Ley Laboral: ¿intransigencia o colaboración?
El Presidente quiere para hoy la Reforma de la Ley Laboral. Aliancistas y justicialistas bailan un minué de argucias y versiones: ¿habrá o no concurrencia opositora?, ¿beneficia o perjudica al oficialismo la ausencia de la oposición?
Las huestes parlamentarias aliancistas se preparan para sancionar hoy, de manera concluyente, la Ley de Reforma Laboral, exigida por Fernando de la Rúa, Jose Luis Machinea y el Fondo Monetario Internacional. Hay mucho en juego.
Algunos observadores anuncian como un sabotaje a la sanción una eventual ausencia masiva del justicialismo para bloquear la sesión. Pero otros, sostienen que al tener el oficialismo la posibilidad de armar quórum con el apoyo de sus aliados, también podría confirmar por los dos tercios necesarios el proyecto originado en la cámara y soslayar las reformas introducidas por la mayoría opositora del Senado.
Todo sería distinto si, como se dijo ayer en el bloque justicialista, sus hombres bajaran al recinto para cuestionar la legitimidad de la preferencia para tratar el tema de la reforma laboral. Aunque algunos suspicaces creen que sólo será una forma de “salvar la cara” ante las bases partidarias.
Las huestes parlamentarias aliancistas se preparan para sancionar hoy, de manera concluyente, la Ley de Reforma Laboral, exigida por Fernando de la Rúa, Jose Luis Machinea y el Fondo Monetario Internacional. Hay mucho en juego.
Algunos observadores anuncian como un sabotaje a la sanción una eventual ausencia masiva del justicialismo para bloquear la sesión. Pero otros, sostienen que al tener el oficialismo la posibilidad de armar quórum con el apoyo de sus aliados, también podría confirmar por los dos tercios necesarios el proyecto originado en la cámara y soslayar las reformas introducidas por la mayoría opositora del Senado.
Todo sería distinto si, como se dijo ayer en el bloque justicialista, sus hombres bajaran al recinto para cuestionar la legitimidad de la preferencia para tratar el tema de la reforma laboral. Aunque algunos suspicaces creen que sólo será una forma de “salvar la cara” ante las bases partidarias.
