Lagarde elogió la decisión del BCE

spot_img

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, elogió el programa implementado por el Banco Central Europeo (BCE) para comprar deuda pública por 60.000 millones de euros por mes.

“La planeada ampliación del importe del balance ayudará a bajar los costos del crédito en la eurozona, aumentar las expectativas inflacionarias y reducir el riesgo de un periodo de baja inflación prolongada”, dijo la jefa del FMI, según un comunicado difundido en Washington.

 

La medida mejora claramente las perspectivas de que el BCE pueda cumplir con su mandato de estabilidad en los precios, publica la agencia Ansa tras conocerse las declaraciones de la funcionaria.

 

Según la información conocida ayer a mediodía, Lagarde opinó que, de todas formas, esta política monetaria más flexible debe ser apoyada por decisiones de política económica en la región, entre ellas reformas estructurales y el encauzamiento de la demanda.

 

El Banco Central Europeo (BCE) lanzó un programa de compra de bonos soberanos por un monto de 60.000 millones de euros mensuales, operación que empezará en marzo de este año y se prolongará hasta septiembre de 2016, y mantuvo en el mínimo histórico del 0,05 por ciento la tasa de interés para estimular la actividad económica y evitar la recesión.

 

El presidente del BCE, Mario Draghi, justificó la compra de bonos soberanos por el “persistente” nivel mínimo de la inflación, muy por debajo del objetivo aspirado por su entidad que, recordó, debería situarse “cerca” y “levemente por debajo” del 2%.

 

En este sentido, Draghi advirtió que la inflación interanual continuará siendo “muy baja o negativa” durante los próximos meses, y sólo repuntará “gradualmente” entre 2015 y 2016, consignó la agencia de noticias EFE.

 

El lanzamiento del programa de compra de bonos soberanos, como medida para reducir el riesgo de deflación en la eurozona y contribuir a reactivar la economía del bloque, era esperado por todos los analistas para esta primera sesión de este año.

 

En la anterior reunión del consejo de gobierno de la entidad, celebrada a principios de diciembre, el presidente del BCE avanzó sobre el tema ya que el personal de la entidad monetaria había comenzado a preparar los aspectos técnicos de nuevas medidas de estímulo monetario.

 

Respecto de las tasas de interés que se mantienen en el mínimo histórico del 0,05%, el BCE informó en un comunicado que su consejo de gobierno decidió también dejar sin cambios la tasa de interés de la facilidad marginal de crédito, a la que presta el dinero a un día, en 0,30%.

 

Asimismo, la autoridad monetaria mantuvo la facilidad de depósito, por la que remunera el dinero, en -0,20%, por lo que seguirá cobrando a los bancos que depositen efectivo en el BCE.

 

La última vez que la entidad que preside Mario Draghi rebajó las tasas de interés fue en septiembre pasado, y los expertos no preveían que en esta ocasión hubiese cambios.

Ante el lanzamiento del programa de compra de bonos del BCE, el sector financiero alemán y las aseguradoras del país manifestaron fuertes críticas, a las que se sumaron algunos responsables políticos que lamentaron que la canciller Angela Merkel no manifieste posición alguna.

El presidente de la Asociación de Cajas de Ahorro, Georg Fahrenschon, dijo que el BCE se había puesto bajo presión y al final no había tenido otra salida que satisfacer las expectativas que el mismo había creado en los mercados.

El argumento de que la medida es necesaria para combatir tendencias inflacionarias fue rechazado por Fahrenschon, quien considera que, si se hace abstracción de la caída de los precios de los combustibles, el índice de inflación es estable, aunque en un nivel bajo y el consumo es robusto.

“No veo por ninguna parte peligros deflacionarios que haya que combatir”, dijo Fahrenschon.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Aseguradoras Alemanas (GDV), Alexander Erdland, también criticó la decisión por considerar que la misma causa un daño a los ahorristas y hace aún más difícil crear ofertas de planes de pensiones privados.

La canciller alemana, Angela Merkel, desistió comentar la decisión del BCE argumentando que hay que respetar su independencia pero dentro de su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su ala bávara, Unión Socialcristiana (CSU), hay voces que piden al gobierno que dé un espaldarazo a los críticos de la compra de bonos.

Así, por ejemplo, el diputado cristianodemócrata Klaus Peter-Wilisch lamentó que Merkel haya dejado solo al presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, que se ha mostrado en contra del programa.

“Es lamentable que el gobierno deje solo al Bundesbank”, dijo Wilisch en declaraciones que recoge el periódico económico “Handelsblatt” en su edición digital.

Wilisch, además, señaló que hay otros miembros del consejo directivo del BCE que están en contra de la medida.

“Todos los bancos centrales de países orientados hacia la estabilidad están en contra de la compra de bonos”, dijo Wilisch.

El ministro de Finanzas del estado federado de Baviera, Markus Söder, criticó abiertamente al BCE, del que dijo que, “lamentablemente, no va por buen camino”.

Según Söder, Alemania no tiene por qué dominar el BCE pero este ha de tener en consideración la cultura de la estabilidad alemana.

Por ello, según el político de la CSU, el gobierno alemán debería responder a los miembros del consejo del BCE que están en contra del programa.

“EL BCE fue concebido como un Bundesbank europeo y no como un Banco de la Reserva Federal europeo”, dijo Söder. 

En tanto, luego de que se dio a conocer la compra de bonos de deuda soberana, las bolsas europeas ascendían entre 0,30 y 1,70 por ciento, excepto la de Suiza que mantenía una tendencia a la baja.

 

Compartir:

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img

Noticias

CONTENIDO RELACIONADO