Tras once semanas de intensos ataques aéreos sobre territorio yugoslavo, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) decretó ayer el cese de los bombardeos luego de verificar el inicio de la retirada de las tropas serbias de Kosovo. Después, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) dio aprobación a la resolución que autoriza el ingreso a la provincia separatista de la fuerza internacional de paz de 50.000 hombres. La función principal que deberá cumplir esa fuerza será la de controlar el regreso a su tierra de los refugiados albano-kosovares. Los líderes políticos que participaron de la guerra que dejó un saldo de 2.000 civiles muertos se mostraron satisfechos por el fin del conflicto y tanto los aliados como el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, dijeron ser “ganadores”. Mientras tanto, el ministro de Defensa argentino, Jorge Domínguez, ofreció al Pentágono la participación de 600 soldados de las tres armas y equipos militares y sanitarios.
Tras once semanas de intensos ataques aéreos sobre territorio yugoslavo, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) decretó ayer el cese de los bombardeos luego de verificar el inicio de la retirada de las tropas serbias de Kosovo. Después, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) dio aprobación a la resolución que autoriza el ingreso a la provincia separatista de la fuerza internacional de paz de 50.000 hombres. La función principal que deberá cumplir esa fuerza será la de controlar el regreso a su tierra de los refugiados albano-kosovares. Los líderes políticos que participaron de la guerra que dejó un saldo de 2.000 civiles muertos se mostraron satisfechos por el fin del conflicto y tanto los aliados como el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, dijeron ser “ganadores”. Mientras tanto, el ministro de Defensa argentino, Jorge Domínguez, ofreció al Pentágono la participación de 600 soldados de las tres armas y equipos militares y sanitarios.