La Iglesia “contra las injusticias”

Los obispos de la Iglesia Católica salieron ayer (lunes 6) a manifestar por boca del propio presidente del Episcopado, monseñor Estanislao Karlic, que "se opondrán con firmeza a la injusticia en todas sus formas".

7 noviembre, 2000

En un momento de creciente “volatilidad anímica” de vastos sectores de la sociedad argentina, los obispos de las Iglesia Católica aseguran sentirse “profundamente interpelados por el nivel de falta de trabajo y de violencia e inseguridad”.

Así lo manifestaron en el encuentro en el que analizan la posición que tomará la Iglesia en relación a la crisis que afecta al país.

El presidente del episcopado, monseñor Estanislao Karlic, realizó una alocución con muchas críticas a la situación social. Karlic dijo que la Iglesia “se opondrá con firmeza a la corrupción en todos los campos, también en el mundo político, en el cual se han dado últimamente muy graves problemas que mantienen expectantes a la comunidad”, en obvia alusión al presunto pago de sobornos a senadores a cambio de la sanción de la reforma laboral.

A su vez, el vicepresidente primero del Episcopado, monseñor Eduardo Mirás, afirmó que “este salvajismo económico destruyó el aparato productivo”. Y manifestó su temor de que “el hilo se corte en cualquier momento ya que hay mucha gente desocupada”.

Mirás avanzó, además, sobre la situación política. Dijo que “debemos encaminarnos hacia la reconciliación porque en un país donde están todos peleados y hablan unos contra otros, jamás se logrará el progreso y siempre los que padecen este tipo de cosas son los que menos tienen o los excluidos”.

El arzobispo de Resistencia, monseñor Carmelo Giaquinta, fue tal vez, el más duro de los obispos presentes; señaló que “salvo los enquistados en el poder, hasta el más ignorante entiende que, por el camino actual, la Argentina es una nación sin futuro, a la que sólo espera una decadencia cada vez más profunda, con conflictos imprevisibles”.

En un momento de creciente “volatilidad anímica” de vastos sectores de la sociedad argentina, los obispos de las Iglesia Católica aseguran sentirse “profundamente interpelados por el nivel de falta de trabajo y de violencia e inseguridad”.

Así lo manifestaron en el encuentro en el que analizan la posición que tomará la Iglesia en relación a la crisis que afecta al país.

El presidente del episcopado, monseñor Estanislao Karlic, realizó una alocución con muchas críticas a la situación social. Karlic dijo que la Iglesia “se opondrá con firmeza a la corrupción en todos los campos, también en el mundo político, en el cual se han dado últimamente muy graves problemas que mantienen expectantes a la comunidad”, en obvia alusión al presunto pago de sobornos a senadores a cambio de la sanción de la reforma laboral.

A su vez, el vicepresidente primero del Episcopado, monseñor Eduardo Mirás, afirmó que “este salvajismo económico destruyó el aparato productivo”. Y manifestó su temor de que “el hilo se corte en cualquier momento ya que hay mucha gente desocupada”.

Mirás avanzó, además, sobre la situación política. Dijo que “debemos encaminarnos hacia la reconciliación porque en un país donde están todos peleados y hablan unos contra otros, jamás se logrará el progreso y siempre los que padecen este tipo de cosas son los que menos tienen o los excluidos”.

El arzobispo de Resistencia, monseñor Carmelo Giaquinta, fue tal vez, el más duro de los obispos presentes; señaló que “salvo los enquistados en el poder, hasta el más ignorante entiende que, por el camino actual, la Argentina es una nación sin futuro, a la que sólo espera una decadencia cada vez más profunda, con conflictos imprevisibles”.

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