Lavagna ratificó su deseo de acordar con el FMI
"Trabajamos para que se cierre el acuerdo. Básicamente, la idea es no pagar vencimientos con reservas", enfatizó el ministro.
Según Lavagna, “en una negociación que lleva tanto tiempo,
necesariamente aparecen temas nuevos, tanto de un lado como del
otro. La información que estaba dando el FMI a sus países
miembros, era que la situación fiscal de Argentina estaba
absolutamente bajo control”.
“Ahora, con el correr de las semanas, sucede al revés: aparacen
del lado del Fondo algunas dudas sobre la situación fiscal.
Nosotros no las compartimos, pero en todo caso es una discusión en
torno a números de gastos de los capítulos nuevos que se ha
abierto en la negociación”, añadió.
En un reportaje que concedió al matutino Ambito Financiero, el
titular del Palacio de Hacienda sostuvo además que “hay que
registrar un dato básico: Argentina está en default desde enero
pasado y no hay en este momento, a nivel internacional, ningún
país que tenga por delante la tarea de reestructurar una deuda tan
grande como la que el país acumuló en los últimos años”.
“Por eso, es una política muy firme de esta administración no
tomar nueva deuda. Aunque hubiera fondos en el mercado para la
Argentina, no los tomaríamos porque estamos convencidos de que uno
de los males que hay en la economía nacional es vivir
sobreendeudándose”, puntualizó el funcionario.
Según Lavagna, “en una negociación que lleva tanto tiempo,
necesariamente aparecen temas nuevos, tanto de un lado como del
otro. La información que estaba dando el FMI a sus países
miembros, era que la situación fiscal de Argentina estaba
absolutamente bajo control”.
“Ahora, con el correr de las semanas, sucede al revés: aparacen
del lado del Fondo algunas dudas sobre la situación fiscal.
Nosotros no las compartimos, pero en todo caso es una discusión en
torno a números de gastos de los capítulos nuevos que se ha
abierto en la negociación”, añadió.
En un reportaje que concedió al matutino Ambito Financiero, el
titular del Palacio de Hacienda sostuvo además que “hay que
registrar un dato básico: Argentina está en default desde enero
pasado y no hay en este momento, a nivel internacional, ningún
país que tenga por delante la tarea de reestructurar una deuda tan
grande como la que el país acumuló en los últimos años”.
“Por eso, es una política muy firme de esta administración no
tomar nueva deuda. Aunque hubiera fondos en el mercado para la
Argentina, no los tomaríamos porque estamos convencidos de que uno
de los males que hay en la economía nacional es vivir
sobreendeudándose”, puntualizó el funcionario.
