<p>Ello significa que aumentan las órdenes de compra y mejoran las perspectivas de demanda. La gama de servicios y afines representada por ese indicador se eleva a 80% del producto bruto interno. No obstante, todo guarismo bajo 50 es considerado como contractivo, quizá por lo anacrónico de la propia estadística. <br />
Sea como fuere, junio es el tercer mes seguido de ascenso y esto presupone estabilización, por lo menos, en el gasto del público. Combinada con menores existencias en almacén, puede anticipar avances en producción industrial.<br />
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Sin embargo, el desempleo continúa creciendo, bajan los salarios y ceden los precios de viviendas. Los tres factores implican trabas a una expansión más firme en los servicios reales. El índice del ISM estaba proyectado en 46 puntos para junio, pero finalmente subió a 47. <br />
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Datos recientes señalan un declive menos pronunciado de la economía real. Por ejemplo, el producto bruto industrial experimentó en junio el menor retroceso desde agosto.</p>
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Leve reacción registra el sector servicios en EE.UU.
Desde comercio minorista hasta insumos para construcción, junio marcó la primer alza en nueve meses. Según el instituto para gestión de existencias ISM, o sea gerentes de compras-, la cifra pasó de 44 a 47 puntos (+6,8%).