<p>Antes que se delineara con claridad la reelección de Moyano, había bastante mar de fondo gremial ante los arreglos inferiores al 25 % y un amague concreto de anticipar la convocatoria a paritarias para octubre. </p><p>La consolidación de la CGT aliada al gobierno, aunque con el riesgo de que aparezca una central paralela liderada por Luis Barrionuevo, permitirá anticipar esa amenaza de nueva presión salarial con medidas que satisfagan las necesidades de los sueldos mínimos, haga subir de escalón las jubilaciones y fundamentalmente que desgraven de ganancias las remuneraciones superiores a los 6.000 pesos mensuales, que ya alcanzan a muchas escalas industriales y de los propios camioneros.</p><p>Estos retoques, que se espaciarían en el tiempo para abarcar hasta agosto, prepararán el terreno para la convocatoria del Consejo Nacional del Salario, a la que vislumbran como antesala y pauta general para los acuerdos de partes que se celebren desde el año que viene.</p><p>En el mismo estadio de Obras Sanitarias donde el año pasado fuera lanzada la candidatura presidencial de Cristina Kirchner, se consumó el nuevo consejo directivo de la CGT, que integra en la mesa chica a gremios industriales de peso, que hasta ahora se manejaban con cierta independencia de la conducción que ejercían los colegas de servicios, con el transporte en la cima.</p><p>El armado político del máximo órgano de representación sindical del país no fue mérito del secretario general reelecto, sino de la acción directa que el ex presidente Néstor Kirchner ejerció sobre los principales dirigentes, en un carácter de titular del PJ y esposo de la primera mandataria.</p><p>Sin el espaldarazo de la quinta de Olivos Moyano tendría que haber dirimido el voto con: Antonio Caló, de la UOM, a quien en un momento apoyaban los Gordos (gremios de servicios) tanto como el gastronómico Luis Barrionuevo. Este fue el último que quedó haciéndole frente al camionero, una vez que Caló, el SMATA y los Gordos (Armando Cavalieri, Oscar Lescano, Carlos West Ocampo) fueron convencidos por el kirchnerismo a renovarle a Moyano, por un año más, el mandato.</p><p>Así, la nómina oficial ubica a Hugo Moyano en la secretaría General y a Juan Belén, de la UOM, en la secretaría adjunta; mientras que la secretaría gremial seguiría en manos de Omar Viviani (peones de taxis) y la secretaría del Interior continuaría a cargo de Gerónimo Venegas (UATRE).<br /></p>
<p>Además, la de relaciones institucionales sería nuevamente para Andrés Rodríguez (UPCN) y la de prensa iría para Carlos West Ocampo (Sanidad) – un dirigente identificado con los "Gordos" que había manifestado su disconformidad con el intento unificador en la CGT-, aunque también habría una secretaría reservada para Armando Cavalieri (Comercio).</p><p>Como muestra inequívoca de apoyo, la presidenta Cristina de Kirchner, y su esposo, el titular del PJ, Néstor Kirchner, acompañaron ayer a Hugo Moyano en el acto en homenaje a Norberto Centeno, en la sede de la CGT, en Azopardo 802. </p><p>La presencia del matrimonio presidencial en la sede de la Confederación General del Trabajo (CGT) 24 horas antes del Confederal fue provista de contenido "progresista", al haber ido a participar del homenaje al impulsor de la ley de Contrato de Trabajo, que fuera desaparecido por la dictadura el 7 de julio de 1977 en la "noche de las corbatas".</p><p>El espaldarazo desde la cúspide del poder dejó aislada del calor oficial a la lista que se mantuvo como oponente: la del gastronómico Luis Barrionuevo, quien había reunido en su plenario a 56 organizaciones sindicales que representan a 605 congresales, y facultaba a la mesa de conducción del sector a armar una lista de candidatos propios para el caso de que no fuese posible alcanzar la unidad del movimiento obrero. </p><p>Se le habían sumado a papeleros, plásticos, vigiladores privados, viajantes, vidrio y estaciones de servicio, junto a otros gremios, como las Asociaciones Sindical de Industrias Metalúrgicas (ASIMRA) y del Personal Técnico Aeronáutico (APTA) y los peluqueros, mientras había avanzadas gestiones con la Unión Tranviarios Automotor(UTA).</p><p>Pero el cónclave de Obras terminó de acomodar los tantos. Antes de empezar el acto, Moyano dijo a la agencia de noticias Télam que "realizaremos todos los esfuerzos necesarios para que haya una lista de unidad y, de lo contrario, se votará", asegurando que ya "se acreditó casi el 100% de los gremios, o sea, más de 1.500 delegados". <br /></p>
<p><strong>Alianza estratégica</strong></p>
<p>El secretario de Derechos Humanos de la CGT, Julio Piumato, "moyanista", indicó que la reelección de Moyano en el congreso "se relaciona con la consolidación de un proceso de unidad en el movimiento obrero" y la reafirmación de "la alianza estratégica" con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. </p>
