Horst Köhler visitó la Argentina y expresó su percepción de la crisis y cómo enfrentarla. Para él, uno de los mayores desafíos pendientes para de la Rúa es recrear la confianza de los inversores externos. Para lo cual es necesario pagar hasta el último de los US$ l7.000 millones de los intereses anuales de la deuda.
Sutilmente, deslizó: “Estoy seguro de que el país tiene potencial para probar que es un socio confiable”. Se mostró digno de la mejor cautela diplomática al contestar una pregunta sobre la alternativa de pagar la deuda o morigerar la crisis social: “El gobierno argentino deberá elegir entre inversión o consumo. Y en los países emergentes la prioridad debe ser la inversión”.
El director gerente del FMI declaró que a raíz de su entrevista con los sindicalistas de la CGT de Azopardo, tuvo “la sensación de que eso se entiende”. Afirmó que no era pesimista. De todas maneras el funcionario internacional dijo que el FMI está preocupado por dotar de un rostro más humano a las reformas económicas.
También mostró su preocupación por la necesidad de que la economía esté basada en el consenso acerca de la dimensión social del desarrollo: “no se pueden negar la pobreza ni los problemas sociales”.
Köhler mostró su preocupación por la demora de fuertes cambios y reformas estructurales en los países ricos; no dejó de referirse a la política de subsidios que aplican y a la necesidad que tiene la Argentina, como otros países en desarrollo, de que se abran más rápido los mercados.
Horst Köhler visitó la Argentina y expresó su percepción de la crisis y cómo enfrentarla. Para él, uno de los mayores desafíos pendientes para de la Rúa es recrear la confianza de los inversores externos. Para lo cual es necesario pagar hasta el último de los US$ l7.000 millones de los intereses anuales de la deuda.
Sutilmente, deslizó: “Estoy seguro de que el país tiene potencial para probar que es un socio confiable”. Se mostró digno de la mejor cautela diplomática al contestar una pregunta sobre la alternativa de pagar la deuda o morigerar la crisis social: “El gobierno argentino deberá elegir entre inversión o consumo. Y en los países emergentes la prioridad debe ser la inversión”.
El director gerente del FMI declaró que a raíz de su entrevista con los sindicalistas de la CGT de Azopardo, tuvo “la sensación de que eso se entiende”. Afirmó que no era pesimista. De todas maneras el funcionario internacional dijo que el FMI está preocupado por dotar de un rostro más humano a las reformas económicas.
También mostró su preocupación por la necesidad de que la economía esté basada en el consenso acerca de la dimensión social del desarrollo: “no se pueden negar la pobreza ni los problemas sociales”.
Köhler mostró su preocupación por la demora de fuertes cambios y reformas estructurales en los países ricos; no dejó de referirse a la política de subsidios que aplican y a la necesidad que tiene la Argentina, como otros países en desarrollo, de que se abran más rápido los mercados.