Dante Sica, director de abeceb.com, explica el panorama fiscal para las provincias en 2014, cuyo escenario se presenta complicado, no sólo por el contexto de recesión y elevada inflación, sino también por los escasos márgenes fiscales de Nación.
En este contexto, y teniendo en cuenta la importancia del gasto en personal en los presupuestos provinciales, el resultado de las paritarias en curso resultará clave para dirimir el escenario de las finanzas provinciales en 2014.
Afirma que en una economía que no va a crecer en el escenario más optimista, el -1% con una inflación de alrededor de 30% va a impactar fuerte en las finanzas públicas nacionales que han perdido toda su holgura.
Advierte sobre el particular que, en caso de que el gobierno no avance en un programa de reducción del déficit fiscal, financiado en estos momentos con emisión, las principales perjudicadas de esta falta de holgura van a ser las provincias.
Señala por ello estos meses que siguen como claves para determinar cuál va a ser la capacidad de las provincias para poder enfrentar este año. Y esto es porque se está discutiendo la negociación salarial.
Si bien la Nación y las provincias están trabajando en tándem para poder acotar los reclamos salariales, una negociación con un piso del 25% implicaría un aumento del déficit fiscal por parte de las provincias consolidadas.
En una hipótesis de una negociación salarial que termine siendo nominal de alrededor del 30% implicaría que las provincias enfrentarían en el 2014 el déficit fiscal más grande desde la década del ´90, afirma.
En este sentido es claro que el escenario que enfrentan las provincias es un claro escenario de ajuste fiscal, el cual ya venían haciendo desde 2013. Cuando se miran los datos consolidados de ese año la situación de las provincias mejoró, en parte porque hubo un importante ajuste en materia de obra pública, y en parte porque las transferencias discrecionales de la nación en un año electoral, sumado a lo que había sido la presión impositiva, mejoraron las cuentas provinciales.
Este año ya no hay margen para aumentar impuestos, tampoco hay margen para aumentos discrecionales por parte del gobierno nacional, y en un escenario en el que en enero afrontamos una maxidevaluación, sumado al reconocimiento oficial del gobierno de la inflación, vuelve a complicar el panorama de las negociaciones salariales y ponen en tela de juicio la sustentabilidad de las finanzas públicas para este año.
En este sentido, mientras el gobierno no avance en reducir el déficit fiscal, las provincias van a ser las principales perjudicadas, concluye.