de commodities, pues muchas materias primas agrícolas casi no sintieron los efectos de El Niño provocados por el calentamiento del océano pacífico tropical y por lo tanto hay altos niveles de inventario en casi todos los commodities.
Según analistas australianos, hay lugar para el optimismo en cuanto al panorama de los recursos naturales. Si bien el boom se3 ha opacado bastante, el “súper ciclo” está lejos de haberse acabado. Ellos hacen un buen pron{ostico aun cuando los precios de las commodities sigan en baja.