El trabajo publicado por GHI, organización de la cual John Deere es miembro, en conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), supedita esos resultados a la implementación de políticas claves en pos de la productividad agrícola.
La región de América Latina y el Caribe cuenta con la tercera parte de los recursos de agua dulce del mundo y grandes extensiones de tierra con gran potencial para el cultivo.
Sin embargo, ésta ha alcanzado sólo una fracción de su potencial para aumentar la producción agrícola tanto para el consumo regional como para la exportación mundial, sostiene el trabajo publicado por la Global Harverst Initiative (GHI), organización de la cual John Deere es miembro, en conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID),
En las próximas décadas, el crecimiento demográfico y los grandes cambios en la dieta ejercerán una mayor presión sobre los sistemas agrícolas a nivel mundial.
Para cumplir con la demanda esperada, gobiernos y productores deberán trabajar aunadamente para crear sistemas de producción de alimento de manera sustentable.
En base al conocimiento y experiencia de más de 30 socios del sector público y privado, el trabajo “La Próxima Despensa Global: Cómo América Latina puede alimentar al mundo”identifica los retos, recomendaciones y puntos de acción para los gobiernos y responsables políticos, los productores, la agroindustria y la sociedad civil, así como la oportunidad de incrementar el desarrollo, reducir la pobreza y apoyar el progreso social en toda la región, apoyando así la seguridad alimentaria mundial.
La directora ejecutiva del Global Harvest Initiative, Margaret M. Zeigler, destacó que América Latina tiene un gran potencial para ayudar a satisfacer, de manera sostenible y productiva, la creciente demanda de alimentos, pastos, fibras y combustible de nuestro planeta.
Y agregó: “Al poner en marcha una agenda de políticas favorables a la agricultura, América Latina puede atraer las inversiones e innovaciones necesarias para convertirse en la despensa global del siglo 21. Los próximos 10 a 20 años ofrecen una oportunidad crítica para avanzar en nuevas formas de agricultura productiva y sostenible con el medio ambiente en la región”.
Por su parte, como una de las compañías junto a las que se desarrolló el estudio, Alfredo Miguel Neto, director de Asuntos Corporativos para América Latina de John Deere, expresó su opinión al respecto: “América Latina tiene un rol clave, no sólo para el crecimiento de la región, sino para paliar los desafíos de alimentación de miles de personas en el mundo, por medio de su contribución agrícola.
La región de América Latina y el Caribe aporta cerca del 11 por ciento del valor de la producción mundial de alimentos y cuenta con cerca del 24 por ciento de la tierra cultivable del mundo.
Asimismo, posee un 28 por ciento de la tierra del mundo que se considera tiene un potencial medio-alto para la expansión sostenible de la superficie cultivada y el 36 por ciento de la tierra, además, está como promedio a unas seis horas de los mercados locales.
Para lograr los objetivos enunciados, el estudio identifica varias áreas clave de inversión, tanto pública como privada, y para la aplicación de las políticas de acción, entre ellas la ciencia agrícola, la investigación y el desarrollo; mayor conocimiento y servicios de extensión agrícola para los productores, e infraestructura de transporte y logística.