jueves, 26 de diciembre de 2024

La Eurozona avanza en camino a lo impensable

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Un columnista alemán del sitio eurointelligence teme un colapso o una partición del euro. No está solo pero, en su caso, Wolfgang Münchau propone salidas que define como “tan virtuosas como desagradables para gobiernos y público”

<p>En primer t&eacute;rmino. Apoyar otra reestructuraci&oacute;n, m&aacute;s dr&aacute;stica, de los pasivos griegos, portugu&eacute;s e irland&eacute;s, los tres cuya trayectoria es hoy la menos sostenible. Ello involucrar&iacute;a recortes presupuestarios, pase de deudas a t&iacute;tulos y esquemas similares, aunque no necesariamente flexibilizaci&oacute;n cuantitativa o cualitativa. La clave consiste en reducir obligaciones p&uacute;blicas a niveles aceptables.<br />
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Sola, &eacute;sta no ser&iacute;a una soluci&oacute;n para todo. Al contrario, los mercados de bonos deducir&aacute;n velozmente que toda la deuda p&uacute;blica de la Eurozona &ndash;salvo la alemana- no es segura. Por ende, para funcionar el plan debiera encarar dos pasos ulteriores.<br />
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El inicial, encontrar el modo de separar deuda nacional y deuda financiera. Eso implica cambiar la car&aacute;tula &ldquo;facilidad europea pro estabilidad financiera&rdquo; (FEEF), el fondo de rescates, e incluirla con la reestructuraci&oacute;n y el achique del sector bancario, La banca, en efecto, debe separarse de los estados miembros. <br />
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Esto aliviar&iacute;a presiones sobre la deuda soberana, pero no resolver&iacute;a el problema. Para lograrse, un segundo paso convertir&iacute;a bonos nacionales pendientes, viejos o nuevos, en un t&iacute;tulo de tesorer&iacute;a com&uacute;n a la Eurozona. Dado que un bono &uacute;nico constituye el n&uacute;cleo de una uni&oacute;n fiscal, tambi&eacute;n funcionar&aacute; como esquema institucional. Por supuesto, se&ntilde;ala M&uuml;nchau, har&aacute;n falta una nueva tesorer&iacute;a para la zona, pilas de reglas y control democr&aacute;tico. En otras palabras, el analista propone un nuevo tratado general.<br />
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Eso acabar&aacute; con la crisis del euro y las especulaciones sobre su futuro. Pero, claro, esta propuesta no tiene posibilidades de imponerse. En primer lugar, por la oposici&oacute;n de la canciller Angela Merkel o eventuales sucesores. Tampoco la permitir&aacute; la corte constitucional germana ni pasar&aacute; un referendo. Entretanto, otros pa&iacute;ses miembros nunca admitir&iacute;an ceder control pol&iacute;tico sobre sus bancos. <br />
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Entonces &iquest;qu&eacute; podr&iacute;a suceder? El experto cree que la Eurozona tiene una sola estrategia por ahora: rescates y luego contrarrescates. Axel Weber, presidente del Bundesbank, formul&oacute; d&iacute;as atr&aacute;s un comentario revelador tocante a las macromatem&aacute;ticas de la crisis: &ldquo;los diversos fondos de salvamento totalizan &euro; 925.000 millones y s&oacute;lo dejan una brecha de &euro; 145.000 millones con el m&aacute;ximo posible, &euro; 1,07 billones. Por ende, la zona tendr&aacute; caja chica para afrontar otra crisis del euro&rdquo;. &iquest;Y si &eacute;sa fuera el caso espa&ntilde;ol?</p>
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