La permisividad comercial favorece los brotes de aftosa

Esto es lo que ocurre en América latina según los estudios realizados por una organización que se dedica a investigar sobre el mal. La entidad reconoció los esfuerzos, pero dijo que, aun así, el riesgo siempre subsiste.

13 marzo, 2001

(EFE).- Los riesgos de un brote de aftosa como el que causa estragos a la ganadería del Reino Unido persistirán en América Latina por la permisividad de su comercio, advirtieron ayer (lunes 12) expertos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

El director del Centro Panamericano de la Fiebre Aftosa (Panaftosa), Eduardo Correa, dijo que la “característica” de escasa rigurosidad en el intercambio comercial hace que el riesgo subsista y no pueda aspirarse a que el mal algún día sea erradicado definitivamente.

“Los riesgos van a existir siempre y eso se ve facilitado por el nivel del intercambio comercial. Un turista puede llegar acá con un chorizo”, afirmó Correa, al ejemplificar la forma y la rapidez en que la fiebre aftosa puede expandirse de un área infectada a otra no contaminada.

Con ese tipo de prácticas, muy común en los países del área por la permisividad de los controles fronterizos o aduaneros, “siempre habrá un riesgo permanente y nunca vamos a estar absolutamente liberados”, resaltó Correa.

El experto destacó, sin embargo, la importancia del organismo, creado en 1951 por la OPS en la lucha por la erradicación de la fiebre aftosa en el continente, principalmente en el Cono Sur, donde se han logrado importantes resultados.

En 1988, las cabezas bovinas de Sudamérica afectadas por el mal alcanzaban 98,24%, en 1993 se redujo a 94,57%, y en 1999 logró disminuir hasta 39,93%, según datos de Panaftosa.

Los últimos informes del organismo indican que Uruguay está bajo control, Brasil en vigilancia, y la Argentina y Paraguay están con una estrategia de prevención mediante la vacunación tras un brote detectado el año pasado y que motivó vetos mutuos a las exportaciones cárnicas.

El director de Panaftosa encabeza una delegación del organismo que se encuentra en Asunción para coordinar un seminario que precederá a una asamblea ordinaria de la Comisión Sudamericana para la Lucha Contra la Fiebre Aftosa, que se celebrará los próximos días 15 y 16.

Correa comentó que la situación registrada en Gran Bretaña es muy “particular”, en el sentido de que se han multiplicado los focos de este brote cuando se encuentra libre de aftosa sin vacunación, estatus que en América sólo gozan Chile, Uruguay y Las Guayanas.

Las autoridades del Reino Unido han detectado más de 150 focos de brotes de aftosa y sacrificado cerca de 100.000 cabezas de ganado dentro de la zona de restricción, al tiempo de extremar las labores de control.

El director de Panaftosa explicó que en algunas regiones de América la aparición de la enfermedad ha sido recurrente, como en Bolivia, Ecuador y Venezuela, y algunos rebrotes registrados en Chile en 1984 y 1987.

Por su parte, el jefe de Prevención del organismo, Víctor Saraíva, explicó que la reaparición en Chile había obligado a las autoridades de ese país a vacunar como una forma de combatir la enfermedad.

Agregó que la vacunación no es el único método para contrarrestar el avance del mal, ya que algunos países recurren al mismo tiempo a aislar el área infectada y matar a los animales, aunque hay casos en que se ven obligados a sacrificar a los ya vacunados.

Saraíva explicó que durante los brotes de aftosa detectados el año pasado en el Cono Sur de América, las autoridades uruguayas reaccionaron inmediatamente al aplicar el “rifle sanitario” antes de que Panaftosa se pronuncie sobre el caso.

“La detección clínica de campo y basada en antecedentes puede llevar a una gran seguridad como en el caso de Uruguay, que antes de recibir una respuesta ya estaba matando animales”, indicó el experto.

(EFE).- Los riesgos de un brote de aftosa como el que causa estragos a la ganadería del Reino Unido persistirán en América Latina por la permisividad de su comercio, advirtieron ayer (lunes 12) expertos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

El director del Centro Panamericano de la Fiebre Aftosa (Panaftosa), Eduardo Correa, dijo que la “característica” de escasa rigurosidad en el intercambio comercial hace que el riesgo subsista y no pueda aspirarse a que el mal algún día sea erradicado definitivamente.

“Los riesgos van a existir siempre y eso se ve facilitado por el nivel del intercambio comercial. Un turista puede llegar acá con un chorizo”, afirmó Correa, al ejemplificar la forma y la rapidez en que la fiebre aftosa puede expandirse de un área infectada a otra no contaminada.

Con ese tipo de prácticas, muy común en los países del área por la permisividad de los controles fronterizos o aduaneros, “siempre habrá un riesgo permanente y nunca vamos a estar absolutamente liberados”, resaltó Correa.

El experto destacó, sin embargo, la importancia del organismo, creado en 1951 por la OPS en la lucha por la erradicación de la fiebre aftosa en el continente, principalmente en el Cono Sur, donde se han logrado importantes resultados.

En 1988, las cabezas bovinas de Sudamérica afectadas por el mal alcanzaban 98,24%, en 1993 se redujo a 94,57%, y en 1999 logró disminuir hasta 39,93%, según datos de Panaftosa.

Los últimos informes del organismo indican que Uruguay está bajo control, Brasil en vigilancia, y la Argentina y Paraguay están con una estrategia de prevención mediante la vacunación tras un brote detectado el año pasado y que motivó vetos mutuos a las exportaciones cárnicas.

El director de Panaftosa encabeza una delegación del organismo que se encuentra en Asunción para coordinar un seminario que precederá a una asamblea ordinaria de la Comisión Sudamericana para la Lucha Contra la Fiebre Aftosa, que se celebrará los próximos días 15 y 16.

Correa comentó que la situación registrada en Gran Bretaña es muy “particular”, en el sentido de que se han multiplicado los focos de este brote cuando se encuentra libre de aftosa sin vacunación, estatus que en América sólo gozan Chile, Uruguay y Las Guayanas.

Las autoridades del Reino Unido han detectado más de 150 focos de brotes de aftosa y sacrificado cerca de 100.000 cabezas de ganado dentro de la zona de restricción, al tiempo de extremar las labores de control.

El director de Panaftosa explicó que en algunas regiones de América la aparición de la enfermedad ha sido recurrente, como en Bolivia, Ecuador y Venezuela, y algunos rebrotes registrados en Chile en 1984 y 1987.

Por su parte, el jefe de Prevención del organismo, Víctor Saraíva, explicó que la reaparición en Chile había obligado a las autoridades de ese país a vacunar como una forma de combatir la enfermedad.

Agregó que la vacunación no es el único método para contrarrestar el avance del mal, ya que algunos países recurren al mismo tiempo a aislar el área infectada y matar a los animales, aunque hay casos en que se ven obligados a sacrificar a los ya vacunados.

Saraíva explicó que durante los brotes de aftosa detectados el año pasado en el Cono Sur de América, las autoridades uruguayas reaccionaron inmediatamente al aplicar el “rifle sanitario” antes de que Panaftosa se pronuncie sobre el caso.

“La detección clínica de campo y basada en antecedentes puede llevar a una gran seguridad como en el caso de Uruguay, que antes de recibir una respuesta ya estaba matando animales”, indicó el experto.

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