También financiamiento contracíclico, garantías y ventajas, asesoramiento en políticas, capacidad de construcción u otros apoyos para la agenda post 2015.
“Reconocemos el potencial de los bancos multilaterales de desarrollo y otros bancos internacionales de desarrollo para financiar el desarrollo sustentable y brindar know-how. Subrayamos que los bancos de desarrollo deberían hacer un uso óptimo de sus recursos y balances para mantener su integridad financiera, y también actualizar y desarrollar sus políticas en apoyo de la agenda de desarrollo post 2015, que incluyen las metas de desarrollo sustentable (las SDG, según siglas inglesas).”
El plan de acción de Addis Abeba y las SDG representan un cambio fundamental sobre el rol de los bancos multilaterales de desarrollo (los MDB) y el Grupo del Banco Mundial (WBG) en particular. Al elaborar una agenda universal para desarrollo sustentable en lugar de apuntar estrechamente a reducir la pobreza, la dimensión del apoyo que necesitan los países de medianos y bajos ingresos se ha ampliado notablemente. ¿Cómo debería responder el WBG a estos nuevos desafíos?
Las metas de desarrollo sustentable cubren un área mucho más amplia que las metas de Desarrollo del Milenio y representan, en gran medida, una validación de lo que el Banco Mundial ha venido haciendo todos estos años. La Agenda de Acción de la Conferencia para financiación de desarrollo de Naciones Unidos lo muestra:
* Coloca la responsabilidad por el desarrollo directamente en los países mismos. “La nacionalidad cohesiva de las estrategias de desarrollo sustentable, sostenidas por esquemas integrados de financiamiento nacional serán el punto de partida de nuestros esfuerzos. “El rol de las agencias de desarrollo, según esta visión, es sostener – pero no reemplazar –procesos impulsados por los países. Esto favorece a organizaciones como el Grupo del Banco Mundial con estructuras operacionales con base en el país y fuerte presencia allí comparado con, por ejemplo, fondos verticales que tienen foco temático global pero huellas nacionales más débiles.
Subsidios y ayudas
- Da importancia al financiamiento licuado y al aprovechamiento de subsidios u otras ayudas con dinero juntado en los mercados privados de capitales. El Banco siempre ha hecho esto, con especial éxito en asociación con la Global Environment Facility (GEF), varios fideicomisos climáticos como la Global Partnership for Education, y el Global Agriculture and Food Security Program.
- Requiere intervenciones multifacéticas. Los créditos y préstamos del WBG siempre han sido acompañados por capacidad de construcción, asistencia técnica, reforma política y otros elementos de un paquete de intervenciones que son necesarias para lograr impacto. Ahora se admite que esta es la forma en que debe hacerse desarrollo.
- Promueve mecanismos de mitigación de riesgos; la Multilateral Investment Guarantee Agency (MIGA) del WWBG es el mayor proveedor de esos insrumentos en el mundo y está expresamente reconocido en el documento de Addis: el Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo (BID) también tiene la posibilidad de otorgar garantías, aunque el uso real de este instrumento ha sido limitado.
- Trae negocios privados al centro de desarrollo; la inversión extranjera directa es un complemento vital para los esfuerzos de desarrollo nacional”. La International Finance Corporation (IFC) es, por lejos, el mayor prestamista oficial a la empresa privada; el BID y la International Development Association (IDA) brindan ayuda al mejoramiento del clima de inversión.
- Subraya la importancia de brindar servicios sociales públicos (“un nuevo compacto social global”), infraestructura, políticas e instituciones sólidas y buena gobernanza, todas áreas que la WBG viene enfatizando desde algún tiempo.
- Reconoce que los “países en situaciones de conflicto y post conflicto también necesitan especial atención. La WBG fue una de las primeras organizaciones de desarrollo en concentrarse específicamente en ese tema. Aplica las recomendaciones de un informe de 2002 de la Task Force.
- Internamente, el WBG se ha reorganizado en prácticas globales que combinan bien con las SDG y articuló “metas mellizas” para terminar con la pobreza para 2020 y para alimentar la prosperidad compartida para el 40% más pobre de la población de cada país. Esas metas a su vez resuenan con la ambición de las SDG para terminar con la pobreza y el hambre y fomentar sociedades pacíficas e inclusivas.