La dinámica del mes reflejó retrocesos en sectores que venían liderando la recuperación, como automotriz, minerales no metálicos y alimentos y bebidas. En la industria automotriz, la readecuación de líneas de producción provocó una caída en la fabricación de vehículos, con impacto en exportaciones y en los envíos a concesionarias locales. En los minerales no metálicos, los despachos de cemento en bolsa marcaron una segunda baja consecutiva, mientras que otros insumos de la construcción también se contrajeron.
Avances y retrocesos sectoriales
El informe destacó que la caída general fue contenida por mejoras en insumos intermedios, en particular la producción de acero y laminados terminados en frío dentro de las industrias metálicas básicas, y en la rama de químicos y plásticos. Sin embargo, la metalmecánica volvió a mostrar retrocesos, con fuerte impacto en la maquinaria agrícola, cuyos patentamientos se redujeron de manera significativa frente al año anterior.
En el acumulado enero-agosto, los sectores de mayor crecimiento fueron minerales no metálicos (+8,2%), automotriz (+6,1%), alimentos y bebidas (+6,5%) e industrias metálicas básicas (+3,2%). Con alzas menores al promedio se ubicaron la refinación de petróleo (+1%) y textiles (+0,8%). Entre los que mostraron caídas se encuentran cigarrillos (–1,8%), metalmecánica (–2%), químicos y plásticos (–4,5%) y papel y celulosa (–7%).
Bienes de capital y consumo
Analizado por tipo de bienes, el crecimiento acumulado se redujo en todos los segmentos salvo en los intermedios. Los bienes de capital moderaron su avance a 8,3% por el retroceso de la maquinaria agrícola. Los bienes de consumo no durable crecieron 2,8% gracias al impulso de alimentos, aunque con menor ritmo. Los bienes de uso intermedio avanzaron apenas 0,4%, sostenidos por acero y agroquímicos. En cambio, los bienes de consumo durable acumularon una caída de 2,1%, arrastrados por automóviles y electrodomésticos.
Señales de desaceleración
En términos desestacionalizados, la producción avanzó 1% mensual en agosto, luego de dos meses de caída. Aun así, FIEL advierte que desde febrero la industria atraviesa una nueva fase recesiva —la número 12 desde 1980—, con una contracción anual de 6%.
En síntesis, el repunte de algunos insumos intermedios evitó una mayor caída, pero no alcanza para revertir la tendencia de enfriamiento. La industria ingresa al último cuatrimestre con un crecimiento debilitado y sin señales claras de salida de la fase recesiva.












