Ayer el Gobierno tomó conciencia de que el impuesto a las operaciones financieras generó en el Mercado de Valores de Buenos Aires la vuelta hacia una modalidad que había caído en desuso: comprar y vender acciones a través de fondos de inversión extranjeros para no pagar el tributo.
Es por ello que hoy se conocerá una resolución oficial que modifica el impuesto para eximir de su pago a los operadores de la bolsa porteña.
El método usado para eludir el gravamen –totalmente lícito, según la Comisión Nacional de Valores (CNV)– consiste en pactar en el exterior las operaciones por cable; esto es: permite a los fondos de inversión en el exterior y a las AFJP comprar y vender acciones (públicas y privadas) sin la necesidad de pagar impuestos en la Argentina.
Para la bolsa, esto significa resignar una parte importante de sus ingresos por la distorsión de costos que generó el tributo.
Un operador del Merval explicó en forma más sencilla esta modalidad –conocida como por cable– a la agencia de noticias Télam: “un inversor que tiene la plata para comprar bonos o acciones la deposita en la cuenta que el Mercado de Valores tiene en una entidad de Nueva York. El precio se registra en el mercado local, pero la transacción se liquida afuera. Con este tipo de transacciones se evita que un inversor del extranjero (que antes debía enviar el dinero a la Argentina, convertirlo en pesos, depositarlo en una cuenta corriente y de ahí pagarle a la casa de Bolsa para que ésta se lo transfiera el Merval para la liquidación final), tenga que hacer todos esos pasos y tributar por cada uno de ellos”.
Ayer el Gobierno tomó conciencia de que el impuesto a las operaciones financieras generó en el Mercado de Valores de Buenos Aires la vuelta hacia una modalidad que había caído en desuso: comprar y vender acciones a través de fondos de inversión extranjeros para no pagar el tributo.
Es por ello que hoy se conocerá una resolución oficial que modifica el impuesto para eximir de su pago a los operadores de la bolsa porteña.
El método usado para eludir el gravamen –totalmente lícito, según la Comisión Nacional de Valores (CNV)– consiste en pactar en el exterior las operaciones por cable; esto es: permite a los fondos de inversión en el exterior y a las AFJP comprar y vender acciones (públicas y privadas) sin la necesidad de pagar impuestos en la Argentina.
Para la bolsa, esto significa resignar una parte importante de sus ingresos por la distorsión de costos que generó el tributo.
Un operador del Merval explicó en forma más sencilla esta modalidad –conocida como por cable– a la agencia de noticias Télam: “un inversor que tiene la plata para comprar bonos o acciones la deposita en la cuenta que el Mercado de Valores tiene en una entidad de Nueva York. El precio se registra en el mercado local, pero la transacción se liquida afuera. Con este tipo de transacciones se evita que un inversor del extranjero (que antes debía enviar el dinero a la Argentina, convertirlo en pesos, depositarlo en una cuenta corriente y de ahí pagarle a la casa de Bolsa para que ésta se lo transfiera el Merval para la liquidación final), tenga que hacer todos esos pasos y tributar por cada uno de ellos”.