<p>En tanto áreas del congreso y el poder ejecutivo preparan planes de contingencias para eludir un cierre federal el 8 de abril, el presidente se juntaba con el diputado republicano John Boener –jefe de la mayoría- y el senador demócrata Henry Reid, su contracara. Fue un intento de último momento para acotar diferencias.<br />
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Obama se mete de lleno en la disputa, por primera vez. Fracasado el encuentro, pidió a los líderes parlamentarios “comportarse como adultos, alcanzar un acuerdo y dejar de perder tiempo en peleas sin sustancia”.<br />
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En tren de aventar críticas por mantenerse ausente de estas negociaciones, el mandatario sostuvo que buscará sin descanso “un acuerdo para evitar bajas la cortina en pocos meses”. Semejante extremo –una obsesión para la ultraderecha- “trastornará la vida de la gente, desde veteranos de guerra hasta pequeños y medianos empresarios que dependen del crédito público”.<br />
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El cierre por falta de un presupuesto nuevo quizá no beneficie al Tea party como confirma una vieja idea: el sistema político estadounidense no es capaz de zanjar diferencias sobre la política fiscal. Por otra parte, este rompimiento pone en peligro el ritmo de la recuperación económica en marcha.<br />
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Sin mencionar los efectos sociales, aunque varios sondeos indiquen que el país está dividido. En 1995, una maniobra de otro ultra, el diputado Newt Gingrich, bloqueó el proyecto presupuestario de William J. Clinton. Pero la adversa reacción del público llevó al segundo electoral de éste, en 1996. <br />
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Esta misma semana, los republicanos sugirieron un proyecto alternativo que parecía dictado por el Pentágono: asegurada las partidas de defensa hasta terminar el ejercicio fiscal (30 de septiembre). Pero se dejaría caer el resto el 15 del corriente mes y efectuaría US$ 12.000 millones en recortes, dando más tiempo para la pelea. Esta variante excluiría una serie de medidas progresistas en lo social y financiero, aunque los republicanos no han lanzado sus contrapropuestas conservadoras. Entre ellas, las que involucran a Medicare y Medicaid. <br />
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La derecha republicana trabó el presupuesto de Obama
Barack Obama se lanza por la reelección justo mientras Washington afronta un riesgo: el primer cierre administrativo desde mediados de los años 90. En la Casa Blanca, la obstinación republicana, o sea el Tea Party, trabó el presupuesto actual.