La OPEP busca productores no alineados para ampliar el recorte

El ministro venezolano de Energía y Minas, Rafael Rodríguez aseguró que "podríamos considerar en diciembre otro recorte si es necesario y estamos en conversaciones con los países No-OPEP para que nos acompañen más en este tipo de decisiones".

26 septiembre, 2003

El ministro venezolano afirmó que todos los países miembros de la OPEP quedaron “preocupados ante las perspectivas para el año 2004” presentadas a la conferencia ministerial por el “Comité de Supervisión del Mercado” de la organización, que se reunió del martes al miércoles.
En esos cálculos “se nota una tendencia a la baja de los precios, así como a aumentar las reservas almacenadas que puede abaratar adicionalmente el crudo”, explicó el ministro.

Ramírez reconoció que “las estimaciones de crecimiento en la economía mundial son importantes en algunos sectores, sobre todo en EEUU, donde existe una previsión de crecimiento que permitiría esperar una demanda importante”, mayor que la de este año.
Pero, por otra parte, “hay factores adicionales” que presionarían a la baja los precios, como la vuelta gradual de la producción de Irak y la especulación, que es “un factor muy grande, pues puede que en el mercado especulativo se negocie la mayor cantidad de crudo”, agregó.
Por eso fue casi unánime la posición de los diez países del cartel petrolero a favor de un recorte, informó el ministro.

“Venezuela fue uno de los primeros países que suscribió este recorte porque consideramos que hay que hacer con anticipación todos los esfuerzos necesarios para mantener el mercado estable, más aún acordamos que tras este recorte y esta reunión vamos a tener una reunión extraordinaria en diciembre, que no estaba prevista”, dijo.
“Si es necesario hacer recortes adicionales, los haremos”, afirmó el ministro venezolano durante la entrevista en la capital austríaca.
Recordó, asimismo, que el objetivo de esos recortes es garantizar que el precio del crudo se mantenga en la banda fijada por la OPEP, de entre 22 y 28 dólares por barril, sistema de precios “que ha funcionado en los últimos cuatro años”, manifestó.

En el seno de la OPEP “existe mucha cohesión interna y unidad con respecto a nuestro objetivo de defender nuestros derechos a tener el retorno adecuado por un recurso que se agota y que es muy importante para nuestras economías”, señaló Ramírez.
En este contexto, insistió en que “la cadena del precio de la energía se compone de muchos elementos, y en ella las decisiones del precio de la materia prima, en este caso de la OPEP, es sólo el primer eslabón, y refleja un derecho legítimo de los países productores a tener un retorno por un bien que no es renovable”.
“Ahora, de ahí adelante, entre nosotros y el consumidor final hay una cantidad de elementos que no se tocan en las discusiones y que sí es necesario discutir”, como son la especulación, las referencias o crudos marcadores que se usan para establecer los precios, los intereses de los inversores y los impuestos sobre la energía, que superan el 60 por ciento en muchos países de Europa.
“Como dijo algún ministro, como ejercicio, la OPEP podría enviar petróleo gratis a Europa, pero con el compromiso de obtener para nosotros solamente la mitad del impuesto que se cobra en los países europeos a la energía. Obtendríamos así un precio por barril cercano a los 44 dólares”, señaló.

El ministro venezolano subrayó que “reconocemos que cada país es soberano a la hora de decidir su política impositiva pero “si vamos a discutir el tema la energía, tenemos que discutir todos los eslabones de la cadena”.

Con respecto a la producción de crudo venezolana, precisó que actualmente es “de 3,3 millones de barriles diarios (mb/d)”, incluidos 80.000 barriles de orimulsión y 160.000 barriles de líquidos y condensados que no entran en la cuota fijada por la OPEP.

La cuota actual de Venezuela es de 2,9 mb/d y bajará en 104.000 barriles a partir del 1 de noviembre, cuando entre en vigor el último recorte, de 900.000 barriles, que deja en 24,5 millones de barriles diarios la oferta total de los diez países que participan en el sistema de cuotas de la OPEP.
Caracas incluye en su cuota nacional “el crudo sintético o reformado, una tecnología novedosa que no entra dentro de la caracterización de crudos convencionales” y que algunas fuentes parecen no recoger cuando calculan la producción del país latinoamericano, según el ministro.
“Sin embargo, nosotros lo introducimos en nuestra cuota porque esos volúmenes de petróleo, sea reformado, sintético o como se le llame, definitivamente sí que afectan al mercado”, añadió Ramírez, al recordar que ningún otro país tiene ese tipo de crudo, que es una tecnología aplicada en la cuenca del río Orinoco.

