La Conferencia Industrial de la UIA, que se desarrollará en Pilar, al final
correrá la misma suerte que el coloquio de IDEA, la semana pasada, en Mar
del Plata: los organizadores ya están más pendientes de la visita
del matrimonio presidencial para dar contenido al cierre, que de la agenda en
sí misma.
A diferencia de lo sucedido en IDEA, el temario que se abordará en el
evento fabril evitó cuestiones irritantes para el gobierno, como cualquier
enfoque crítico sobre la energía o la corrupción, y sí
aportará elementos, como actor principal, a la propuesta de pacto social
que lanzara la presidenta electa cuando todavía era candidata.
El prólogo político que se incorporó sin que nadie se
lo imaginara fue el alejamiento anticipado del futuro gobierno que decidió
el hombre del riñón fabril que ocupaba el Ministerio de Economía,
y de algún modo oficiaba de garante ad hoc de la ejecución del
modelo industrialista vigente.
Ahora la dirigencia de la UIA está expectante acerca de quién
reemplazará a Peirano y si su figura representa una señal de continuidad.
Ayer, el titular de la entidad, Juan Carlos Lascurain, no pudo evitar que se
le escapara la ansiedad acerca de la situación creada por el paso al
costado dado por Peirano, y confesó que cualquier sustituto “no
nos da lo mismo”.
El clima enrarecido en la cima del poder que motivó la decisión
personal de un ministro terminó de eclipsar la reciente victoria aplastante
del oficialismo, cuyos principales referentes lucían desorientados.
Es que las internas que explotaron entre Alberto Fernández y Julio de
Vido, entre Peirano y el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y rencillas
menores por los espacios de poder (como, por ejemplo, el hostigamiento a la
secretaria de Industria que dejó el ministro, la única funcionaria
que pudo nombrar, Leila Nazer) dejan al desnudo que la principal oposición
está, hoy por hoy, puertas adentro.
Anoche, los Kirchner evaluaban el anuncio anticipado del nuevo gabinete para
retomar la iniciativa y ocuparían buena parte de su atención en
esta jornada a conversar con las cabezas de las dos vertientes en que se halla
dividida la administración saliente: Fernández y De Vido.
La decisión firme que trascendió, al menos entre los allegados
con más acceso a los principales despachos del poder, es que hoy quedará
claro si el primer mandatario logra sellar un acuerdo de convivencia entre ambos
contendientes, al menos hasta superado el período estival y puesto en
ejecución ya el organigrama del gobierno que asume el 10 de diciembre.
La intención de Cristina Kirchner sería concurrir pasado mañana
a Pilar para el cierre de la 13ª Conferencia Industrial, pero la condición
sería que para ese momento esté todo definido y no haya resquicios
para las expectativas.
El presidente en persona llamó por teléfono a varios empresarios
para comunicarles que, cualquiera que fuese designado en el lugar de Peirano,
las decisiones más importantes del área y el control de la gestión
seguirá ejerciéndolo él, personalmente.
En la presentación que ayer se hiciera del evento, el titular de la
UIA, Juan Carlos Lascurain, señaló que el pacto social que propone
la mandataria electa es “necesario” si incluye, no sólo una
pauta de precios y salarios, sino también temas como la educación,
las condiciones de empleo y el acceso al financiamiento. Advirtió que
“aunque lo haya convocado el gobierno, deben dar también su opinión
el resto de las fuerzas políticas”.
Los organizadores mantienen en pie el convite a Miguel Peirano para que pronuncie
el discurso inaugural, como forma de apoyo a su tarea en el Palacio de Hacienda,
Mañana y pasado participarán de la cita también el gobernador
Felipe Solá, el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, el
del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), Esteban Dómina,
de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Eduardo Hecker, y los economistas
Aldo Ferrer y Eduardo Curia, entre otros.
Según el dirigente Alejandro Bercovich, la UIA “defendió
el modelo y la propuesta de un pacto social, por más que no se conozca
aún su alcance”. Pidió que se incluya a la oposición.
“La “UIA, entre energía y el pacto social”, coloca
“Ambito Financiero” en su sección de “avatares empresarios”
y transcribe las opiniones de Lascurain: “Si nos sentamos a discutir la
educación técnica, el desarrollo tecnológico, la biotecnología,
la financiación a largo plazo para las pymes, la integración campo-industria
y otros temas estratégicos, el acuerdo social sirve; si sólo se
va a hablar de precios y salarios, no vale la pena hacerlo y se estará
perdiendo una ocasión histórica”.
Pero hoy la prioridad pasa por otro lado para los dirigentes de la UIA: ¿es
lo mismo que el próximo ministro sea un tecnócrata como Alberto
Abad, un administrador fiel a los Kirchner como Sergio Massa o un hombre de
formación en las finanzas, como Martín Redrado? ¿Permanecerá
Alberto Fernández en la jefatura de Gabinete o “bajará”
Carlos Bettini desde la embajada en España?
La apertura de la conferencia fabril estará invadida por todas estas
especulaciones.
