El crecimiento económico se basa en mayor inversión y consumo. Sin embargo, la exportación muestra signos de debilitamiento. Estos datos fueron revelados en el Informe Económico Mensual de este mes, elaborado por el Ãrea de Economía del IAE Business School, a cargo de Eduardo Luis Fracchia.
Entre otras consideraciones, el análisis destaca principalmente que:
La economía se va asentando a un ritmo de crecimiento del 3% basado en mayor inversión y algo más de consumo.
La exportación, en cambio, no empuja y está muy frágil. Hace 5 años exportaban 15.000 firmas, ahora sólo 10.000.
El contexto internacional se ha vuelto más proteccionista. Estados Unidos puede influir hacia un ambiente comercial mundial más cerrado, en especial si se profundiza su política comercial. El contexto latinoamericano, en cambio, es más favorable este año debido fundamentalmente a la recuperación de Brasil. Hay que destacar en 2018 el crecimiento de 1,2 % por arrastre estadístico y 0,3% por el efecto Brasil. Sin esos componentes el país crecería menos de 2 puntos.
En el mercado laboral se observa que el empleo está creciendo a ritmo moderado tanto en el segmento formal como en el informal, pero crece casi al nivel del crecimiento poblacional. La industria es el sector que salió más tarde de la recesión con diferentes velocidades y, por lo tanto, el crecimiento del empleo industrial es también muy heterogéneo.
Las paritarias, como suele ocurrir a principios de año, siguen con dificultad de concreción, en especial en el sector educación y en particular en la Provincia de Buenos Aires.
Se espera que el salario real pueda crecer este año en forma moderada como ocurrió en 2017. Esto influirá de manera positiva en el nivel de consumo que sigue bajo.
El gasto social crece a un ritmo mayor que la inflación y la infraestructura sigue dinámica en saneamiento, energía y obras viales. El objetivo es mantener un 3.5% del PIB en gasto público de infraestructura.
Lo más relevante del ajuste fiscal ha sido la reducción de los subsidios a la energía y todavía falta.
El régimen de tipo cambio flotante con indexación y con intervenciones al dólar se vio parcialmente desvirtuado. El dólar ha subido más en los últimos meses pero sigue a un ritmo bajo respecto al nivel general de precios. Este nivel de tipo de cambio influye en un amesetamiento de las exportaciones que este año serán además impactadas por el clima con una cosecha más reducida (47 millones de toneladas de soja).
La devaluación del peso sería relevante para superar el retraso cambiario pero el gobierno no lo quiere más allá de 20.5. Ese nivel de dólar no es de equilibrio sino resultado de la política de endeudamiento.
La inflación permanece muy inercial, es un desafío reconocido por el gobierno. Será muy difícil llegar al 15% como establece la meta del Banco Central. Lo bueno es que la inflación núcleo esta en descenso.