Fuente: EFE

El ministro venezolano afirmó que todos los países miembros de la OPEP quedaron “preocupados ante las perspectivas para el año 2004” presentadas a la conferencia ministerial por el “Comité de Supervisión del Mercado” de la organización, que se reunió del martes al miércoles.
En esos cálculos “se nota una tendencia a la baja de los precios, así como a aumentar las reservas almacenadas que puede abaratar adicionalmente el crudo”, explicó el ministro.

Ramírez reconoció que “las estimaciones de crecimiento en la economía mundial son importantes en algunos sectores, sobre todo en EEUU, donde existe una previsión de crecimiento que permitiría esperar una demanda importante”, mayor que la de este año.
Pero, por otra parte, “hay factores adicionales” que presionarían a la baja los precios, como la vuelta gradual de la producción de Irak y la especulación, que es “un factor muy grande, pues puede que en el mercado especulativo se negocie la mayor cantidad de crudo”, agregó.
Por eso fue casi unánime la posición de los diez países del cartel petrolero a favor de un recorte, informó el ministro.

“Venezuela fue uno de los primeros países que suscribió este recorte porque consideramos que hay que hacer con anticipación todos los esfuerzos necesarios para mantener el mercado estable, más aún acordamos que tras este recorte y esta reunión vamos a tener una reunión extraordinaria en diciembre, que no estaba prevista”, dijo.
“Si es necesario hacer recortes adicionales, los haremos”, afirmó el ministro venezolano durante la entrevista en la capital austríaca.
Recordó, asimismo, que el objetivo de esos recortes es garantizar que el precio del crudo se mantenga en la banda fijada por la OPEP, de entre 22 y 28 dólares por barril, sistema de precios “que ha funcionado en los últimos cuatro años”, manifestó.

En el seno de la OPEP “existe mucha cohesión interna y unidad con respecto a nuestro objetivo de defender nuestros derechos a tener el retorno adecuado por un recurso que se agota y que es muy importante para nuestras economías”, señaló Ramírez.
En este contexto, insistió en que “la cadena del precio de la energía se compone de muchos elementos, y en ella las decisiones del precio de la materia prima, en este caso de la OPEP, es sólo el primer eslabón, y refleja un derecho legítimo de los países productores a tener un retorno por un bien que no es renovable”.
“Ahora, de ahí adelante, entre nosotros y el consumidor final hay una cantidad de elementos que no se tocan en las discusiones y que sí es necesario discutir”, como son la especulación, las referencias o crudos marcadores que se usan para establecer los precios, los intereses de los inversores y los impuestos sobre la energía, que superan el 60 por ciento en muchos países de Europa.
“Como dijo algún ministro, como ejercicio, la OPEP podría enviar petróleo gratis a Europa, pero con el compromiso de obtener para nosotros solamente la mitad del impuesto que se cobra en los países europeos a la energía. Obtendríamos así un precio por barril cercano a los 44 dólares”, señaló.

El ministro venezolano subrayó que “reconocemos que cada país es soberano a la hora de decidir su política impositiva pero “si vamos a discutir el tema la energía, tenemos que discutir todos los eslabones de la cadena”.

Con respecto a la producción de crudo venezolana, precisó que actualmente es “de 3,3 millones de barriles diarios (mb/d)”, incluidos 80.000 barriles de orimulsión y 160.000 barriles de líquidos y condensados que no entran en la cuota fijada por la OPEP.

La cuota actual de Venezuela es de 2,9 mb/d y bajará en 104.000 barriles a partir del 1 de noviembre, cuando entre en vigor el último recorte, de 900.000 barriles, que deja en 24,5 millones de barriles diarios la oferta total de los diez países que participan en el sistema de cuotas de la OPEP.
Caracas incluye en su cuota nacional “el crudo sintético o reformado, una tecnología novedosa que no entra dentro de la caracterización de crudos convencionales” y que algunas fuentes parecen no recoger cuando calculan la producción del país latinoamericano, según el ministro.
“Sin embargo, nosotros lo introducimos en nuestra cuota porque esos volúmenes de petróleo, sea reformado, sintético o como se le llame, definitivamente sí que afectan al mercado”, añadió Ramírez, al recordar que ningún otro país tiene ese tipo de crudo, que es una tecnología aplicada en la cuenca del río Orinoco.

Fuente: EFE

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