La Conferencia Industrial de la UIA, que se desarrollará en Pilar, al final
correrá la misma suerte que el coloquio de IDEA, la semana pasada, en Mar
del Plata: los organizadores ya están más pendientes de la visita
del matrimonio presidencial para dar contenido al cierre, que de la agenda en
sí misma.
A diferencia de lo sucedido en IDEA, el temario que se abordará en el
evento fabril evitó cuestiones irritantes para el gobierno, como cualquier
enfoque crítico sobre la energía o la corrupción, y sí
aportará elementos, como actor principal, a la propuesta de pacto social
que lanzara la presidenta electa cuando todavía era candidata.
El prólogo político que se incorporó sin que nadie se
lo imaginara fue el alejamiento anticipado del futuro gobierno que decidió
el hombre del riñón fabril que ocupaba el Ministerio de Economía,
y de algún modo oficiaba de garante ad hoc de la ejecución del
modelo industrialista vigente.
Ahora la dirigencia de la UIA está expectante acerca de quién
reemplazará a Peirano y si su figura representa una señal de continuidad.
Ayer, el titular de la entidad, Juan Carlos Lascurain, no pudo evitar que se
le escapara la ansiedad acerca de la situación creada por el paso al
costado dado por Peirano, y confesó que cualquier sustituto “no
nos da lo mismo”.
El clima enrarecido en la cima del poder que motivó la decisión
personal de un ministro terminó de eclipsar la reciente victoria aplastante
del oficialismo, cuyos principales referentes lucían desorientados.
Es que las internas que explotaron entre Alberto Fernández y Julio de
Vido, entre Peirano y el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y rencillas
menores por los espacios de poder (como, por ejemplo, el hostigamiento a la
secretaria de Industria que dejó el ministro, la única funcionaria
que pudo nombrar, Leila Nazer) dejan al desnudo que la principal oposición
está, hoy por hoy, puertas adentro.
Anoche, los Kirchner evaluaban el anuncio anticipado del nuevo gabinete para
retomar la iniciativa y ocuparían buena parte de su atención en
esta jornada a conversar con las cabezas de las dos vertientes en que se halla
dividida la administración saliente: Fernández y De Vido.
La decisión firme que trascendió, al menos entre los allegados
con más acceso a los principales despachos del poder, es que hoy quedará
claro si el primer mandatario logra sellar un acuerdo de convivencia entre ambos
contendientes, al menos hasta superado el período estival y puesto en
ejecución ya el organigrama del gobierno que asume el 10 de diciembre.
La intención de Cristina Kirchner sería concurrir pasado mañana
a Pilar para el cierre de la 13ª Conferencia Industrial, pero la condición
sería que para ese momento esté todo definido y no haya resquicios
para las expectativas.
El presidente en persona llamó por teléfono a varios empresarios
para comunicarles que, cualquiera que fuese designado en el lugar de Peirano,
las decisiones más importantes del área y el control de la gestión
seguirá ejerciéndolo él, personalmente.
En la presentación que ayer se hiciera del evento, el titular de la
UIA, Juan Carlos Lascurain, señaló que el pacto social que propone
la mandataria electa es “necesario” si incluye, no sólo una
pauta de precios y salarios, sino también temas como la educación,
las condiciones de empleo y el acceso al financiamiento. Advirtió que
“aunque lo haya convocado el gobierno, deben dar también su opinión
el resto de las fuerzas políticas”.
Los organizadores mantienen en pie el convite a Miguel Peirano para que pronuncie
el discurso inaugural, como forma de apoyo a su tarea en el Palacio de Hacienda,
Mañana y pasado participarán de la cita también el gobernador
Felipe Solá, el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, el
del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), Esteban Dómina,
de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Eduardo Hecker, y los economistas
Aldo Ferrer y Eduardo Curia, entre otros.
Según el dirigente Alejandro Bercovich, la UIA “defendió
el modelo y la propuesta de un pacto social, por más que no se conozca
aún su alcance”. Pidió que se incluya a la oposición.
“La “UIA, entre energía y el pacto social”, coloca
“Ambito Financiero” en su sección de “avatares empresarios”
y transcribe las opiniones de Lascurain: “Si nos sentamos a discutir la
educación técnica, el desarrollo tecnológico, la biotecnología,
la financiación a largo plazo para las pymes, la integración campo-industria
y otros temas estratégicos, el acuerdo social sirve; si sólo se
va a hablar de precios y salarios, no vale la pena hacerlo y se estará
perdiendo una ocasión histórica”.
Pero hoy la prioridad pasa por otro lado para los dirigentes de la UIA: ¿es
lo mismo que el próximo ministro sea un tecnócrata como Alberto
Abad, un administrador fiel a los Kirchner como Sergio Massa o un hombre de
formación en las finanzas, como Martín Redrado? ¿Permanecerá
Alberto Fernández en la jefatura de Gabinete o “bajará”
Carlos Bettini desde la embajada en España?
La apertura de la conferencia fabril estará invadida por todas estas
especulaciones.