La guerrilla albanesa del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) incendió dos monasterios de la Edad Media y atacó dos templos de la Iglesia Ortodoxa serbia, al tiempo que secuestró a un religioso, como parte de su “revancha” en Kosovo. Estos hechos fueron denunciados por el obispo ortodoxo de la provincia serbia, monseñor Artemije, quien se encuentra refugiado en Pristina. Los actos de violencia de parte de la guerrilla separatista se habrían producido en Prizren, una ciudad del interior de Kosovo. Mientras tanto, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), continúa negociando el desarme parcial de la guerrilla albanesa con el ELK. “Hemos presentado un claro cronograma que les da (a los guerrilleros) 30 días para su desmilitarización inicial. Nos sentimos confiados de poder concluir ese acuerdo en los próximos días”, dijo el vocero de la OTAN, Jamie Shea. Por su parte, el presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, dijo que las fuerzas aliadas no invadirán Belgrado con el fin de capturar al presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic.
La guerrilla albanesa del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) incendió dos monasterios de la Edad Media y atacó dos templos de la Iglesia Ortodoxa serbia, al tiempo que secuestró a un religioso, como parte de su “revancha” en Kosovo. Estos hechos fueron denunciados por el obispo ortodoxo de la provincia serbia, monseñor Artemije, quien se encuentra refugiado en Pristina. Los actos de violencia de parte de la guerrilla separatista se habrían producido en Prizren, una ciudad del interior de Kosovo. Mientras tanto, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), continúa negociando el desarme parcial de la guerrilla albanesa con el ELK. “Hemos presentado un claro cronograma que les da (a los guerrilleros) 30 días para su desmilitarización inicial. Nos sentimos confiados de poder concluir ese acuerdo en los próximos días”, dijo el vocero de la OTAN, Jamie Shea. Por su parte, el presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, dijo que las fuerzas aliadas no invadirán Belgrado con el fin de capturar al presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic.
