<p>Cuando el viernes pasado Chávez salió una vez más de Caracas rumbo a Cuba, no se mostraron imágenes de su partida, y el veterano periodista Nelson Bocaranda, que por vías desconocidas tiene acceso a la información que su gobierno le niega a la población, informó en estos días que el Presidente venezolano -quien pretende ser nuevamente candidato para las próximas elecciones de octubre- se moviliza en silla de ruedas debido a que las sesiones de radioterapia han provocado la quebradura de una rodilla y están afectando seriamente su cadera.<br />
<br />
Todo parece indicar que más allá de su megalomanía y omnipotencia, Hugo Chávez no estará en condiciones de ser el próximo presidente de Venezuela. Ante esta perspectiva se plantea la posibilidad de que la oposición unida gane las próximas elecciones, siempre y cuando logre mantenerse la estabilidad política, lo que no será sencillo sin la figura de Chávez que hasta ahora decidía personalmente todo lo que tenía que ver con la política, la economía, la justicia, e incluso hasta con el color de la ropa que debían usar sus acólitos. <br />
<br />
El poder de Chávez descansa en la cúpula actual de las Fuerzas Armadas por un lado y por otro en un grupo de civiles provenientes del Partido Comunista y otras agrupaciones de izquierda. Pero ni las Fuerzas Armadas ni la izquierda venezolana constituyen bloques sólidos y ya se ha desatado la lucha por el poder entre varios bandos. El ministro de Defensa, general Rangel Silva, ya anunció que la Revolución Bolivariana será defendida por la fuerza si es necesario.</p>
La dolencia de Chávez entra en su recta final
A pesar del gran plan de ocultamiento liderado desde La Habana, que incluye hasta la negativa a informar sobre qué tipo de cáncer padece el militar venezolano que gobierna su país desde hace más de trece años, todo parece indicar que su enfermedad entra en una etapa decisiva y que ya no puede mantenerse en pie.