Al no lograr mantener el resultado positivo que mostró los tres meses inmediatos anteriores, el gobierno elevó 55,9% en la comparación interanual el gasto primario –gasto antes del pago de intereses-, en tanto el aumento de los ingresos corrientes creció en menor proporción que aquel.
Ingresaron a la Administración pública $99.678,1 millones un 55,6% mayor a lo obtenido en junio de 2013, según el Boletín Económico Centro de Investigación y Medición Económica Escuela de Economía y Negocios de la Universidad Nacional de San Martín.
En el desagregado se observa que el mayor incremento se dio en rentas de la propiedad, rubro el cual contiene los asientos provenientes de utilidades del Banco Central y ANSES, entre otros. Si se tuvieran en cuenta ellos el déficit de las cuentas públicas sería bastante más profundo.
En lo que respecta a Ingresos tributarios y Aportes y Contribuciones de la Seguridad Social, se verifican aumentos acordes a la tendencia que venía mostrando. En ellos se ve de modo implícito el aumento del consumo interno, como así también las integraciones mediante el empleo formal, medidos en valores corrientes.
Por su parte, los Gastos corrientes mostraron un aumento interanual del 71,3%, siendo lo erogado $105.530,4 millones. Absorbe la mayor parte de éstos, las Prestaciones de la Seguridad Social ($38.534,6 millones), lo cual al ser contrastado con los ingresos bajo este concepto muestra una diferencia negativa de $16.116,4 millones.
Estos gastos seguirán en el tiempo y se incrementarán, en razón a la Ley de ajustes previsionales, de modo periódico.
Incidieron al aumento de las Transferencias corrientes, los mayores fondos dirigidos hacia los subsidios al sector energético. Bajo el concepto transferencias al sector privado se verifica un incremento interanual del 100,8%. En donde, la distribución hacia provincias y CABA se vio mejorada en un 23,5%.
Las cuentas fiscales se encuentran en una difícil situación, medida a valores corrientes sigue mostrando aumentos en los generadores de los ingresos, pero ello también se ve reflejado en los gastos, los cuales siguen creciendo aceleradamente y no se observan signos en la política económica de que ello vaya a revertirse.