La reunión Cavallo-Alfonsín

Sorpresiva reunión de Alfonsin y Cavallo. Un gesto para consolidar la convertibilidad, destinado a los inversores. Circulan todo género de rumores sobre la incorporación del economista al gobierno.

28 octubre, 2000

La semana fue ámbito propicio para el retorno de Domingo Felipe Cavallo a un primer plano del candelero político argentino de la mano de Raúl Alfonsín. El miércoles, dos hombres enfrentados hasta la exasperación en la concepción del mundo económico y social.

Al punto que uno (Alfonsín) acusó más de una vez al otro de haber conspirado para provocar su caída del gobierno, olvidaron recíprocos agravios y compartieron una charla en el departamento del ex Presidente.

Los voceros de ambos hombres públicos coincidieron en declarar a los periodistas que se trató de una muestra de civilización política y de una señal destinada a entonar los ánimos de los inversores.

Que ambos se hayan esforzado en superar manifiestos rencores constituye un síntoma de que la gravedad de la situación política y económica del país requiere la cooperación y la generosidad de todos los protagonistas para superar la coyuntura o, también, de que factores capaces de influir en ambos han intervenido para gestar la entrevista.

A pesar de que Raúl Alfonsín dijo hace pocos días que Cavallo era el límite de la Alianza y que si éste ingresaba en el Gobierno, él se iba, durante las últimas jornadas proliferaron los rumores, intencionados o no, de una posible incorporación de Cavallo al equipo de colaboradores más cercanos a De la Rúa.

Entre las versiones más audaces las preferencias se repartían: unos aseguran que suplantaría a José Luis Machinea; otros, afirmaban que sería el nuevo jefe de Gabinete.

Aunque en política todo es posible, los analistas estiman que son demasiados los obstáculos a superar para que Cavallo se sume a las filas oficialistas; la sola perspectiva de que pudiera ocurrir hasta hace pocas horas obligó a Carlos Alvarez a declarar que ese hecho pondría absolutamente en crisis a la Alianza.

Obviamente, sería un acontecimiento mucho más traumático que el escándalo de las coimas en el Senado para el ex vicepresidente.

La Unión Cívica Radical se mostró el miércoles menos contundente en sus expresiones. Un comunicado de prensa del partido informó que en la reunión realizada entre Alfonsín y Cavallo se habló sobre “la marcha de la economía y la necesidad de alcanzar pautas comunes queden sustento a políticas de crecimiento y desarrollo.

Cavallo, asimismo, reiteró el apoyo que ya había expresado a la gestión de Machinea”.

La semana fue ámbito propicio para el retorno de Domingo Felipe Cavallo a un primer plano del candelero político argentino de la mano de Raúl Alfonsín. El miércoles, dos hombres enfrentados hasta la exasperación en la concepción del mundo económico y social.

Al punto que uno (Alfonsín) acusó más de una vez al otro de haber conspirado para provocar su caída del gobierno, olvidaron recíprocos agravios y compartieron una charla en el departamento del ex Presidente.

Los voceros de ambos hombres públicos coincidieron en declarar a los periodistas que se trató de una muestra de civilización política y de una señal destinada a entonar los ánimos de los inversores.

Que ambos se hayan esforzado en superar manifiestos rencores constituye un síntoma de que la gravedad de la situación política y económica del país requiere la cooperación y la generosidad de todos los protagonistas para superar la coyuntura o, también, de que factores capaces de influir en ambos han intervenido para gestar la entrevista.

A pesar de que Raúl Alfonsín dijo hace pocos días que Cavallo era el límite de la Alianza y que si éste ingresaba en el Gobierno, él se iba, durante las últimas jornadas proliferaron los rumores, intencionados o no, de una posible incorporación de Cavallo al equipo de colaboradores más cercanos a De la Rúa.

Entre las versiones más audaces las preferencias se repartían: unos aseguran que suplantaría a José Luis Machinea; otros, afirmaban que sería el nuevo jefe de Gabinete.

Aunque en política todo es posible, los analistas estiman que son demasiados los obstáculos a superar para que Cavallo se sume a las filas oficialistas; la sola perspectiva de que pudiera ocurrir hasta hace pocas horas obligó a Carlos Alvarez a declarar que ese hecho pondría absolutamente en crisis a la Alianza.

Obviamente, sería un acontecimiento mucho más traumático que el escándalo de las coimas en el Senado para el ex vicepresidente.

La Unión Cívica Radical se mostró el miércoles menos contundente en sus expresiones. Un comunicado de prensa del partido informó que en la reunión realizada entre Alfonsín y Cavallo se habló sobre “la marcha de la economía y la necesidad de alcanzar pautas comunes queden sustento a políticas de crecimiento y desarrollo.

Cavallo, asimismo, reiteró el apoyo que ya había expresado a la gestión de Machinea”.

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