<p>Piumato ya había anticipado que la secretaría adjunta (a cargo de José Luis Lingeri, de Obras Sanitarias) será para un congresal de la Unión Obrera Metalúrugica (UOM), aunque su titular, Antonio Caló, ya adelantó que no ocupará el cargo y en su lugar irá Belén. </p>
<p>Moyano quiere que resulte evidente a todos los sindicalistas que votarán que él es quien tiene 'la llave' para acceder a los recursos del Estado. Ya se sabe que en el esquema productivo vigente en la Argentina, en una economía cruzada por subsidios, compensaciones, prebendas y favores, contar con el apoyo del Estado Nacional es la clave del éxito. </p>
<p>La parte que le toca a la CGT en la etapa que se propone inaugurar la presidenta en cuanto termine la ronda legislativa por las retenciones consiste en regular los planteos sindicales dentro de la inflación que reconoce el INdEC, por más que ningún trabajador crea en los índices oficiales. </p>
<p>En febrero, con la unidad sindical sin concretar, los convenios empezaron duplicando la medición oficial pero dentro del esquema propuesto por el gobierno, hasta que los gremios industriales impulsaron mejoras vinculadas con la hipótesis privada de inflación, arriba por entonces del 30 %.</p>
<p>El análisis de por qué el metalúrgico Caló no fue competidor de Moyano que ensaya el diario oficialista Página 12, con la firma de Mario Wainfeld, merece ser repasado: "La triangulación entre el líder de los camioneros, el gobierno y el metalúrgico consulta necesidades convergentes. Moyano es un aliado importante del oficialismo, con ascendiente sobre sus representados, capacidad de movilización y un nivel de disciplina que no siempre se le reconoce. Es un lugar común expandido soslayar su lugar institucional, importante en cualquier país capitalista. También cunde la leyenda de una brutalidad poco limitada, lectura que combina cuotas de clasismo, gorilismo e intereses patronales. La conducta de los trabajadores del transporte durante el lockout y los cortes de rutas que asolaron el país tuvo una templanza superior a la de los productores soliviantados. Habla de una extendida autocontención en la sociedad argentina, pero también del ascendiente de Moyano. </p>
<p>"Consagrado por sus logros reivindicativos, por su batallar contra el menemismo y por su potencialidad para tomar la calle, Moyano es un aliado deseable para la idea de gobernabilidad que acuñó Néstor Kirchner hacia 2004 o 2005, intocada por la actual Presidenta. Por otro lado, no hay a la vista un dirigente sindical que le haga sombra. </p>
<p>"No todas son rosas para el camionero. No ha conseguido acrecentar de modo significativo alianzas al interior del movimiento obrero desde que se aposentó al frente de la CGT ganando la <em>pole position</em> en un triunvirato que no le oponía pares. Si se mira en detalle, sus cabales compañeros de ruta son una suerte de agrupación de gremios de transporte con el agregado de los empleados judiciales, esto es, la misma base del MTA parido hace cosa de quince años. </p>
<p>"Es un sustento exiguo, en previsión de años turbulentos acaso menos pródigos que los precedentes. Tanto a Moyano como al gobierno, que no suele operar pero sí dictaminar sobre la cúpula de la CGT, esa relativa soledad los preocupaba. </p>
<p>"El metalúrgico Caló no es un competidor posible de Moyano, hoy y aquí. No da la talla, tabulan en la Casa Rosada y en los pasillos del edificio de Azopardo. Su trayectoria no lo ranquea tan alto. También lo limita una regla no escrita pero inexorable de la lógica cegetista: los metalúrgicos no son hoy un sector de punta del proletariado, muy a la vera de los camioneros, o de sus "hermanos" (Caín y Abel también lo eran) del Smata, sin ir más lejos.</p>
<p>"Un dirigente afín al gobierno, menos bilioso para su paladar que los Gordos, puede, empero, servir de bisagra para que éstos también (valga la expresión) engruesen el consejo directivo de la CGT". </p>
<p>Los Gordos depusieron las armas en cuanto el matrimonio presidencial jugó abiertamente por Moyano, pero lograron condiciones principistas que ponen a salvo su voltereta: "que respete consensos y acuerdos sobre algunos temas que fueron la real causa de distanciamiento", según dijo a Télam un alto exponente de esa corriente, quien por la noche había participado junto a otros dirigentes como Armando Cavalieri (comercio), José Pedraza (ferroviarios) y Carlos West Ocampo (Sanidad) en el encuentro mantenido con Moyano en la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), en Moreno al 1300.</p>
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