La Iglesia recibió al FMI
El FMI se reunió con la Iglesia argentina. Los obispos pidieron moderación al peso de la deuda externa y que los países ricos no subvencionen la falta de competencia de sus productores.
El martes, Teresa Ter Minassian y Tomás Raichmann, representantes del FMI, fueron recibidos por la cúpula de la Conferencia Episcopal. Habían solicitado la reunión para oír la voz de la Iglesia argentina. Es que desde 1985, cuatro años antes de la caída del Muro de Berlín, Juan Pablo II, en la voz de su asesor más allegado, el cardenal Joseph Ratzinger, había condenado la acción del neoliberalismo que mostraba indicios de las consecuencias de la globalización actual.
Curiosamente, una institución tradicionalmente conservadora, duramente criticada con frecuencia por ello, se ha convertido en la voz de los sectores desamparados de la sociedad.
Estanislao Karlic, arzobispo de Paraná y presidente de la Conferencia, los recibió acompañado por otros miembros del colegio episcopal. Pidieron a sus visitantes el alivio del peso de la deuda externa argentina y la eliminación de los subsidios con que las naciones más ricas protegen a sus productores que no pueden enfrentar con sus costos internos la competencia de países dotados de eficiencia competitiva.
Posición ésta que es compartida ,incluso, por los economistas ortodoxos que defienden la economía abierta con el mismo entusiasmo con que lo hizo en sus tratados sobre el libre cambio Adam Smith .
El martes, Teresa Ter Minassian y Tomás Raichmann, representantes del FMI, fueron recibidos por la cúpula de la Conferencia Episcopal. Habían solicitado la reunión para oír la voz de la Iglesia argentina. Es que desde 1985, cuatro años antes de la caída del Muro de Berlín, Juan Pablo II, en la voz de su asesor más allegado, el cardenal Joseph Ratzinger, había condenado la acción del neoliberalismo que mostraba indicios de las consecuencias de la globalización actual.
Curiosamente, una institución tradicionalmente conservadora, duramente criticada con frecuencia por ello, se ha convertido en la voz de los sectores desamparados de la sociedad.
Estanislao Karlic, arzobispo de Paraná y presidente de la Conferencia, los recibió acompañado por otros miembros del colegio episcopal. Pidieron a sus visitantes el alivio del peso de la deuda externa argentina y la eliminación de los subsidios con que las naciones más ricas protegen a sus productores que no pueden enfrentar con sus costos internos la competencia de países dotados de eficiencia competitiva.
Posición ésta que es compartida ,incluso, por los economistas ortodoxos que defienden la economía abierta con el mismo entusiasmo con que lo hizo en sus tratados sobre el libre cambio Adam Smith .
